Obituario
Manuel Ramiro Hernández

Visión Integral

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Q.E.P.D.

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( Palabras)

Para mí era Samito. Nadie me había hecho más sufrir como él lo hizo y nadie me dio tanto agradecimiento como él lo hizo. Tan puro, tan limpio, tan profesional.

Samito, te extraño y te extrañaré por siempre. Lo que tú fuiste en la vida fue espantoso. Lo que tuviste que poder hacer para finalmente descubrir la alegría en tu corazón es inaudito.

La magia de tu mente, alma y corazón creativo, es irrepetible. Tu belleza interna, tu bondad, la crueldad defensiva a la acción paternal por la que sufriste afectivamente, fue una batalla que lograste resolver en tu interior y ante e l mundo estos últimos años.

Años de riqueza espiritual, amorosa, genial y, sobre todo, la salida de tu ser a la vida cual debió haber sucedido desde que naciste, son el regalo al mundo de ti, luchador por el bien que siempre deseaste sembrar, y que finalmente lo lograste y obsequiaste a diestra y siniestra.

Creo que yo fui el único que te comprendió en todos tus ángulos, y quien te perdonó y con profundo amor fraternal, como siempre debiste haber sido querido y protegido en tu más profundo interior.

¡Te extraño!

Ve al abrigo del Señor que él si te ayudará y comprenderá y protegerá desde lo alto. Y tú le ayudarás a facilitarle su tarea para con los demás. Así de grande es tu corazón.

Samito, ¡don Samuel Servín Villada!

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( Palabras)

El Accionismo Vienés surgió como un autocastigo después de la Segunda Guerra Mundial, la generación de los años 60, hizo del performance un mea culpa inconsciente, sumado a su adicción al psicoanálisis como valor nacional, resultó en obras que explotaban el sufrimiento gore. El performance actual es un copi-paste light. Murió el padre de todos los performanceros masoquistas, que deberían estar de luto, Hermann Nitsch autor del “Orgies Mysteries Theatre”, que llamó el “arte total”.  Las obras de Nitsch no eran totales en el sentido del arte, eran totales en el sentido del exhibicionismo de una crueldad gratuita hacia los animales y los actores que lo seguían como una secta. Sus escenarios cubiertos de sangre de animales, sacrificaban vacas y toros para “demostrar el aspecto ritual del arte”, abrieron la puerta a la borrachera gore de miles de artistas VIP que resuelven su carencia de ideas recurriendo a la fórmula de usar sangre y violencia en sus obras. La lista es interminable, va desde Marina Abramovic hasta nuestros ejemplos autóctonos como Margolles o Wolfer, así de bajo cayó la influencia del padre.

La obra de Nitsch institucionalizó en el arte contemporáneo el exhibicionismo masoquista, gore y el abuso como obra de arte. Si sufre, es arte. El material es la obra, entonces si es sangre es arte. Las instalaciones y performances de Nitsch que llamaba también “action paintin” y performanceros desnudos en estado histérico, rituales inventados, sin bases antropológicas, versiones snobs para cubos de galería, que según él cuestionaban “tabús morales”. Shows que ni alcanzan la ritualidad violenta de, por ejemplo, nuestros padres aztecas, ni la realidad narco-social o la ficción del cine y por lo tanto no alcanzan a cuestionar nada, son excusas para un exhibicionismo que ya es lugar común.

Sus obras y su estilo de performance consiguieron que el mundo del arte VIP, tan superficial e infantiloide, se sintieran intensos y profundos, las obras sin contenido intelectual, o con discursos acomodaticios y oportunistas, podían llevar a cabo toda clase de ultrajes bajo el amparo omnipotente de la palabra “arte”. No se cuestiona el verdadero contenido, cualquier motivo es válido, y si matan animales o utilizan sangre en diversas formas, como lo han hecho muchos, la crítica se conmueve, aplaude y el artista VIP se vende como activista-multiplataforma.

Se Murió. Las universidades y sus clases de performance podrán hacer un velorio-performance-histeria colectiva, y darle el  Doctorado Honoris Causa Post Mortem. Angelitos con cubetas de sangre, lo esperan en el cielo de los performanceros, para invitarlo a la Bienal del Más Allá. Aquí se quedan en este valle de lágrimas, sangre de mentiras y bienales, todos sus hijos y nietos que lo imitan, lo copian, y explotan su herencia como el único camino posible para trascender en el arte contemporáneo VIP.

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