¿Un futuro sin médicos?
Antonio Tenorio

Innovación, Tecnología y Sociedad

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Entre el mundo en el que la atención a la salud se verá inmersos antes de los próximos diez años, destacan: las intervenciones quirúrgicas a distancia, la teleconsulta…

Imagen: Uniao Quimica Conecta.
Imagen: Uniao Quimica Conecta.

Lectura: ( Palabras)

Tomo a préstamo de la BBC el título para este artículo. Fue, precisamente, la gran cadena pública inglesa quien lanzó esta suerte de dardo de afilada punta.

La simple sugerencia de un futuro sin una de las figuras emblemáticas del paso de lo humano, los médicos, parece a tal grado descabellada que simplemente cuesta imaginarla.

En realidad, siendo justos, a lo que se refiere la BBC no es precisamente a la desaparición de la profesión médica, sino a la necesaria reflexión que el avance de las capacidades de la Inteligencia Artificial (IA) debe convocar.

Lo cierto, también, es que la IA, en general, y las habilidades de artefactos mecánicos, a los que llamamos por convención robots, hace tiempo que forman parte de la práctica de las ciencias de la salud.

diagnóstico por línea
Imagen: iStock.

Brazos mecánicos que remueven o colocan piezas en el cuerpo, cámaras diminutas que entran por el torrente sanguíneo, sensores que son colocados para monitorear, en tiempo real, un órgano, forman parte de una larga lista que hace ver al otrora milagroso marcapasos como una simple pila de repuesto.

Desde hace tiempo, las aplicaciones tecnológicas tienen en el campo de la salud un vasto campo que, con la expansión de la Red 5G, anuncia capacidades que hoy parecen aún parte de la ciencia ficción.

Entre el mundo en el que la atención a la salud se verá inmersos antes de los próximos diez años, destacan: las intervenciones quirúrgicas a distancia, la teleconsulta, el envío de drones sanitarios, entre otras.

Estamos, sin duda, frente a un cambio que, dentro de unos años, tendrá repercusiones tan amplias y profundas, como las trajo el tendido de la red eléctrica.

drones en la medicina
Imagen: My Press.

Sólo que esta vez, si nos guiamos por la velocidad a la que se viene dando la transformación digital del mundo, aun con las inequidades evidentes que existen, el tiempo que tomará expandir los beneficios será mucho menor.

Hasta aquí, sin embargo, con todo y ese cambio radical que se avecina la presencia de los médicos, parece seguir siendo asunto indiscutido.

El reporte de la BBC cobra relevancia y se inserta en el mundo de la polémica porque si bien se refiere a las aplicaciones de la IA, lo hace desde un territorio en el que descansa buena parte del aura médica y de la dificultad de la práctica misma: el diagnóstico.

En esta línea, la celebérrima convocó en una de sus emisiones al Dr. Daniel Susskind, investigador de la Universidad de Oxford, para que hablara de una aplicación de IA, desarrollada por un equipo de médicos de la Universidad de Stanford, gracias al cual se puede detectar, con alto grado de precisión, qué lunar de la piel es canceroso y cuál no.

Daniel Susskind
Daniel Susskind (Imagen: HRM Online).

La aplicación, por lo menos en el tiempo que lleva trabajando, ha resultado más atinada en su capacidad de diagnóstico que doctores humanos.

Es el propio Susskind quien reflexiona sobre las implicaciones que ello tiene en torno a ese territorio tan particular que es el diagnóstico.

Dice Susskind, “Si se le pregunta a un médico cómo es que hace un diagnóstico, es posible que pueda indicarte partes particularmente reveladoras de un libro de referencia o dar algunas reglas generales, pero en última instancia tendrá dificultades para explicarlo con toda precisión…”.

La capacidad para hacer un buen diagnóstico se coloca así en un lugar preponderante de la práctica médica. A tal grado que la tradición griega aseguraba que la base de ello estaba dada por la adecuada lectura del alma, a través del iris, del paciente.

medicina del futuro
Imagen: La Tercera.

Es nuevamente Susskind quien hace énfasis en cómo el diagnóstico no sólo dependerá de un procedimiento “objetivo” sino que deberá contar con una dosis de subjetividad dada por la experiencia, la intuición y no poco sentido, dice el inglés, de “creatividad y juicio”.

De ahí que tradicionalmente se había pensado como insalvable la posibilidad de automatizar esa parte a la que le corresponden capacidades netamente humanas como la de intuir.

No se trata, entonces, como se ve, de que el futuro de una convergencia más amplia entre tecnología y medicina vaya a echar a la calle a los médicos.

La capacidad de los médicos para encontrar en la conversación con el paciente no sólo acompañamiento sino empatía, forma parte nodal de la vocación que, se dice, fundara Hipócrates.

En tiempos pandémicos, ha quedado más que claro que esa cualidad de tocar lo humano desde lo humano es insustituible. Médicos y enfermeras han brindado cura con su saber, y consuelo con su ser.

Inteligencia Artificial en telemedicina
Imagen: El Economista.

Mas, lo que sin duda tenemos por delante, es una radical transformación en la interrelación entre las máquinas auxiliares de la salud y las personas.

La salud, su atención y cuidado, seguirá siendo un asunto hondamente humano.

¿Se liberarán los médicos de cada vez más acciones rutinarias? Seguramente.

La expansión de más dispositivos tendría que conducir, por una parte, a orientar a más médicos a la investigación. Y, por la otra, a una práctica que, frente a los pacientes, no olvide que, como pensaban los griegos, la palabra (también) cura.

A unos y otros, médicos y pacientes, el futuro les aguarda.

Ya.

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