La pregunta puede parecer retórica, pero en realidad no lo es. Para algunos nuestra humanidad radica en un alma que nos es dada por un ser supremo. Otros, sin embargo, consideran que nuestra humanidad radica en nuestra capacidad de autoreconocernos, por lo que es nuestra conciencia y libre albedrío lo que nos hace humanos.
Otros más, creen que somos humanos en la medida en que nuestros genes y cromosomas son de origen humano. Es decir, desde una posición genetista o biologicista somos humanos en la medida en que nuestro ADN es humano.
No obstante todo lo anterior, la ciencia cada día nos obliga a cuestionarnos de manera repetida y sistemática, qué es lo que nos distingue como humanos. Si nos quedamos con la idea de los genes, tenemos un problema, pues cada día hay más experimentos quiméricos, en donde se fusionan, con diversos fines, genes humanos con no humanos.
Apenas este 15 de abril en la prestigiosa revista Cell apareció un artículo científico titulado “Chimeric contribution of human extended pluripotent stem cells to monkey embryos ex vivo”, en el que se habla de diversos experimentos en los que en la Universidad Kunmimg de Ciencia y Tecnología, se desarrollaron tres embriones quiméricos con una carga genética de macaco (Macaca fascicularis) y ser humano.
Este tipo de experimentos ofrecen posibles grandes ventajas en el mediano plazo, la idea al final del día es generar animales que puedan desarrollar algún órgano humano para lograr lo que se conoce como xenotransplantes.
Recordemos que en realidad esto no es la primera vez que se hace, ya hace décadas la prensa dio cuenta de vacas modificadas que poseen material genético humano (el gen del precursor de la insulina humana), y a partir de ello es posible generar proteína de la insulina humana.
La pregunta, un tanto de ciencia ficción es: ¿qué pasaría si, por ejemplo, alguien lograra que esos embriones de macaco y humano fueran gestados y naciera así un individuo genéticamente híbrido?
Es decir, y quizá también en términos de ciencia ficción, ese tipo de seres ¿cómo deberían ser considerados?, ¿cómo humanos o no? Insistimos en el juego de la ciencia ficción, porque hasta ahora y por lo que se sabe, la pretensión no es ésa, sino generar órganos como ya se adelantó.
Otro gran debate sería en términos de la dignidad desde la perspectiva kantiana, pues para Kant la dignidad sólo pertenece a los humanos en tanto que somos seres con la capacidad de autonomía moral.
Como lo adelantamos al inicio de este texto, los avances científicos siempre nos enfrentan a nuevos dilemas que tenemos que abordar. Hoy se escuchan voces que defienden derechos de los animales, en esa misma tónica, un animal que haya recibido genes humanos, ¿tendrá más derechos que aquel que es 100% genéticamente no humano?
En fin, el debate apenas comienza.
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