Después de haber caminado poco más de 150 kilómetros, recorrido miles de kilómetros por avión y unos cientos por tren en 13 días por Perú, les puedo decir que es un gran destino turístico.
Perú esta de moda por lo gastronómico y a eso hacia referencia en mi anterior artículo, Perú está de moda porque tiene a Machu Pichu, que es considerada una de las siete nuevas maravillas del mundo… que si lo es, pero tiene mucho, mucho más que ver.
En este viaje visitamos fundamentalmente tres destinos, Lima, el Lago Titica, al cual nunca había ido, y Cusco, y sus alrededores. Si hubiéramos tenido un par de días más para viajar, sin duda hubiéramos ido a Arequipa, que es una gran ciudad, con mucho que ver y hacer.
El viaje al Lago Titica, debo decir que estaba “condicionado” a hospedarnos en un buenísimo hotel con todo incluido en sus orillas, que es el Hotel Titilaka. El servicio de este hotel es realmente espectacular, aunque debo decir, que en todo Perú nos sorprendió muy gratamente el maravilloso sentido de servicio y buena disposición de la gente en todos los pueblos, ciudades y sitios que visitamos.
En el Lago Titicaca hay que visitar las islas de los Uros, una tribu que habla la lengua Imara y que huyo de los conquistadores y de los incas, y creo centenares de islas en el Lago. Es muy impresionante como en el año 2022 hay gente que prefieren su libertad y respetar sus tradiciones y cultura que caer en las tentaciones de las comodidades y desventajas de vivir en lugares más desarrollados y con mucho mejor infraestructura. Lo que hacen y como lo hacen, es digno de la mayor admiración y respeto.
Otro de los grandes atractivos del lago es la isla de Taquile, donde en algunos momentos te sientes en algunas de las más conocidas y turísticas islas griegas. Las vistas desde la parte alta son realmente espectaculares. En Taquile se come muy bien, comida local, bien sazonada con productos muy frescos cultivados en la propia isla. Tiene terrazas de cultivo por muchos lugares de la isla, siguiendo la tradición de agricultura peruana milenaria.
También en Taquile se ven y respetan tradiciones en la vestimenta, los sombreros, las forma de casarse, las fiestas, los bailes, la música, y la artesanía. Es pues, muy interesante.
Las noches del Lago Titica, el lago navegable más alto del mundo con sus 8,400 kilómetros cuadrados, de los cuáles el 60% pertenece a Perú y el 40 a Bolivia, son únicas. Con un poderoso apuntador de rayo láser, te enseñan las estrellas, las constelaciones, los planetas, que puedes ver, como en muy pocos lugares del mundo, gracias a su altura (3,812 msnm) y a la obscuridad del lugar. Me imagine a los astrónomos quechuas extasiados viendo estas estrellas hace cientos, miles de años.
Cerca del Lago se pueden visitar Sillustani y Molloco, cementerios quechuas con unas torres funerarias impresionantes y Aramu Muru (Muro) donde esta una falla geológica o bosque de piedras, único en el mundo y donde además está el portal interdimensional de Aramu Muro. Puerta por la que transito el gran sacerdote quechua que se llevó con él toda la sabiduría de ésta maravillosa cultura.
Las dos ciudades cercanas al Lago no aportan nada, más que desorden urbanístico: Puno y Juliaca, donde está el aeropuerto.
Nuestro viaje al Lago Titica termino iniciando un viaje, por tren a Cusco, estación de Wancha desde Puno. Un recorrido memorable de 10 horas por PeruRail. El viaje es una joya por las vistas en todo el recorrido, por la comodidad de los asientos, por las amenidades a bordo, por la comida, el show, hasta por lo que te venden a bordo. Muy, muy recomendable.

Cusco es una ciudad con mucho sabor y que esta muy de moda entre jóvenes de todo el mundo que abarrotan los hostales y hoteles de bajo costo y por ello hay mucho ambiente en las noches, en sus múltiples bares. Pero la oferta hotelera va desde hoteles de más de cinco estrellas y de verdad se las merecen, hasta hoteles de las grandes cadenas que todos conocemos y muchos hoteles pequeños locales. Lo mismo sucede con los restaurantes.
En Cusco vale mucho la pena visitar la catedral, es inmensa y muy espectacular, el Museo de Arte Precolombino (MAP) un proyecto conjunto del reconocido Museo Larco de Lima y la Fundación BBVA; el Convento de Santo Domingo (Qorikancha); el barrio de San Blas para visitar talleres de artistas locales y caminar por sus muy pintorescas callecillas; el Mercado de San Pedro y especial mención me merece la Plaza de las Nazarenas, donde ésta el MAP y los tres más lujosos hoteles de la Ciudad y buenas tiendas de artesanías y textiles.
