No tengo ninguna duda que las peores atrocidades que se han cometido en la historia de la humanidad han sido hechas por gobiernos militares o militarizados.
Desde Mao Tse Tung, Stalin, Hitler, todos los gobiernos militares de nuestra América Latina, y podemos enumerar decenas de casos en África y Asia, que desafortunadamente aun siguen cometiendo actos terribles en contra de sus poblaciones, oímos y vemos con horror lo que hace el nuevo gobierno talibán en Afganistán; los íres y venires en Myanmar; nadie puede no darse por enterado de todos los abusos de Chávez y ahora de Maduro en Venezuela, yo tuve la oportunidad de visitar esa nación en dos ocasiones y el deterioro entre 2011 y 2015 fue increíble; hoy lo que está sucediendo en Nicaragua bajo el régimen de Ortega es casi inaudito y ni siquiera comparable con las cosas que hizo -en su momento- otro dictador en ese país Anastasio Somoza.
La organización intergubernamental IDEA, fundada en 1995, señala, entre otras naciones bajo estas condiciones, a la misma Rusia, que padece una especie de dictadura militarizada, a Corea del Norte, Cuba, China, Arabia Saudí, Qatar, Angola, Tailandia, Libia, Sudán del Sur, Burundi, Ruanda, Bielorrusia, Azerbaiyán, Eritrea, Uzbekistán, Chad, Kazajistán, Camboya, Guinea Ecuatorial, Irán, República del Congo, Laos, Suazilandia o Eswatini, Baréin, Yemen, Siria, y Vietnam.
La verdad es que poco hay que presumir o copiar, en materia de democracia y libertades a estas naciones.
La misma organización indica que en 1975 solo el 36% de la población mundial vivía bajo un régimen democrático y que para el año 2018 esta cifra había aumentado al 57%, y hoy se ven claros indicios de que ésta pueda a reducirse a menos del 50%.
Los países más civilizados del mundo tienen ejércitos muy acotados y dedicados única y exclusivamente para lo que nacieron. Defender a sus respectivos países en caso de una guerra, enfrentamiento bélico o asuntos muy puntuales. Ahí tenemos a los países nórdicos, por ejemplo. Donde inclusive el jefe de todos los generales es un civil.
El ministro de la defensa de Suecia (Reino de Suecia) es un civil y es el jefe del jefe de las fuerzas armadas (tierra, mar y aire), lo mismo sucede en España, y otros países de Europa.
México, a lo largo de su historia, ha tenido a militares como presidentes o jefes de estado: Agustín de Iturbide, Guadalupe Victoria, Antonio López de Santa Anna, Maximiliano I, Porfirio Díaz, y ya en épocas más recientes a Victoriano Huerta, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Abelardo L. Rodríguez, Lázaro Cárdenas, y Manuel Ávila Camacho, fue en el período 1940-1946, el último presidente militar en nuestra historia.
En diversas legislaturas, tanto de diputados como de senadores, hubo desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) miembros de las fuerzas armadas ocupando estos cargos. Me di a la tarea de investigar si había en la actualidad alguno de ellos, pero no pude obtener esa información.
En México ha habido una tradición -desde los años cuarenta- que los miembros del ejército y la Armada de México (Secretaria de Marina) tengan una participación muy acotada en temas políticos del país y podemos decir que durante todos esos años, el ejercito y la armada de México tenían una alto reconocimiento de la población, ya que para todos, propios y extraños, estaba claro que los marinos y los militares estaban para servir a México y con ello al gobierno en turno.
El ejército y la marina, ante, afortunadamente, las pocas acciones bélicas en las que el país se ha visto envuelto desde terminada la revolución en 1917, habían tenido una actividad relevante en acciones muy puntuales con el plan de auxilio a la población civil en casos de desastre, conocido como Plan DN-III-E. También como apoyo en ciertas labores en los estados de la República, donde tradicionalmente y de forma errónea, muchos gobernadores nombraban a generales en retiro como secretarios de seguridad pública o el equivalente. Obviamente había y sigue habiendo labor de inteligencia y contra inteligencia al servicio del gobierno; una relevante presencia de la marina en puertos; el registro de armas de fuego a cargo de la defensa nacional; y podríamos enumerar una serie de actividades no mayor a veinte, en las que ambas dependencias tenían injerencia con la población civil en temas cotidianos. Con la llegada al gobierno del presidente Calderón, esto cambio, para mal, de forma radical.
