Presentación en el Ilustre: “Los Renglones Torcidos de la Mediación”
Antonio M. Prida

De Frente y Derecho

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De manera contundente y amena Porcel denuncia públicamente el asedio del Centro de Justicia Alternativa de la Ciudad de México en contra de la Mediación privada certificada

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El pasado 12 de octubre tuve el gusto de participar en la presentación del libro “Casos de Mediación. Práctica y Comentarios”, volumen II, subtitulado “Los renglones torcidos de la mediación. El asedio a la mediación privada en México”, escrito por el conocido y experimentado mediador Carlos Porcel Sastrías. La presentación tuvo lugar en la sede del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, la asociación gremial más antigua del Continente Americano, y participamos como expositores, además del autor, mi colega mediadora y compañera en la licenciatura en la Escuela Libre de Derecho Mayra Eternod Arámburu, el maestro Pascual Hernández Mergoldd, quien fuera autor principal de la legislación vigente en la Ciudad de México en materia de Medios Alternativos de Solución de Controversias, y yo mismo, quien también fui invitado por el autor a escribir el Prólogo de la obra.  

Según se señala en la propia publicidad de la Editorial Altas y Bajas, en esta obra el autor presenta casos impactantes de interés general, de los cuales desentraña análisis particulares en busca de respuestas sobre la situación que priva en México en materia de mediación privada y presenta desafíos sobre sus perspectivas en el corto y mediano plazo. En mi intervención expliqué que el nuevo volumen de Porcel pone de manifiesto la crisis por la que atraviesa el Centro de Justicia Alternativa del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y anticipa malos augurios para la mediación en nuestro país frente a la sobrerregulación que se avecina con la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, cuyo proyecto fue presentado por la Senadora Olga Sánchez Cordero, a principios de año, ante el Congreso de la Unión.

Nadie mejor que el maestro Hernández Mergoldd para alertar sobre todo el andamiaje jurídico que ha imperado en la Ciudad de México y que incluye el otorgamiento de fe pública a los mediadores certificados y la capacidad de hacer inscripciones en el registro público de la propiedad y del comercio, así como el otorgamiento de la característica de cosa juzgada y la fuerza ejecutiva a los convenios construidos por las partes en conflicto con la ayuda de dichos mediadores, todo lo cual puede ponerse en riesgo si la nueva legislación no es bien planteada, tal como la patética realidad que ya actualmente ha erosionado el principio de flexibilidad que debe regir a la Mediación.

El autor de “Los Renglones Torcidos de la Mediación” nos lleva de la mano por los laberintos procesales que él mismo ha tenido que recorrer para tratar de conseguir judicialmente lo que debiera lograrse de manera ordinaria, sin la intervención de dicho Poder: que los convenios derivados de las mediaciones a su cargo, lo mismo que los convenios de todos sus demás colegas certificados, sean inscritos sin escrutinios ni dilaciones ante el mencionado Centro de Justicia Alternativa para su eventual ejecución, incluso forzosa, conforme a la Ley.

En su obra Porcel nos presenta, con alto grado de detalle, tres patéticos casos que se ha visto forzado a llevar ante nuestros tribunales, contrariando uno de los objetivos de promover e implementar los medios alternativos de solución de controversias como lo es la Mediación: reducir la sobrecarga de trabajo que los mismos padecen.

Carlos Porcel

De manera contundente y amena Porcel denuncia públicamente el asedio del Centro de Justicia Alternativa de la Ciudad de México en contra de la Mediación privada certificada, que ha provocado que más de la mitad de los mediadores que nos hemos logrado certificar, haya optado por salirse del sistema cuyos trámites de recertificación se han convertido en un Viacrusis y han sufrido retrasos de hasta año y medio. También delata la práctica más o menos generalizada de la autoridad consistente en rechazar la inscripción de convenios por razones inocuas, las cuales incluyen el desconocimiento de las firmas electrónicas que demostraron su valiosa utilidad, especialmente durante la pandemia.

