Recientemente Mario Vargas Llosa fue admitido formalmente como miembro de la Academia Francesa. Parece ser que el proceso de admisión de un nuevo miembro es un proceso complicado, después que una propuesta es aceptada por unanimidad por los miembros de la academia, para Vargas Llosa esto sucedió en noviembre de 2021, se inicia un proceso muy formal que incluye el beneplácito del Protector de la academia que es el jefe de Estado, al fundarla el cardenal Richelieu en 1634, él lo fue mientras vivió, al morir lo fue el rey en turno y ahora lo es el jefe de Estado; posteriormente viene una larga preparación de la recepción del nuevo miembro, que culmina en una solemne ceremonia como la que sucedió hace unos días para el ingreso de el escritor peruano.
Los miembros de la academia son llamados inmortales y están encargados de cuidar el idioma francés. Desde su fundación son 40 los miembros y solo al fallecimiento de uno de ellos se inicia el proceso de substitución, incluso los que renuncian (solo dos o tres casos en estos casi 400 años) se espera su fallecimiento para ocupar el sillón vacante; lo mismo para los que son expulsados, (al fin de la segunda guerra mundial dos o tres autores fueron expulsados acusados de colaboracionistas). Desde luego ser uno de los inmortales de la Academia Francesa, es una distinción enorme que conlleva un gran prestigio. Muchos grandes autores no han podido ingresar y se dice que permanecen en el sillón 41, tal es el caso de Molière, Balzac, Flaubert, Émile Zola, Proust y Camus entre otros.
El ingreso de Vargas Llosa es un suceso inusitado, es el primer autor que ingresa sin tener su obra escrita en francés (cuando menos la principal) no es el primer latinoamericano porque antes lo había sido Héctor Biancioti (argentino) pero su obra estaba escrita totalmente en francés. En mi humilde opinión creo que Vargas Llosa merece esta distinción y todas las que se le han otorgado porque su obra es grandiosa y es muy probable que dentro de 100 años se siga publicando y leyendo; las críticas dicen que para su ingreso mucho tuvo que ver que Gallimard lo inscribió en la colección de los indispensables, solo él y Milán Kundera están vivos, por cierto, Kundera escribe toda su obra en francés al ser expulsado de la entonces Checoeslovaquia y es ciudadano francés.
Además de haber recibido el Premio Nobel (2020) ha recibido el Premio Cervantes y el Príncipe de Asturias, entre otros muchos; siendo peruano, aunque acababa de recibir la nacionalidad española, es recibido como miembro de la Real Academia de la Lengua (1994), muchos grandes escritores se quedan en la lista de espera, como los que mencionábamos del sillón 41; creo que además de su enorme valor literario ha tenido que ver que Vargas Llosa es un seductor nato, encantador dispuesto a las entrevistas y a ofrecer respuestas, excepto cuando hace consideraciones sobre política, cuando es rotundo y despiadado.
También ha temido que ver el cuidado y apoyo que sus editores han tenido dese hace muchos años. Creo que además es un animal político, que no se pudo desarrollar a plenitud, lo intentó varias veces a pesar de su indudable vocación y capacidad literaria; inicialmente se hizo admirador de la Revolución Cubana pero después del caso “Padilla” se distanció absolutamente tornándose en su detractor; con el presidente Ballaúnde Terry, en su segundo periodo, hizo un ensayo convirtiéndose en jefe de su gabinete de ministros, duró poco. Pero en 1990 después de un catastrófico primer gobierno de Alan García y siendo ya un abierto defensor del liberalismo, o del neo liberalismo como quieran, se presenta como candidato a la presidencia del Perú, resultó el candidato que obtuvo más votos en la primera vuelta, pero no los suficientes para ser nombrado como primer mandatario, y en la segunda vuelta es derrotado por Fujimori; toda esta experiencia queda recogida en El pez en el agua. Hubo muchos comentarios al respecto la mayoría en contra de él; el que no se equivocó fue Octavio Paz, quien con boca de santo dijo: yo lo siento por los peruanos, nosotros podremos leer muchas más obras de Mario, él podrá escribirlas y además será muy reconocido.
Ahora 33 años después los peruanos no salen aun de una crisis iniciada en el gobierno de Fujimori. Como prueba de su vocación política en su discurso de ingreso a la Academia mencionó que la novela salvará a la democracia y la democracia a la novela y si no ninguna se salvará, además criticó abiertamente a Putin. Como prueba de su gran encanto, hago notar que a pesar de un reciente affaire con una bella mujer destacada y frecuente participante del jet set, a la ceremonia de la academia asistieron sus tres hijos e inclusive su segunda esposa Patricia Llosa; durante los cuatro años que estuvo con Isabel Preysler la prensa del corazón, que siempre está dedicada al escándalo y a denostar personajes, con él se portó muy bien.
No puedo dejar de hacer una comparación con Jorge Semprún, uno de mis escritores favoritos, también un dominador de la literatura, poliglota y además como nuestro personaje de hoy participante en la política; joven participa en la resistencia francesa, por lo que a pesar de ser español es enviado al campo de concentración, sobrevive, reaparece como miembro del partido comunista, y trabaja como traductor en la naciente ONU, se desencanta del comunismo y se torna en adversario de Carrillo y la Pasionaria; escribió además grandes libros como: El desvanecimiento, Adiós Luz de veranos, El largo viaje, Viviré con su nombre, morirá con el mío; que son obras que por su gran valor literario y los temas que tocan creo que se seguirán editando y leyendo muchos años. A pesar de haber escrito sus grandes obras en francés no fue nunca candidato a ingresar a la Academia Francesa por ser español, no fue candidato a ser miembro de la Real Academia Española, porque su obra estaba escrita originalmente en francés, misma razón por la que no estuvo entre los ganadores del Premio Cervantes, aunque tiene obra y muy importante escrita originalmente en español (la serie de Federico Sánchez, Veinte años y un día).
En la política tuvo una participación importante como ministro de Cultura de uno de los gobiernos de Felipe González, fue muy mal recibido, los comunistas lo acusaban de traidor, los socialistas de no serlo y la derecha por ser de izquierdas, no lo hizo mal y fue el encargado de cerrar los tratos para el establecimiento del Museo Thyssen. Su vida familiar también fue complicada, solo tuvo un hijo del que vivió distanciado hasta que este falleció.
La contraparte de Vargas Llosa.
Muy interesante, tanto el personaje como el escrito
Gracias por su escribir esta reseña