Con la llegada del presidente López el número de actividades asignadas, tanto a la marina como al ejército ya supera las 230. Lo cual es altamente preocupante, porque en muchas de ellas no tiene conocimientos y menos experiencia, como administrar aduanas o puertos, por solo señalar algunas. Y ni que decir de la creación de empresas, como la formada para administrar el Aeropuerto Felipe Ángeles (conocido como el chAIFA) que ha sido un absoluto fracaso, con costos muy por encima de lo presupuestado, de lo razonable, hecho por empresas de muy reciente creación en la que ya se sabe que están involucrados altos mandos a título personal; y además con falta de transparencia y opacidad absoluta, al declararlo de seguridad nacional, como ahora está sucediendo con el Tren Maya, otro fracaso, atrasado, un ecocidio, y con altísimos costos.
Bueno, para lo que originalmente Calderón lo saco de los cuarteles, han demostrado una inmensa incapacidad. Cada sexenio ha habido más muertos y éste no es la excepción, a pesar de lo que nos quiera decir el presidente en las mañaneras. El presidente miente y los datos están a la vista, de fuentes oficiales para demostrarlo.
A finales del sexenio del presidente Fox había un índice de 10 muertos por cada 100 mil habitantes, una cifra bastante parecida a la de la mayoría de los países desarrollados, que ronda los 6 a 11. Hoy esta cifra es de 28 por cada 100 mil habitantes. En el período 2018-2020, ya en el sexenio del presidente López, se registró el índice histórico más alto con 29 por cada 100 mil habitantes.
El ejército mexicano ha recibido -en múltiples ocasiones- críticas y observaciones de muy diversas organizaciones defensoras de derechos humanos por la participación de militares en la detención de migrantes, nexos con el narcotráfico y la responsabilidad de militares involucrados en desapariciones y ejecuciones extrajudiciales. Un ejemplo claro de los dos últimos supuestos es el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que esta semana se corroboro que el ejército estuvo involucrado, sin ninguna duda al respeto, cosa que lo habían señalado expertos desde el día uno, pero que el gobierno de Peña lo oculto y el de López igual, hasta que ya resulto imposible hacerlo.
De los casi cien mil desaparecidos que hay en este momento en México, podemos afirmar con total certeza, que muchos de ellos tienen que ver con acciones ilegales e ilícitas de parte de miembros del ejército mexicano y es obvio que entre los más de 400 mil homicidios dolosos (120 mil con Calderón, 156 mil con Peña, 124 mil con López) sucedidos en México desde que el ejército se salió de los cuarteles con el presidente Calderón y a la fecha, muchos tienen que ver con acciones del ejército.
Favores al ejército como liberar, a quien sabe que costo al general Salvador Cienfuegos de la justicia americana, en un arreglo en la más absoluta obscuridad entre el mafioso y corrupto expresidente Donal Trump y el presidente López, es solo uno de los muchos ejemplos de actos que el presidente López ha hecho por corruptos miembros del ejército y lamentablemente también de la marina, que en años recientes también se ha visto salpicada.
Ahora se quiere, violando la Constitución, convertir a la incapaz e ineficiente Guardia Nacional en parte del ejército, para sumar a sus 100 mil integrantes a los más de 400 mil miembros del ejército mexicano.
Dese el 2010 el presidente López, integrantes de su gabinete ampliado, como el mismísimo Manuel Bartlett, muchos de los actuales legisladores, gobernantes, dirigentes y altos jerarcas de Morena, habían dicho que había que regresar al ejército a los cuarteles y que hacer lo contrario, era inclusive una traición a la democracia y a México. Que cuando ellos llegarán al poder lo harían… y ahora.
El presidente López esta “comprando” al ejército y a la marina ¿con qué fin?
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Sinceramente da miedo a donde nos puede llevar este señor con sus estrategias
Asi es Victor, Es muy peligroso hacia donde esta llevando el país el presidente López y en materia de seguridad y su relación con el ejercito y la marina es doblemente preocupante.