Las metáforas de la izquierda
Manuel Ramiro Hernández

Visión Integral

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Desde luego hay siempre una intención de clasificar a cualquier tendencia política como de derecha o de izquierda, independientemente de sus orígenes.

Lectura: ( Palabras)

Hace un par de semanas leímos en la clase de Medicina y Literatura, que como materia opcional imparto en la Facultad de Medicina, dos libros de Susan Sontag, La enfermedad y sus metáforas y El SIDA y sus metáforas, yo había huido un poco la lectura de estos libros, sin embargo, el acercamiento que tuvimos al libro de su hijo, David Rieff, Un mar de muerte. Recuerdos de un hijo, en donde relata el enorme sufrimiento de su madre ante su último padecimiento y las consecuencias que acarreó a su familia y amigos, específicamente a él. A los alumnos les encantó y les impactó mucho. En Medicina y Literatura, lo que intento es que los alumnos se percaten como la Literatura puede ayudar a la formación del médico, revisamos varios tipos de libros, de temáticas diversas, una de ellas es la que muestra o relata la impresión de los pacientes y sus familias por la enfermedad que sufren.

Desde hace varios cursos he conseguido que los alumnos lean un libro a la semana y en nuestra reunión de los miércoles lo que hacemos es discutir y comentar las impresiones que les desencadenó su lectura. Decía que había evitado a Susan Sontag, porque es una autora muy compleja, que además sufrió mucho con sus padecimientos. Como hacía tiempo que no me acercaba a los libros de las metáforas decidí releerlos; La enfermedad y sus metáforas lo escribió en 1978 y publicó en 1980, El Sida y sus metáforas lo publicó en 1988.

A lo largo de ambos libros nos manifiesta sus conceptos sobre la enfermedad y las repercusiones sobre el paciente, utiliza la palabra metáfora en un más de un sentido, no sólo en el sentido de la retórica en que una cosa es nombrada de otra manera para embellecerla o enaltecerle. como se utiliza ampliamente en la poesía y en la literatura en general, me parece que Sontag la utiliza también para hacer notar los eufemismos, las mentiras e incluso la discriminación. La mayoría de los diccionarios se refieren a metáfora en el concepto retórico, el de María Moliner lo hace en un sentido más amplio. Al principio de El SIDA y las metáforas, para explicar su concepto de metáfora utiliza, lo que ella considera un hecho que ha oscurecido el entendimiento de muchos aspectos de la vida política del siglo (XX), se refiere a clasificar las posiciones y los  movimientos sociales en una izquierda y una derecha; Sontag nos dice que esto sucede desde la época de Platón y Aristóteles, aunque se vio renovado en la Revolución Francesa por las posiciones que ocupaban en el parlamento simpatizantes de diferentes tendencias, nos dice que esto solo ha servido para justificar la represión, así son los juicios de la Sontag.

Prácticamente al mismo tiempo escuche a un analista político que dado el primer lugar en la primera vuelta de Lula en las elecciones a presidente de Brasil, comentó que si esto se concretaba en la segunda vuelta (como él aseguraba) el continente americano, del Bravo para abajo se pintaría de rojo al ser casi todos los gobernantes de izquierda.  Como acaba de leer metáforas de las enfermedades, pensé que esto es otra metáfora, por no decir una falacia.

Intentar comparar a Gabriel Boric con Miguel Díaz Canel, no tiene sentido, Boric gana unas elecciones en Chile, absolutamente democráticas después de dos o tres periodos de alternancia en su país, Díaz Canel en Cuba hereda su cargo de Raúl Castro que a su vez lo hereda de su hermano Fidel, Cuba un país de un partido político único, sin elecciones, con grandes represiones ante el menor intento de crítica al gobierno o al Estado, por más que recientemente hayan declarado legal el matrimonio entre individuos del mismo sexo y que el aborto esté legalizado hace tiempo. Algo parecido sucede al tratar comparar a Maduro con Petro, Maduro es un tirano de tomo y lomo que ha llevado a su país a un desastre económico que ha obligado a muchos venezolanos a emigrar en condiciones desastrosas y Petro llega al poder a través de unas elecciones perfectamente democráticas.

Peor, quizá resulte comparar a Daniel Ortega de Nicaragua con Pedro Castillo del Perú; Ortega acaba de tomar posesión de su quinto periodo como presidente, en contra de todos los comentarios de la oposición, a la que ha ido destruyendo, encarcelando a sus miembros, extraditándolos y quizá algo más, por supuesto que existía un impedimento constitucional, que con chanchullos fue evitado; Castillo llega a la presidencia del Perú en unas elecciones absolutamente democráticas, tiene problemas en el desempeño de su gobierno, un poco por su inexperiencia y en parte por encontrarse a un país desestructurado después de varios gobiernos que aun con éxitos económicos y sociales se vieron envueltos en graves escándalos de corrupción que hicieron que más de uno de sus presidentes tuvieran que renunciar, incluso alguno de ellos ha sido procesado y otros están pendientes de serlo; por no hablar de uno que prefirió suicidarse antes de ser llevado a la justicia.  

Hay que considerar que Fernández, peronista, forma parte de una izquierda latinoamericana, es muy aventurado, proviene de un continuismo que empieza con Kichner, su esposa Cristina Fernández y ahora él en una continuidad del Partido Justicialista de más de 20 años, solo interrumpida por la presidencia de Macri, siempre marcado por la deshonestidad y el escandalo. En cuanto a que el gobierno de López Obrador sea de izquierda, hay expertos politólogos que lo cuestionan, definiéndolo más bien como un régimen nacionalista conservador.

Desde luego hay siempre una intención de clasificar a cualquier tendencia política como de derecha o de izquierda, independientemente de sus orígenes, de sus apegos a la democracia, que sus militantes tengan una procedencia honesta, y sus posibilidades de buscar y conseguir éxitos en conducir a gobiernos que mejoren el estado de bienestar de sus gobernados.

A reserva que Lula gane o no en el Brasil y que su gobierno sea realmente liberal y progresista; podemos concluir que la izquierda latinoamericana no es más que una metáfora, le demos a metáfora el concepto que queramos, incluido el complejo sentido que le da Susan Sontag.

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Una respuesta a “Las metáforas de la izquierda”

  1. El tema que toca en esta participación me parece muy interesante y de actualidad, no todo es blanco o negro, hay grises y considero que es un gran avance en América con estos gobiernos de izquierda que efectivamente han llegado por la vía democrática como son Perú, Colombia, Chile, Bolivia, Argentina y México, esperemos que Brasil logre un cambio hacia un gobierno liberal con Lula, todo esto habla de la no injerencia de Estados Unidos en estos procesos democráticos en América a lo que estaba acostumbrado por décadas imponiendo gobiernos autoritarios y militaristas, dando golpes de estado cuando los gobiernos no van con sus intereses, como el último que intento dar en Bolivia.
    El caso de Nicaragua es una vergüenza y un atentado a la libertad y la democracia, un gobierno que surgió como respuesta a un dictador y que ahora es uno más de estos malos gobernantes que se prolongan en el poder de manera autoritaria.
    Lo felicito por la gran labor que realiza con los estudiantes de Medicina, introduciéndolos en el maravilloso mundo de la lectura y el papel tan importante que juega en el ejercicio de su profesión, les va a dejar una huella que los va a marcar para continuar con este hábito de por vida.
    Saludos

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