Protejamos el alma de México
Alejandro Zertuche

Observador Auto-Referente

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¿Con qué grito silencioso nos quedamos los mexicanos?

Lectura: ( Palabras)

Haciendo a un lado los festejos del 15 de septiembre y el tradicional grito de “Viva México” desde los espacios públicos que nuestros gobernantes organizan como tradición ¿Con qué grito silencioso nos quedamos los mexicanos?

En los últimos meses hemos podido observar que nuestro país sufre los síntomas de un claro colapso social gracias a los altos niveles de polarización, desigualdad, violencia y ausencia de liderazgos públicos para enfrentarlo. Al mismo tiempo, vivimos dentro de una percepción colectiva que piensa que no se puede hacer mucho ante esto, creando con ello un sentimiento que nos lleva a una depresión silenciosa.

En medio de un país dividido donde seguimos abonando la tierra del más fuerte y con mayor poder, tenemos una gran responsabilidad que no podemos dejar de lado: Proteger el alma de México que es el futuro de todos los mexicanos.

Ante esto tenemos la oportunidad de preguntarnos ¿Seguiremos cayendo más profundo o decidiremos levantarnos? ¿Cuál es la parte con la que quiero participar para cuidar de nuestra esencia de libertad? ¿Cómo enfrentamos los nuevos retos que se presentan ante nosotros? ¿Podemos volver a imaginar y rediseñar nuestro camino hacia un futuro que sea regenerativo, pacífico y justo?

México hoy está enfrentando una crisis regional, sumada a la que nos está impactando a nivel global. Aunque cada país está librando sus propias batallas sociales, el mundo entero nos muestra también una decadencia ambiental por medio de una degradación de nuestros ecosistemas. Estamos viviendo realmente una situación que nos trae desequilibrio en diferentes frentes, sin embargo esto es exactamente lo que nos abre la oportunidad para dejar la ceguera que nos separa y entrar a una visión compartida acerca de nuestro futuro.

El historiador británico Arnold Toynbee, que estudió el auge y la caída de las civilizaciones, descubrió que las estructuras de las civilizaciones colapsan cuando los líderes y sus instituciones ya no pueden responder de manera creativa a los desafíos dominantes de su época.

Según la organización Earth4all, las estimaciones de costos para lograr los cambios relacionados con la emergencia planetaria oscilan entre el 2 y el 5% del PIB mundial. En comparación con emergencias nacionales como la guerra, los gobiernos suelen movilizar hasta el 50 % de su PIB. Entonces, si tenemos los recursos y las soluciones, ¿por qué no los ponemos a trabajar?

En definitiva estamos en el tránsito entre una civilización que termina y otra que nace. Sabemos que el camino a seguir no será fácil y que la solución a nuestros problemas en este siglo no es el gran gobierno, el poder del dinero y tampoco es la gran tecnología. Por supuesto que necesitamos los tres: gobierno, capital y tecnología para avanzar, pero lo que tenemos como oportunidad es un cambio profundo y consciente en nuestras formas de colaboración de la sociedad que, apoyados por un gobierno centrado en el ciudadano, nos permita proteger nuestro futuro.

Como mexicanos tenemos un tramo largo por andar. Lo importante es que veamos y tomemos el camino más allá de “tirar la toalla” por creer que no podemos avanzar. Lo primero que deberemos enfrentar es un cambio de paradigma para ponernos de acuerdo acerca del camino hacia el futuro que queremos. Colaborar para entender y asumir la realidad en donde estamos parados y así decidirnos pasar el umbral de una verdadera transformación que empezará de lo individual a lo colectivo. Es momento de gritar eso que hemos dejado en silencio y que todos queremos para México.

Nuestro país tiene todo para sobrellevar lo que hoy enfrentamos. Es momento de impulsar a nuevos liderazgos públicos que permitan coordinar este esfuerzo que no es únicamente de ámbito político. Se requiere de un proyecto que tenga como única visión recobrar y proteger el alma de México; eso que nos hace libres y grandes ante el mundo. Si queremos que “VIVA MÉXICO” hay que vivirlo todos los días desde el corazón que nos une y dejar a un lado el ego que nos separa ¿Cuál fue el significado atrás de tu grito ¡VIVA MÉXICO!, si es que de corazón lo gritaste?

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