La Universidad Iberoamericana (UIA), Ciudad de México, conocida mundialmente como “La Ibero” ha festejado este 7 de marzo sus ochenta años de existencia. Y es que, bajo el liderazgo de la filosofía jesuita, desde 1943 ha formado a miles de profesionistas que bajo el lema “la verdad nos hará libres” –que rige desde 1953– han salido “al mundo” para impulsar los cambios que se requieren a fin de transformar la realidad, bajo principios humanistas y cristianos.
A través de las tres dimensiones “legado, compromiso y futuro” se busca revitalizar la misión de la institución educativa, pues según el Rector Luis Arriaga Valenzuela “En la Ibero tenemos un legado y un compromiso claro, pero también un futuro que tiene que estar cimentado en el presente”.
Es incuestionable el papel de cambio social en los distintos órdenes que ha venido impulsando la Ibero desde sus orígenes, tanto para beneficio de la sociedad mexicana como para el resto del mundo, por lo cual ciertamente no se podría concebir una humanidad sin el aporte de la Ibero en pos del progreso y el avance civilizatorio a través de las distintas herramientas universitarias de las que ha dispuesto como ser: docencia, investigación, vinculación social, conferencias, intercambios docentes y estudiantiles, etc.
Sin lugar a duda, la Ibero es una auténtica “incubadora” de solidaridad, creatividad y empatía que ha impulsado a través de los distintos circuitos educativos, culturales, sociales, políticos y económicos los pilares fundamentales democráticos de antaño –herencia francesa– y que tienen que ver los ideales de libertad, igualdad y fraternidad.
Es una institución de vanguardia, que siempre apela a la búsqueda de la excelencia, fiel a los valores ignacianos y reconocida por la calidad educativa y para muestra, hace unas semanas la reconocida reclutadora de talento global sueca “Universum” otorgó cuatro reconocimientos a esta casa de estudios en los rubros de: Empleabilidad, Ambiente Cultural, Reputación y Oferta Institucional.
Decía en su momento el extinto pensador y científico de la computación de Países Bajos Edsger Wybe Dijkstra que “no es tarea de la universidad ofrecer lo que la sociedad le pide, si no lo que la sociedad necesita”, y es precisamente lo que ha hecho con una clara evolución en el tiempo y el espacio la Ibero, formar el recurso humano que se requiere en las distintas esferas sociales para liderar e impulsar la transformación con justicia, responsabilidad, con el sello de calidad Ibero.
En definitiva, La Ibero se ha convertido a través de la historia en un faro de luz y esperanza más que necesario para la gestión de los asuntos “vitales” en la positiva evolución de nuestras sociedades. ¡Gratulaciones¡
Posdata: La Ibero inició como Centro Cultural Universitario (CCU), fundada por la Compañía de Jesús el 7 de marzo de 1943. Diez años después, en 1953 pasa a llamarse Universidad Iberoamericana. Con el paso del tiempo se ha consolidado en los distintos ránquines en el top de las mejores universidades mexicanas y notablemente posicionada a escala planetaria. Desde 2021-en plena y desoladora sombra de la COVID-19-entraron en vigor los planes de estudio “Manresa”.
A través de estos se pone un mayor énfasis en la integralidad de la formación, conforme a las tendencias nacionales e internacionales de las disciplinas. Es de hacer notar que el Rector Luis Arriaga Valenzuela presentó el reciente 20 de febrero su Primer Informe Anual en el cual resaltó que desde que asumió hace un año, cinco ejes estratégicos han orientado su labor: Excelencia humana integral; Incidencia social; Internacionalización e interculturalidad; Fortalecimiento de le identidad ignaciana; y, Eficiencia y sostenibilidad.
Cabe destacar que La Ibero desarrollará una serie de actividades durante este año para reafirmar el compromiso en la construcción de un mundo justo, productivo y pacífico.
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