Padrenuestros, avemarías, rosarios, letanías. Misa entera los domingos y fiestas de guardar, los 10 mandamientos, Diostesalvereinamadre, por mi culpa, por mi culpa, angelito de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, San Cristóbal, protégeme, San José, dame una buena muerte, San Jorgito bendito, aunque te hayan quitado del santoral, amarra a tus animalitos con un cordón bendito, virgen santa del buen camino, llévanos sanos y salvos a nuestro destino. Crucifijos, virgencitas, agua de Lourdes, una astilla de la santa cruz, un cirio para encender en las tormentas, misales y escapularios.
Olor a incienso, misa de gallo en Navidad, de medianoche en Semana Santa, viacrucis, las campanadas tocando la primera llamada, la segunda, la tercera, apúrense, no vayan a llegar tarde. Las procesiones para que llueva. Piedad y clemencia, perdónanos, señor. La misa del buen temporal, gracias, señor Jesús por interceder por nosotros, gracias, virgencita de Zapopan, virgen viajera. Acomódenle bien el manto, no vaya a pasar frío en la sierra. Pónganle el sombrero y cúbranla con la sombrilla, hace calor en el campo. Niño de la salud, quítame este cólico. Señor del ocotito, no dejes que se seque el maíz de mi papá. San Antonio, consígueme un marido trabajador. San Juditas, hazme el milagro, yo sé que puedes. Santa Rita de Casia, mi causa es difícil y desesperada, por eso te rezo a ti, haz que mi marido suelte el vicio. Gracias, virgencita del Plan por salvarme de la muerte a la hora del parto, aquí te dejo este guarachito de plata para tu niño. Virgencita del buen camino, que llegue pronto mi marido o que pronto sepa yo de él, virgen de Talpa, si de veras eres tan poderosa, aquí me lo vas a demostrar: que salga de este accidente, que no se quede tarado, sólo tú sabes lo que he sufrido, sólo tú sabes que me casé con él para tener quien me mantuviera, dime, ¿qué voy a hacer si me lo dejas tarado?

Gracias, virgencita de Talpa, aquí te dejo mi agradecimiento, gracias también por ayudarme a no vencerme en el camino, por haberme dado la fuerza de llegar con todo y el dolor de pies. Padre mío, que cruce con bien el desierto mi hijo, que llegue sano y salvo al otro lado, cuídamelo como el hijo tuyo que es, pero no le des una muerte de cruz. Ay, padre mío, hace meses que no tengo noticias suyas, tú sabes por qué haces las cosas. Virgencita de Talpa, cúbrelo con tu manto, protégelo de los gabachos y de los de aquí, que son peores. Gracias, virgencita, y dale las gracias a tu hijo de mi parte, ya estará enfadado de oírme a mí. Santa Lucía, no dejes que me quede ciega, ¿cómo voy a valerme así? Diosito, voltea a ver a tu hija.
Virgen de Guadalupe, soy yo, tu hija. Ya no veo, apenas puedo llegar a la iglesia, pero te traje estas flores porque es tu día. Ya pronto va a ser Nochebuena y va a nacer tu hijo. Le quería tejer una chambrita, pero estos ojos no me dejan. Toma en cuenta mi intención. Qué bien estoy aquí, en la casa del Señor, calientita y sin penas. Huele a flores y a incienso, así ha de oler el cielo, a donde me vas a llevar de la mano. Ya se me está yendo la vida, ya casi no sirvo para nada. Mis hijos están bien, gracias a ti, y mi marido descansa en paz, o como sea que esté descansando. Eso te vengo a decir, virgencita, que le digas a tu hijo que ya puede recogerme.