Papa Francisco reza por las víctimas del Capitolio

El Papa Francisco escribió un mensaje condoliéndose de los fallecidos en la irrupción en el Capitolio del pasado miércoles

Fotografía: Getty Images
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Michael González

Lectura: ( Palabras)

El Papa Francisco, a través de su cuenta de Twitter, escribió un mensaje de reconciliación sobre la situación que se vivió en Estados Unidos el pasado miércoles, cuando simpatizantes del presidente Trump irrumpieron en el Capitolio.

¨Rezo por los Estados Unidos de América, sacudidos por el reciente asedio al Congreso. Rezo por aquellos que han perdido la vida¨, apuntaba el Santo Pontífice mientras hacía referencia a los cuatro fallecidos en el incidente

El Papa también resaltó que ¨la violencia es autodestructiva¨ y pidió al pueblo estadounidense mandar un mensaje de reconciliación y reencuentro para que todos puedan construir el bien. 

No es la primera vez que el Papa Francisco emite una opinión respecto a una situación político-social de Estados Unidos, ya lo había hecho anteriormente con el asesinato de George Floyd que derivó en múltiples protestas a lo largo de Estados Unidos.

¨Nadie puede hacer la vista gorda ante el racismo¨, expresaba el jefe de Estado del Vaticano, en ese entonces, mientras sostenía que veía con ¨gran preocupación los dolorosos disturbios sociales¨

Igualmente, afirmó que sus oraciones estaban para el descanso del alma de George Floyd y de todos aquellos que perdieron la vida a causa del racismo.

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Elías Cárdenas
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( Palabras)

El Papa Francisco levantó la bandera de la lucha contra la corrupción que ha corroído por siglos al clero romano. El martes 27 del pasado mes se abrió el juicio contra el exsecretario sustituto de Estado, Ángelo Becciu, quien fuera cesado del alto cargo –segundo en la correa de mando del Vaticano– y nueve presuntos cómplices más, por su participación en la compra de un lujoso edificio en Londres, en el prestigiado distrito de Chelsea, de diecisiete mil metros cuadrados y un costo aproximado de 232 millones de dólares. Con tal propósito el hoy acusado pidió un crédito de 200 millones de dólares a un banco suizo, mediante un empresario italiano residente en Londres, quien se dedicó a realizar operaciones especulativas que fueron en perjuicio de las finanzas del Vaticano –unos 400 millones de dólares–, por lo que se decidió terminar su pacto con el empresario y lo sustituyó por otro, Gianlugi Torzi, quien tuvo que indemnizar a su antecesor con 55 millones de dólares.

La investigación del escándalo que cimbra los muros del clero romano se inició hace dos años y consta en un expediente de quinientas páginas, que sirve de base para las acciones contra el cardenal Becciu, a quien el Papa argentino Jorge Mario Bergoglio, le pidió su renuncia personalmente, no obstante de que era su amigo y consejero, por haberle perdido la confianza. El acusado inmediatamente reclamó su inocencia y se dijo víctima de una vendetta –venganza propia de mafias italianas– y menos haber dispuesto del Óbolo de San Pedro que es un fondo de las limosnas de la iglesia en beneficio de sus hermanos de sangre. Becciu es el primer cardenal sometido a juicio en toda la historia de la iglesia, debido a que el Papa Francisco había decretado con anterioridad la anulación de este privilegio milenario. Por ello el cardenal inculpado no podrá estar en el cónclave para designar al nuevo Papa a la muerte del actual. ¡Dios no lo quiera!

Ángelo Becciu y el Papa Francisco
Ángelo Becciu y el Papa Francisco (Foto: Religión Digital).

