Por sus conocimientos de la técnica de fundición, Arnulfo R. Gómez, también diseñó el Cañón Ligero General Gómez con calibre de 75 mm, capacidad de 20 tiros por minuto y un alcance de 2,500 metros, muy útil por la orografía del país pues, podía ser usado como arma de acompañamiento de la infantería y la caballería. Este cañón tenía la facilidad de poder girar, una vez colocado en batería, 360° en plano horizontal y con una inclinación de hasta 75° por lo que también podía ser utilizado como cañón antiaéreo.
Con este cañón, el General Gómez también buscaba introducir una nueva forma de combate, evitando lo que se conocía como lucha cuerpo a cuerpo, lo que era una transformación total de los esquemas arcaicos de lucha que prevalecían en esa época y que, en el Ejército Mexicano, mucho tardaron en entender.
De acuerdo con la Hoja de Servicios elaborada por la Secretaría de Guerra y Marina, al General Gómez, por su experiencia, sus estudios e importantes conocimientos de la actividad militar, a partir de 1921 se le encomendó como principal actividad y objetivo, la reorganización y el establecimiento de mecanismos de disciplina del Ejército Nacional Mexicano.
Su experiencia, sus conocimientos prácticos y sus estudios le permitieron ser importante promotor de las reformas y modernización de los planes de estudio y mejoras en las instalaciones del Nuevo Colegio Militar. En la foto que se presenta a continuación, el General Arnulfo R. Gómez aparece firmando las actas de los Programas de Estudio del Nuevo Colegio Militar.
Como parte sustantiva de este proceso de capacitación, en el año de 1922, fundó la Revista Militar Marte, en la cual plasmó la serie de conocimientos, experiencias e ideas que había acumulado en el desarrollo de su exitosa carrera militar.
El objetivo de esta publicación era transmitir y difundir los conocimientos que había adquirido y sistematizado, a la tropa y oficialidad del Ejército Mexicano, a fin de instruir al soldado en relación con el arte de la guerra, de proporcionarle una más amplia educación, así como elevar su nivel de cultura con el fin último de crear un Instituto Armado fuerte y eficiente que, al darle solidez a su estructura, cumpliera adecuada y eficientemente con su función sustantiva.
Como auténtico visionario y transformador del Ejercito Nacional Mexicano, también pensaba en las aportaciones que el Instituto Armado pudiera hacer al desarrollo de la vida política, económica y social del país.
Con ese objetivo, Arnulfo R. Gómez realizó más de 40 propuestas que se fueron adoptando a lo largo de más de 90 años y entre las cuales podemos contar:
- un programa de alfabetización y adiestramiento de la mano de obra de todos los efectivos del Ejército Nacional en diversos oficios para que, al reintegrarse a la vida civil, tuvieran conocimientos que les permitieran actividades productivas y bien remuneradas;
- modificar el sistema de enseñanza, que estaba basado en el aprendizaje por repetición, por un esquema que más que buscar la aglomeración de conocimientos diversos, procure desarrollar las facultades intelectuales por un verdadero espíritu de análisis mental, no se trata de repetir y memorizar para saber algo palabra por palabra sino de comprender lo que se está aprendiendo como ahora se ha insistido en la Reforma Educativa aprobada en el año 2013, con más de 92 años de retraso
- conceder la autonomía de la Universidad;
- la creación de establecimientos para la crianza de caballos para el Ejército Nacional;
- el impulso que dio al desarrollo de la aviación militar y a la que definió como el arma del futuro;
- el establecimiento de una unidad y sistema de transporte militar;
- el establecimiento del Servicio Civil de Carrera tomando como base la creación del sistema de escalafón que había propuesto para el Ejército Nacional, y que fue adoptado hasta el año de 2003;
- la creación de unidades habitacionales y economatos para los militares para dar seguridad a los efectivos y sus familias;
- la creación de la figura jurídica de los diputados plurinominales como base de un desarrollo lógico de la democracia, mismos que se establecieron hasta el año de 1977 como una novedad de la Reforma Política del Estado;
- la redefinición de las actividades de los ingenieros militares considerando que, entre sus labores, deberían realizar actividades para prevenir desastres como las inundaciones a través de estudios topográficos e hidrológicos, así como establecer medidas de rescate y apoyo a personas afectadas por fenómenos naturales, medidas que sirvieron de base para la elaboración del Plan DN-III que formalmente se adoptó en 1965 etc.