Prácticamente en la ciudad hay cuatro sitios arqueológicos de cierto interés, siendo el más relevante Sacsayhuamán, los otros tres sitios son Qenqo, Puca Pucara y Tambomachay.
Cerca de Cusco es obligado visitar Chinchero, un sitio preinca (Quilque) muy interesante, donde hubo un centro de investigación agrícola muy avanzado para su tiempo (1,100 d.C.) y un centro educativo de selección temprana; el sitio arqueológico de Moray, donde están los famosos círculos de investigación agrícola; la salinera de Maras, un salar que se origina a mil metros debajo de las montañas, que están 3,300 msnm y que termina en más de 3700 pozas de sal rosa que son explotadas desde el 800 a.C., originalmente por la tribu de los Warys. A esta sal se le atribuyen muchos beneficios.
De igual importancia están Pisac, donde uno de los grandes atractivos es el cementerio vertical y Ollantaytambo, una ciudad inca realmente muy completa, rodeada de montañas, donde se puede destacar el complejo y sofisticado sistema de almacenamiento de alimentos para los meses o años de sequías.
Finalmente, para quien le guste el tema de la naturaleza, destaca la montaña de los siete colores, Vinikunka, o montaña arcoíris, que es visitada por miles de turistas anualmente y a 20 kilómetros está la Cordillera de Palcoyo, que es prácticamente igual y tiene muy pocos turistas. Nosotros fuimos a la Montaña de Palcoyo, ubicada a más de 4800 metros de altura y si es realmente muy impresionante esta fractura geológica conocida como diaclasa en la que se observan distintos colores en la montaña por la oxidación y la erosión de los minerales de los sedimentos marinos, lacustres y fluviales de hace más de 60 millones de años, según las investigaciones más recientes de la Sociedad Geológica de Perú. En el recorrido de casi cuatro horas desde Cusco, pudimos ver alpacas, llamas y hasta vicuñas en su hábitat natural.
La estrella de la corona alrededor de Cusco obviamente es Machu Pichu, que en realidad se llamaba Huayna Picchu. Nosotros llegamos a la montaña vieja haciendo una parte del camino del inca, recorriendo una parte en tren y haciendo alrededor de 15 kilómetros de senderismo. Machu Pichu fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1983. Resumo diciendo que es una ciudad quechua construida en el siglo XV donde vivió el inca (emperador) Pachacútec con su familia, alrededor de 500 personas, y que a la llegada de los conquistadores fue abandonada. Es decir, solo se habitó alrededor de 120 años. Los españoles nunca llegaron a esta ciudad de 326 kilómetros cuadrados, que fue “redescubierta” por el explorador norteamericano de origen hawaiano Hiram Bingham en 1911-1912 y originalmente por el agricultor y hacendado peruano Agustín Lizárraga en 1902.
Finalmente llegamos a Lima y puedo decir que se puede visitar la ciudad en un par de días. Vale mucho la pena visitar su centro histórico, destacando la Plaza Mayor y en ella su catedral, los balcones de muchos edificios coloniales, la basílica y convento de San Francisco de Lima y sus catacumbas, la Plaza de San Martín, el Palacio de Torre Tagle y el Museo del Inca Garcilaso.
Aunque no es una ciudad caminable en toda la extensión de la palabra, se pueden recorrer sus parques, como el de las leyendas, el del amor, el 7 de junio, el Kennedy, y el olivar. Es muy agradable caminar por el malecón por tramos y recorrer algunos de sus distritos como Barranco y Miraflores andando. Yo soy muy de museos, así que visitamos el sitio Huaca Pucllana, que es espectacular; el Museo Larco, que vale mucho la pena, el Museo de Arte de Lima (MALI), Museo de Arte Contemporáneo, y Museo Pedro de Osma. Me dio mucha pena saber que cerro el museo de fotografía de Mario Testino y que estaban cerrados temporalmente otros, como el de textiles “AMANO” y el del oro y armas del mundo.
Destaco lo bien que están conservados, limpios, ordenados y el mantenimiento de los sitios arqueológicos por todo Perú, el servicio y buena disposición de la gente para atender al turista, lo accesible que es cambiar divisas a soles y la posibilidad de pagar con tarjetas de crédito o débito, y la gama de posibilidades para visitar el país para todos los bolsillos.
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