Pero en este entramado, como en las películas de misterio, siempre aparece una mujer. Cherchez la femme, como señala la máxima de investigación francesa. Ella se llama Cecilia Marogna, de 39 años, contratada por el cardenal como asesora en seguridad, y está acusada del desvío de 575 mil euros, destinados a la liberación de los sacerdotes y monjas rehenes en el mundo, según una versión, y otra para la seguridad contra actos terroristas en las nunciaturas en los países con mayorías o minorías católicas, pero que han ido a parar a objetos de lujo, como bolsas, zapatos, perfumes (el lector(a)  ya adivinó las marcas) y hasta un sillón de 12 mil euros para su comodidad personal. Ella dirige una empresa, que la prensa italiana señala como fantasma, localizada en Eslovenia, que tiene como objeto social la seguridad y fue fundada en 2018. Natural de Cerdeña, al igual que el cardenal Becciu, ha sido tildada como sobrina o amante de éste, a lo que ella ha contestado “absurdo”. Por lo pronto ya ha sido arrestada para ser enjuiciada como cómplice del gran escándalo al interior del alto clero.

El Papa Francisco ha sido un enérgico defensor de la transparencia en las finanzas del Vaticano desde su arribo, hace ocho años, a la máxima jerarquía de ese territorialmente pequeño Estado y representante de Dios ante los católicos del mundo. Su vida de austeridad con la que se ha conducido revela el seguimiento a la de San Francisco de Asís, del cual tomó su nombre como Papa. Sin embargo, en este asunto ha tocado una de las cuerdas más sensibles de la milenaria iglesia: sus riquezas y sus finanzas. Obviamente contravienen los principios fundamentales del cristianismo, entre otros, el de la preferencia por los pobres que fue revivida por la corriente de la Teología de la Liberación, tendencia “socialmente progresista”, en cuyos documentos fundatorios colaboró cuando era Obispo en su natal Argentina.

papa francisco
(Foto: CMF).

Seguramente en México, tanto el arzobispo primado de México, el Consejo Episcopal Mexicano (CELAM) y los obispos, han de estar atentos a este juicio –llamado en Italia El Juicio del Siglo– para, según resultados, modificar reglas sobre su patrimonio y el manejo de sus finanzas. Han sobrado casos de malversaciones y adquisiciones de bienes que han sido soterrados al interior del clero nacional. Cito como simple ejemplo:

El 13 de mayo de 1983, un impertinente reportero, hizo reconocer a Jorge Martínez, vocero del CELAM, que la iglesia tiene grandes extensiones de tierra en su poder; el portavoz del episcopado eludió cuidadosamente precisar si estos latifundios también serán repartidos junto con las riquezas acumuladas en manos de algunos distinguidos monseñores. A preguntas más específicas de los reporteros, rechazó de plano la loca idea de que el clero pudiera vender sus tierras para ayudar a los pobres.[1]


[1] Cita del artículo “Canto Gregoriano; son de Mariachi”, en su columna “Red Privada” del periodista Manuel Buendía, del libro post mortem titulado La Santa Madre, patrocinado por la Fundación Manuel Buendía A.C., editado por Ediciones Océano S.A., 1985. Primera edición. 

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Manuel Corral Martín

( Palabras)

A más de uno le ha sorprendido la visita del número dos del diminuto estado Vaticano a nuestro país. Tanto es así que todavía, a una semana de su partida, siguen resonando sus ecos en diferentes medios de difusión. No es muy común que un personaje del nivel del cardenal Parolin haya tenido tanta importancia en el medio político como eclesiástico. No fue una visita de Estado y pareció serlo por los múltiples encuentros que tuvo con personajes del mundo político. Lo recibió el presidente privadamente. Tuvo encuentros con diferentes actores de la vida política tanto del gobierno como de la oposición. Y todavía le quedó tiempo para dirigirse espiritualmente a todo el pueblo de México, tanto desde la Basílica de Guadalupe, donde hizo un llamado a “reconciliarse México consigo mismo, a reencontrarse como hermanos, de perdonarse mutuamente, de unirse como sociedad superando la polarización”, como en Yucatán donde ordenó como Obispo a un sacerdote que será nuncio, es decir, embajador del Papa en Nueva Guinea.