El autor concluye fundadamente, entre otras cosas, que los mediadores privados certificados tienen interés jurídico para presentar amparo en contra de los actos del mencionado Centro, para defenderse de acciones que violen sus derechos y obstaculicen el libre ejercicio de su profesión. Pone de manifiesto, también, el ridículo de la autoridad de pretender derrumbar un proceso de Mediación por un error mecanográfico en una sola referencia en el nombre de una de las partes, el cual de manera alguna genera confusión respecto de la identidad de dicha parte. Ya que el testado de documentos para reparar un error insubstancial es una práctica común en nuestro sistema jurídico, no debió haber sido desconocido por la autoridad en dicho caso.

Carlos Porcel denuncia también en su obra un caso relacionado con el rechazo, por la Unidad de Inscripción y Archivo de Convenios de Mediación del mencionado Centro, de un convenio de Mediación firmado de manera electrónica por las partes. El autor nos manifiesta que el absurdo se manifestó de manera contundente cuando el Centro utilizó como argumento para rechazar el registro, que no se había usado el sistema automatizado implementado por el Centro, el cual en realidad no existe.

Para concluir, el autor hace referencia a un último caso sobre la necesidad o no de anexar al convenio de mediación copia de las identificaciones de los mediados, ya que él mismo sufrió el rechazo de un convenio por no presentarla. También cuestionó en tribunales si existe la obligación jurídica de firmar o no la hoja de apertura del libro de registro de los mediadores por parte del Director General del Centro, la cual constituye una práctica infundada legalmente.

En su intervención el maestro Hernández Mergoldd lamentó que se haya dejado en el olvido la iniciativa de Ley General de Medios Alternativos de Solución de Controversias aprobada por la Cámara de Diputados en 2017, ya que en su opinión era mejor que la que ahora se analiza en el Senado y coincidió con la maestra Eternod Arámburu en que el Centro de Justicia Alternativa debiera realizar el registro de los convenios de Mediación de manera electrónica, exclusivamente para su archivo, y sin su innecesaria calificación.

Tal como lo fue el Volumen I de los “Casos de Mediación. Práctica y Comentarios”, este Volumen II resulta de imperiosa lectura para quienes nos desempeñamos en el caso de la mediación en México.

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4 respuestas a “Presentación en el Ilustre: “Los Renglones Torcidos de la Mediación””

  1. DE PENA AJENA, Maestro Priva usted es un abogado respetable no se deje engañar, Pascual es famoso por ser un corruptote, vendìa las certificaciones de mediadores, Porcel tiene antecedentes claros de ser un pirata de la mediaciòn, que ademàs vende a quien se deje su maquina de firmas electronicas, por eso demuestra su claro coraje al no poder hacer mas negocios turbios. Esta a tiempo de alejarse, por que sino le va aplicar el refran de que con lobos anda a aullar se enseña.

  2. Porcel es un mercenario de la Mediacion, en el medio se le repudia, los que lo hemos tenido que soportar en reuniones de mediacion, nos damos cuenta que es un litigante amargado, que como ha fracasado de corredor publica busca ganar dinero en la mediacion a costa de intimidaciones, lo deberian sancionar como mediador, su libro es la prueba mas clara de que de mediador no posee ninguno de los principios basicos. Lastima por el Colegio de Abogados que se presta a este tipo de delincuentes con cedula de pilon de fe publica. Que horror

  3. Los mediadores privados, rechazamos la forma en que se conduce en el medio laboral el Licenciado Puercocel, sobra decir que nos ha sorprendido el espacio que el distinguido Colegio de Abogados le ha abierto, en suma Puercocel Astrías, es una persona que deshonra no solo al papel del mediador sino tambien al del corredor público. Basta leer su pasquin del que en esta nota se habla para sostener lo dicho en este comentario. Si tuviera honradez intelectual debería renunciar a ser mediador y corredor y dedicarse al litigio sin valores del cual si es un digno representante.

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