Todas estas propuestas tenían como común denominador al elemento de prevención para evitar problemas futuros y no, como desgraciadamente sucedió en el Ejército Nacional y en la sociedad mexicana con la toma de decisiones y medidas que se fueron aplicando de manera reactiva, como una respuesta apresurada e improvisada a un problema que ya tenían encima o que los había desbordado con enormes daños y mayores costos para el Instituto Armado y para los mexicanos.
El General Arnulfo R. Gómez era parte muy importante del Grupo Sonorense que había sido el triunfador de la Revolución Mexicana, debido a la comunión de intereses en relación con la democracia y por la enorme amistad que había entre sus integrantes y, en el cual, el General Gómez se distinguía por ser el más joven, por su inteligencia, por su cultura (adicional al español, hablaba inglés, francés y yaqui); y por ser el más preparado en conocimientos de la milicia debido a la experiencia adquirida en su espectacular carrera militar, que incluía numerosos hechos de armas, así como los estudios que realizó en las academias militares de los ejércitos de Estados Unidos y países europeos para profesionalizarse y cumplir mejor con su función y sus actividades, convirtiéndose en un organizador muy eficiente.
Esto generó un enorme reconocimiento y grandes deferencias hacia su persona por parte del Presidente de la República, General Álvaro Obregón, razón por la cual fue designado Jefe de las zonas militares más importantes y más conflictivas del país, especialmente en el Norte de la República con el objetivo de controlar la región en donde había campeado al que Obregón había declarado como su enemigo acérrimo, Francisco Villa; así como la campaña de pacificación en Michoacán y, la campaña en el Golfo de México, para controlar y defender la enorme riqueza petrolera del país.
Conviene señalar que, en 1920, siendo Jefe de la Columna Expedicionaria de Sonora que cubría todo el Norte del país, el General Gómez fue arrestado en Tampico por el General Francisco Murguía (conocido como Pancho Reatas por su afición a colgar a sus enemigos y prisioneros), siguiendo las órdenes del Presidente Venustiano Carranza ya que éste consideraba que el General Gómez … era un personaje emblemático del Grupo Sonorense que podía levantarse en armas en su contra y a favor de Obregón, lo que mucho daño le provocaría pues, el general Gómez, tenía al contingente militar mejor preparado del Ejército Nacional de esa época.
El General Gómez como militar disciplinado, acató las injustas y obtusas órdenes de Carranza debido a que el General Obregón estaba en la ciudad de México, siendo cuestionado por su enfrentamiento político con el Jefe del Ejecutivo y, cualquier movimiento que hubiera realizado el General Gómez, podría haber perjudicado a Obregón e, inclusive, poner en peligro su vida.
Una vez que el General Obregón salió de la ciudad de México, el General Gómez reaccionó ante la injusticia que se cometió en su contra y por el deseo de Venustiano Carranza de imponer a su sucesor en la Presidencia de la República, por lo que fue el primero en desconocer a Venustiano Carranza como Presidente, el día 18 de abril de 1920, dando origen al inicio de la lucha contra el Carrancismo.
A continuación, incluyo el texto del telegrama que el General Gómez envió al C. Venustiano Carranza, desconociéndolo como un Jefe digno, por querer pisotear los principios democráticos que habían originado a la Revolución Mexicana: Sufragio Efectivo No Reelección.
Telegrama Oficial.
Papantla, Ver. Abril 18 de 1,920.
Para México, D. F.
C. Venustiano Carranza.
Después de sufrir vejaciones y penalidades en arresto que se me tenía, logré fugarme y con satisfacción le participo haberme incorporado a la Columna que era a mis órdenes, la cual pretendía usted, con fines Políticos destrozar; y estando convencido de que los principios revolucionarios están en peligro, nuevamente me lanzo a la lucha con la seguridad de vencer, pues la justicia y el derecho siempre triunfan y además que el actual Ejército carece de incondicionales que pudieran servir a Ud, pues estoy seguro que los revolucionarios sanos, seguirán mi ejemplo.