Desde la recepción en la Nunciatura con motivo del aniversario del pontificado del Papa Francisco, no se quedó atrás al decir que “ha llegado el momento de un renovado pacto de mutua colaboración, marcado por un profundo respeto de la legítima distinción entre Estado e Iglesia, un pacto basado en el principio de la laicidad”. Pero, aún fue más lejos al mencionar que “desde hace algún tiempo se habla de una laicidad positiva y también de una laicidad constructiva en el sentido de que lejos de ser un motivo ulterior de división u oposición al principio de laicidad, le compete, por un lado, respetar y acoger la valiosa contribución que las convicciones espirituales ofrecen a la sociedad y, por el otro, también actuar como barrera para cualquier tipo de desvío fundamentalista o secularista”.

Papa Francisco y Pietro Parolin
El Papa Francisco y Pietro Parolin (Foto: GettyImages).

Algunos nos preguntamos el porqué de la visita del cardenal Parolin a México. ¿Fue por la ordenación del obispo?, ¿fue para conocer de primera mano lo que acontece en este país tan vapuleado por la violencia, la corrupción y el narcotráfico?, ¿fue para conocer de primera mano lo que está pasando en la Iglesia en México? Ésta y otras muchas preguntas nos podríamos seguir haciendo, pero nunca sabremos del todo la verdad. Sólo él, en su cabeza y la del Papa, sabrán sobre lo que su visita pretendía en estas tierras que hace algunos años conoció como secretario de la Nunciatura en la época del todopoderoso Prigione y donde México, tanto política como eclesialmente eran muy diferentes.

Desde nuestro punto de vista, México tiene una gran importancia para el Vaticano. Esto no es de ahora. Se ha dicho siempre. Incluso se escuchaba en algunos círculos vaticanos que México era la reserva del catolicismo en Latinoamérica e incluso del mundo. Sin embargo, algo le preocupa al Papa. Su mensaje de renovación eclesial o como él le llama: “la sinodalidad”, es decir, hacer una Iglesia más horizontal donde los laicos y, muy concretamente, las mujeres tengan una voz preponderante, no ha calado entre la jerarquía católica y, por ende, en el pueblo fiel de Dios. El descenso en el número de los católicos es preocupante. Lo curioso que ese descenso que se hace más notable en la Iglesia católica por su número de fieles, no ha significado un aumento en el número de fieles en Iglesias evangélicas. La batalla la está ganando el secularismo.

Cardenal Parolin y Marcelo Ebrard
El cardenal Parolin y Marcelo Ebrard (Foto: Aristegui Noticias).
Parolin en México
Foto: Latin US.

Por otro lado, hemos escuchado de diferentes voces que el cardenal Parolin ha preguntado a diferentes actores, laicos y eclesiásticos, de la relación de la Iglesia con el gobierno actual. De sobra es sabido que este gobierno, llamado de izquierda, ha estado fomentando por diferentes medios a su alcance, iniciativas que tienen que ver con el tema del aborto, género, matrimonios entre homosexuales, etc. Situaciones que vienen creando tensión entre el poder político y las instituciones de la Iglesia que luchan con todas sus fuerzas por defender la vida desde su concepción hasta la muerte.

Pero creemos que algo mucho más delicado les preocupa a las jerarquías vaticanas. Esto es, la falta de cohesión entre los mismos Obispos y los que así se dicen llamar católicos. Además, la falta de liderazgos en la línea que viene proponiendo el Papa desde Roma, también hace mella a los cambios que Jorge Bergoglio quiere que se lleven en las Iglesias del mundo entero.

Pietro Parolin
Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano (Foto: Aristegui Noticias).

Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, ya no necesita que le cuenten de terceros lo que está pasando en México. De primera mano tiene un diagnóstico de la realidad, tanto política como eclesial. Vendrán cambios de la jerarquía, unos por edad y otros porque así lo desee el Santo Padre. Pero algo es cierto, Roma hará todo lo posible para que México con su Morenita del Tepeyac siga siendo un faro dentro de las “grandes tormentas” que se viven en un mundo secularista y deshumanizado.

