¿Vestidos para la ocasión?
Alejandro Zertuche

Observador Auto-Referente

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¿Hasta dónde todos somos parte de esta separación? La respuesta es sencilla; hasta donde lleguen nuestras creencias.

Lectura: ( Palabras)

La cadena de restaurantes Sonora Grill ha sido recientemente señalada por separar a los comensales; entre los de buena apariencia y los que no la tienen ¿Es esto un reflejo de todo lo que estamos viviendo como humanidad?

Una mayoría de la gente te trata como te ve y esto es un hecho. Esto sin importar el nivel socio económico que tenga ese observador. En la sociedad hemos instalado estereotipos que hacen realidad el generar un juicio en automático acerca de la persona que uno observa. 

Hay estereotipos de ricos y pobres, de intelectuales y liberales, de malhechores y buenas gentes, de gente del campo y urbana, y así muchos otros en donde se involucran razas y aspectos que permiten diferenciar a una persona de otra. Al final el juicio o pensamiento que se crea al ver a una persona desde las creencias o estereotipos sucede en todos lados y en la mayoría de los casos es inconsciente.

Los bares y restaurantes de “prestigio” siempre se han caracterizado por “cuidar” esa imagen de acuerdo con el tipo de consumidor al que se enfoca su mercado. Lo que menos desean es que un tipo de comensal hable mal de su lugar porque vio a “cierto tipo” de gente ahí adentro y por ello, aunque digan que ya no se le niega la entrada a nadie, realmente siempre están al cuidado de su negocio.

Este caso del Sonora Grill que llego a las redes sociales y que terminó en una guerra parecida a la de fifís y chairos, se convirtió en un espejo más de lo que estamos viviendo con la separación de la sociedad. Gente que nunca ha ido a este restaurante se montó al ataque por la discriminación y gente que lo conoce respalda el lugar porque no creen que esto sucediera. Cada uno estaba jugando a la discriminación de la otra parte desde su postura en el juego de la vida sin importar cual es la realidad de lo que aconteció.

Una vez me sucedió que al asistir a un evento no me dejaban entrar, ya que debía llevar saco y corbata según las políticas del lugar. Fue muy interesante porque yo era el speaker del evento en el que todos iban trajeados menos yo. Fue divertido porque los organizadores terminaron prestándome un saco y una corbata para poder “pasar de la puerta”. Ese día compartí a los presentes una pregunta ¿Acaso iba a ser diferente mi plática si traía corbata y saco? Posiblemente habría un juicio inicial por mi apariencia vestido de negro y con coleta en el cabello, pero al final el mensaje iba a ser el mismo y lo importante es desde donde yo lo deseaba compartir.

En años anteriores, en donde todo el tiempo usaba traje me ocurría todo lo contrario, inclusive las tres veces que fui al hospital por el nacimiento de mis hijos las enfermeras y doctores se referían a mi como doctor; “Buen día doctor”, “Buenas tardes doctor”, “Adelante doctor”, y no dejé de aprovecharlo para pasar a lugares en donde solo se le permitía la entrada a gente del hospital para ver a mis hijos recién nacidos. No había forma de que la seguridad con la que saludaba y mi traje impecable hicieran que dudaran de su juicio en el que me veían como médico.

¿Hasta dónde todos somos parte de esta separación? La respuesta es sencilla; hasta donde lleguen nuestras creencias. Habrá quien conscientemente tenga miedo, asco o simplemente crea que no debe de empatarse con un tipo diferente de persona y, por otro lado, están las personas que se permiten estar con todos sin importar religión, estatus, nivel educativo, tipo de vestimenta, etc. Lo que sí es verdad es que todo esto de los estereotipos es un programa que tenemos grabado en nuestro cerebro con el cual vamos enjuiciando la vida y lo que nos rodea. Inclusive podemos darnos cuenta de que todo esto es usado por el marketing empresarial, por la política y la religión.

No se trata de respaldar o no al Sonora Grill o a los comensales por el hecho que nunca sabremos cual fue la realidad. El tema debe de ir más profundo;  llegar a nuestras raíces para aprender a caminar juntos y empezar a disfrutar el camino con todos los seres humanos con los que vivimos en este planeta. Nadie es más importante que otro por tener, aparentar o saber más. Cada uno venimos a nuestro propio viaje y todos tenemos las mismas posibilidades de hacerlo en consciencia. Lo importante no es como nos veamos por fuera sino como nos sentimos por dentro, ahí está la gran oportunidad de vivir desde una libertad que nos una como raza humana. 

Este evento del Sonora Grill seguro moverá algunos cuidados para la atención y servicio en restaurantes y bares de prestigio. Sigamos disfrutando del taco de la calle y también del buen comer en un restaurante. Nuestra gastronomía en México nos invita a experimentarlo todo, por lo tanto si la próxima vez te toca vestirte para la ocasión recuerda que lo que más importa es lo que llevas adentro ¿Estás propiamente vestido para la ocasión desde tu interior o necesitas ocultarlo con el exterior?

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