Todas las virtudes humanas y ninguno de sus defectos
Antonio Tenorio

Innovación, Tecnología y Sociedad

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Encarnación de la lealtad, valor y amistad, la representación de los perros es una constante en el arte de todos los tiempos.

Foto: Honza Rehacek.
Foto: Honza Rehacek.

Lectura: ( Palabras)

En forma de epitafio, Byron legó a lo humano una de las visiones más entrañables que pueda haber sobre los perros.

Muerto a mediados de noviembre de 1808, Boatswain, el can al que Byron dedica sus versos, había nacido cinco años antes, en 1803, tal como se puede leer en la lápida ubicada en el jardín de la casa del escritor, en Newstead.

Belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, valor sin ferocidad constituyen las tres duplas virtuosas del perro que, inmortalizadas por el poeta en forma de versos, son rematadas diciendo: y todas las virtudes del hombre sin ninguno de sus defectos.

Estudios paleontológicos han revelado que un pequeño mamífero parecido a la comadreja sería, hace unos 30 o 40 millones de años, el antecedente más lejano de lo que hoy reconocemos como el animal doméstico por antonomasia.

La ciencia de genética, por su parte, ha aportado información para suponer que la domesticación de los perros data de hace 18 mil años.

Encarnación de la lealtad, valor y amistad, la representación de los perros es una constante en el arte de todos los tiempos.

perro amigo del hombre
Imagen: Rut Redreño.

Hasta hace no mucho, sin embargo, los perros no eran considerados por los científicos un buen modelo para el estudio y comprensión de los rasgos animales, basados en la idea de que los canes representaban una “especie artificial” modelada por humanos.

Más allá de la muy amplia documentación que existe sobre cómo los perros son benéficos para las personas, es hasta tiempo muy reciente que se ha emprendido un camino en el que se revela hasta qué punto estos fieles amigos puedan ayudar a encontrar indicios sobre procesos complejos de cognición.

Tal y como deja ver claramente Gareth Wilmer, en un informe para el Boletín del Programa de Ciencia e Innovación (Horizon) de la Unión Europea, “nuestros perros domésticos podrían ayudar a extender la vida humana más allá de sus efectos documentados sobre el bienestar de las personas. Cada vez más, los estudios analizan cómo el perro doméstico, Canis familiaris, es clave para comprender la cognición y los procesos involucrados en el envejecimiento, algo que podría mejorar el bienestar tanto animal como humano”.

En esta dirección, en 2016 se amplió un proyecto de investigación que venía desarrollándose en la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, Hungría, y que desde entonces trabaja consistentemente en estas líneas.

El director de la investigación, el etólogo Enikő Kubinyi, no duda en afirmar que “en los últimos años, el perro se ha convertido en uno de los animales más importantes para los investigadores que buscan comprender el trasfondo biológico de rasgos complejos”.

“Nuestros resultados respaldan el potencial del perro como modelo de envejecimiento cognitivo y proporcionan conocimientos para mejorar la calidad de vida de los perros y de los dueños”, añadió. “Encontramos diferencias relacionadas con la edad en la actividad cerebral, la cognición, la personalidad, el microbioma intestinal, la expresión génica y las variantes genéticas en varios aspectos similares al envejecimiento humano… Hemos encontrado paralelos una y otra vez”, ha declarado el Dr. Kubinyi.

Entre los hallazgos del equipo de investigación destaca un vínculo de paralelismo entre la forma de envejecer de las personas y los perros que están unidas a ellas. “Los perros viejos parecen experimentar un ‘efecto de positividad’ similar al de las personas mayores, reaccionando menos a los sonidos negativos como el llanto que a los positivos como la risa”.

perros amigos del hombre
Imagen: Will Houghton.

En la ruta por comprender la complejidad del proceso de envejecimiento en las personas, el proyecto ha extendido su interés y trabajo más allá de los rasgos conductuales, indagando a nivel neuronal como una forma de entender los vínculos neurales y genéticos que subyacen en el envejecimiento.

Basados en métodos como el EEG (electroencefalografía), la resonancia magnética funcional y pruebas genéticas “un estudio respaldó el análisis de los patrones de actividad en el cerebro de los perros dormidos como un biomarcador del envejecimiento cognitivo en todas las especies”.

De la misma manera ha sido posible saber, ahora, que perros con mejor desempeño en las pruebas de memoria tienden a tener niveles más bajos de ciertas bacterias en su intestino, imitando algunas observaciones en personas con Alzheimer.

Uno de los aspectos tal vez más interesantes de esta vasta investigación es la gran cantidad de información que es posible recabar proveniente de los propios dueños de los perros, tal cual lo hace ver el antropólogo evolutivo Evan MacLean, para quien este proyecto no podría entenderse sino estuviéramos inmersos en la era del Big Data y la sociedad participativa.

Un enfoque tradicional de laboratorio nos privaría de una enorme cantidad de información que hoy debemos a personas que aman y observan a sus perros, ha reconocido MacLean.

Por su parte, Stephen Lea, psicólogo de la Universidad de Exeter en Reino Unido, incorpora la dimensión ética a la posibilidad de entender mejor a nuestras mascotas. “tenemos la obligación moral de hacerlos tan felices como podamos”.

Mirarlos como ellos nos miran a nosotros, sin vanidad, sin insolencia, sin ferocidad; siendo capaces de retribuirles tanto como ellos, nuestros perros nos han dado a nosotros.

Tanto.

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3 respuestas a “Todas las virtudes humanas y ninguno de sus defectos”

  1. Fenomenal e interesantísimo artículo, estimado Antonio. Por supuesto, describes, validaciones con aparatos y técnicas científicas diversas, ciertamente complejas, lo que experimentamos todos los días quienes tenemos adorables perros en casa; dos Labrador Retriever en mi caso: enormes brincos, ladridos, batimiento de cola a toda velocidad y algunas lamidas tan solo por encontrarnos todos los días, dispuestos a acariciarlos.

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