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Elías Cárdenas
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Tiempo Real


( Palabras)

El Papa Francisco ha vuelto a cimbrar a su propia iglesia, y algunos sistemas políticos y jurídicos del mundo, al anunciar la aprobación de uniones civiles entre personas homosexuales, que el catolicismo ha estigmatizado por siglos, basado en las sagradas escrituras, como un crimen nefando –que se aplica a personas o acciones que son consideradas abominables o nocivas, y que según el Diccionario de María Moliner, no es de buen gusto hablar de ellas–, y  se ha aplicado a personas de diferentes tendencias sexuales hasta llegar a la tortura, y penas inusitadas como la muerte en la hoguera o apedreadas por la comunidad. Las palabras del pontífice no tienen desperdicio al decir que “Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están, cubiertos legalmente. Yo apoyé eso”. Estas rotundas palabras las hizo en una entrevista para el documental Francesco del Festival del Cine de Roma, que realizó el cineasta Evgeny Afineevsky.

La declaración papal refrendó otra anterior realizada en un vuelo a Brasil el año de 2013, a una pregunta de un periodista sobre su opinión en relación con un cura supuestamente gay, al afirmar: “Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad. ¿Quién soy yo para juzgarlos?”. Y que no fue tan sorprendente como la de “Dios no es católico”, misma que se apresuraron a eliminar de los principales noticiarios del mundo por sus repercusiones en su inmensa feligresía. En esta época la homosexualidad dentro de la propia iglesia, reflejada en los miles de abusos sexuales que han cometido lo sacerdotes y que, tal vez, siempre llevaron a cabo, pero debido al poder eclesiástico férreo se ocultaron, pega de lleno en el corazón de la Santa Sede.

papa y homosexualidad
Imagen: Falco.

Las reacciones no se hicieron esperar, principalmente en Europa y Estados Unidos. Sus críticos siempre han dicho que la homosexualidad es un “trastorno” o “desorden”, según uno de los más influyentes padres de la iglesia, Tomás de Aquino, y que debe ser atendido por los psiquiatras. Antes, en el Antiguo Testamento, en el libro Levítico, las penas eran aún más severas para quienes practicaban la prostitución en todas sus formas, incluyendo el adulterio. Las redes sociales –esos lavaderos cibernéticos que en todo están, menos en misa, como dice el dicho popular– se inundaron de críticas a Francisco, principalmente entre las clases conservadoras, con miles de adjetivos con actitudes de odio al comentario en cuestión, y digo comentario porque no tiene valor ni siquiera de documento eclesiástico; pero también existe la corriente progresista que lo apoya y matiza las breves, pero contundentes palabras del polémico líder de la iglesia católica.

Las frases son claras, no obstante, ya han sido sometidas a análisis rigurosos de acuerdo con la perspectiva religiosa o ideológica que se les juzgue. En mi opinión, hay dos relevantes: las que consideran a los homosexuales como miembros de la familia, y desde luego la aprobación de leyes sobre las uniones civiles. La primera indica que la familia debe ser incluyente, no discriminarlos y, aún más, no echarlos fuera del seno familiar porque esto constituye ya no un deber religioso, sino una responsabilidad humanística. De allí que todos son “hijos de Dios” y no pueden de ellos hacer seres miserables por su género diferente, porque no existe, aun siquiera, base científica definitiva para determinar el origen de las diferentes formas de la homosexualidad (LGBTTQ). Y, la segunda, porque la unión civil asegura los derechos y obligaciones de los individuos, como son las herencias, pensiones y demás prestaciones sociales a las que deben tener acceso. Porque el Papa no habla de matrimonio entre personas del mismo sexo, que se mantiene en que esta relación o vínculo debe ser entre individuos de diferente sexo.

El tema da para mucho más, pero por ahora quedémonos con el reclamo de Reinhard Marx, arzobispo de Alemania: “La Iglesia debe disculparse con los homosexuales por haberlos marginado”. 


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