Muy atentamente. –
El Gral. de la Columna A. R. Gómez
Esta acción fue tomada por el Grupo Sonorense como un ejemplo en defensa de los principios revolucionarios de Sufragio Efectivo No Reelección por lo que, masivamente adoptó su idea, siguió su ejemplo y se sumó a la acción del General Gómez.
Formalmente, el Grupo Sonora desconoció al C. Venustiano Carranza, a través del Plan de Agua Prieta que tenía como base las ideas que el General Gómez había esgrimido para realizar su movimiento, mismo que el Grupo Sonorense publicó cinco días después, el 23 de abril, y en el cual se nombró al Gobernador de Sonora, C. Adolfo de la Huerta Marcor, como Jefe Provisional “… quien tendrá interinamente el carácter de Jefe Supremo del Ejército con todas las facultades necesarias para la organización política y administrativa de este movimiento”
La espectacular carrera militar del General Gómez continuó y, en diciembre de 1922, el Presidente de la República, General Álvaro Obregón lo designó titular de la 11ª Jefatura de Operaciones Militares y de la Guarnición de la Plaza de la ciudad de México que, después tomó la denominación de 1ª Jefatura de Operaciones Militares y Guarnición de la Plaza de la ciudad de México, la más importante de la República Mexicana, en justo reconocimiento a la labor desarrollada, a su experiencia y a los grandes méritos y éxitos alcanzados que incluyeron, adicional a las campañas de combate al Villismo, las Campañas contra el Orozquismo, la Pacificación de Michoacán; el Maytorenismo, el combate a Los Yaquis y contra el General Juan
Cabral; sus acciones en Las Huastecas y el combate al General Manuel Peláez y al General Daniel Martínez Herrera; y su combate al General Pablo González, entre otras, que posteriormente también incluyó la campaña contra el delahuertismo.
Como Jefe de diversas zonas militares, el General Gómez fue reconocido por cumplir adecuadamente con su función sustantiva y, muy importante, es que sus actividades fueron más allá de la actividad meramente militar, abarcando una función social que benefició grandemente a la vida de la comunidad pues, redundaba en la economía de las localidades en donde se ubicaba ya que, el orden que estableció, combatiendo a la inseguridad y la insalubridad en las diversas zonas en donde estuvo adscrito, generó enorme confianza y tranquilidad para su población.
Especial referencia se puede hacer al Puerto de Tampico y al de Veracruz, en donde las actividades que desarrollo y la ayuda que prestó, a las autoridades civiles, permitió un resurgimiento del comercio y la industria como merecían los Puertos más importantes del país, así como en la misma ciudad de México.
En 1923, cuando apenas ostentaba el grado de General de Brigada -como resultado de la serie de actividades realizadas en favor de la reorganización, la reestructuración, el establecimiento de mecanismos de disciplina y la capacitación de los miembros del Ejército Nacional Mexicano- por instrucciones del Presidente de la República, Álvaro Obregón, la Secretaría de Guerra y Marina instituyó el Trofeo Copa General Arnulfo R. Gómez a fin de reconocer la Excelencia en el Ejército Nacional Mexicano y premiar a los Cuerpos vencedores de los Concursos de Infantería y Artillería en la realización de ejercicios y procedimientos que se siguen en la Guerra Moderna.
En la Primera Edición de la Copa General Arnulfo R. Gómez, organizada por la Secretaría de Guerra y Marina a través de la Primera Jefatura de Operaciones Militares y de la Guarnición de la Plaza, este trofeo fue entregado por el Presidente de la República Mexicana, General Álvaro Obregón, el 16 de Septiembre de ese año, y fue el evento con el que se dio inició a la celebración de las Fiestas Patrias en ese día. El evento se desarrolló en el Antiguo Hipódromo de la Condesa y revistió una importancia especial por ser el primer trofeo a través del cual se hacía un reconocimiento en vida, a los méritos de un miembro del Ejército Nacional, y sin que aun tuviera el máximo grado dentro del escalafón militar.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
- Aguacate Mexicano al Libro de Guinness
- Copa General Arnulfo R. Gómez: Reconocimiento a la Excelencia en el Ejército Nacional Mexicano (Pt.4)
- Copa General Arnulfo R. Gómez: Reconocimiento a la Excelencia en el Ejército Nacional Mexicano (Pt.3)
- México y el TPP-11: mucho peor
- México: panorama desolador con la Alianza del Pacífico
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.