La idea se gestó en Dinamarca. Fue un proyecto para el Festival de Roskilde, era el año 2000.
El nombre en danés es Menneskebiblioteket, cuyo significado literal es la “Biblioteca humana”. Su objetivo desde el principio ha sido tan simple como hondo, evidenciar y pugnar contra los estereotipos.
Para ello, Ronni y Dany Abergel, Asma Mouna y Christoffer Erichsen se empeñaron en hacer una selección de libros que, justamente, pusieran en evidencia la facilidad con la que se asumen figuras estereotípicas.
Fue un éxito. Tanto, que luego de ahí la idea creció hasta convertirse en lo que hoy es. Una organización internacional no lucrativa con actividades en más de 80 países.
Planteada como una Plataforma de aprendizaje, la Biblioteca humana trabaja para ampliar la “comprensión de la diversidad con el fin de ayudar a crear comunidades más inclusivas y unidas a través de las diferencias culturales, religiosas, sociales y étnicas”.
Bajo el signo del nuevo siglo y el mundo que emerge con él, no puede sino destacarse el modo cómo el proyecto danés comprende y vuelve ejemplificante el valor de la diferencia.
Lo diferente, sea por razones culturales, religiosas, sociales, étnicas abandona, en el horizonte de una mirada de este tiempo, su estatus de dificultad, escollo, fardo, para tornarse, en sentido contrario, en lo que sustenta la posibilidad de la unidad.
Rico en definiciones absolutas e inamovibles, preso de su propia grandilocuencia, el siglo XX, de maneras incluso criminales, alimentó la idea de que un sentido de unidad que colocaba a lo diferente más cerca de la amenaza que de la oportunidad.
La metáfora de la biblioteca que el movimiento ha hecho suya no es, en ese tránsito, en modo alguno gratuita.
Después de la buena acogida de la idea inicial de seleccionar libros que ponían en evidencia el simplismo y destructividad de los estereotipos, fue a uno de sus impulsores, Ronni Abergel, a quien se le ocurrió ir más allá.
Si los libros son capaces de mostrar lo estereotípico, pueden también, y de hecho eso es lo que los grandes libros hacen, poner a la luz lo contraestereotípico, es decir, lo que desde lo complejo y lo profundo refleja y toca lo humano.
Sobrevino entonces la pieza medular de lo que hoy es La Biblioteca humana. Un espacio sin fronteras en el que las personas son los libros.
De este modo, cada mes, la plataforma presenta la imagen de una persona, real, por supuesto, que encarna o representa una situación sobre cuyos prejuicios la Biblioteca quiere alertar.
Veamos un par de ejemplos relativos a los últimos meses.
Primer ejemplo
Aparece una fotografía, no el nombre, ése no aparece nunca, y luego la misma estructura: cuál es el tema, una frase de la persona, y, después, elementos para la reflexión que aporta la Biblioteca.
Tema: Cuerpo Modo Extremo.
Frase de la persona: “No soy alguien a quien temer y comprendo perfectamente que mi apariencia puede resultar abrumadora para algunas personas. Pero entonces no seas tímido, ven y pregúntame. No voy a morder”.
“¿Por qué publicamos (este tema)?”, se pregunta la Biblioteca: “Ver a una persona con modificaciones corporales extremas en la calle es cada vez más común en las grandes ciudades. El estilo de vida tiene un firme control en los miembros de su comunidad y para alguien externo puede parecer muy extremo”.
¿Qué estereotipos o prejuicios representa?: “Los estereotipos incluyen ideas sobre actividades criminales y relacionadas con pandillas, masoquismo, adoración al diablo y problemas con enfermedades mentales”.
Algunas de las preguntas más comunes a este tipo de Libro humano: “¿Por qué lo haces? ¿Cuándo empezó? ¿Duele verse así? ¿Te gusta la adoración al diablo? ¿Qué dicen tus padres? ¿Te tienen miedo los niños?”.
Segundo ejemplo
Tema: TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Frase de la persona: “Mi gran desafío es mantener la concentración y prestar atención a las señales de los demás. De lo contrario, corro el riesgo de perder la sincronía con el contexto social. Creo que es importante hacer que mis experiencias
estén disponibles para aquellos que quieran conocer y comprender el TDAH”.
“¿Por qué publicamos (este tema)?”, se pregunta la Biblioteca: “No está claro por qué, pero los estudios muestran que la cantidad de niños a los que se les diagnostica TDAH está creciendo rápidamente”.
¿Qué estereotipos o prejuicios representa?: “Si tan sólo los padres hubieran actuado a tiempo o hubieran proporcionado una educación adecuada, entonces el niño habría aprendido a quedarse quieto. El TDAH no es un problema real, sino algo inventado por las compañías farmacéuticas para vender más medicamentos”.
“Hechos”, dice la Biblioteca: “’El TDAH’ o ‘Trastorno por déficit de atención e hiperactividad’ es una discapacidad de salud mental y uno de los trastornos infantiles más comunes y puede continuar durante la adolescencia y la edad adulta. Los síntomas incluyen dificultad para mantenerse concentrado y prestar atención, dificultad para controlar el comportamiento e hiperactividad”.
Sin los libros de mi biblioteca, soy un cangrejo sin caparazón, ha ilustrado con acierto el argentino Alberto Manguel.
Sin los libros de la (gran) Biblioteca humana seríamos cangrejos sin caparazón; y sin cangrejos.
Todos.
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