El CIDE es una institución que tiene una vida relativamente corta, surgió en 1974, por cierto, de una forma muy particular. Trinidad Martínez Tarragó fue una economista que había llegado a México, con 11 años de edad, como parte del exilio español después de la Guerra Civil, estudio Economía en la UNAM y después viajó a Escocia donde hizo estudios de posgrado y posteriormente se quedó a trabajar; en 1971 volvió a México con la intención de ampliar el panorama de los estudios de posgrado en economía en la UNAM, no lo consiguió y la hicieron directora de la carrera en la Universidad Anáhuac, se percató ahí, que los egresados tenían pocas posibilidades de hacer estudios de posgrado.
Se dio a la tarea de organizar un centro de estudios de posgrado, una vez realizado el plan lo presento a Horacio Flores de la Peña, que entonces era Secretario del Patrimonio Nacional, quien la mandó con Francisco Javier Alejo, otro destacado economista, que entonces dirigía el Fondo de Cultura Económica, se hicieron los trámites necesarios y se consiguió el beneplácito del presidente Luis Echeverría, quien lo dotó de permisos, autorizaciones y presupuesto, con lo que en 1974 empezó a funcionar, inicialmente con sólo maestrías del área económica, pronto consiguieron un edificio amplio, práctico, que había sido una escuela, donde permanecen hasta ahora.
Nació con una vocación dual, la docente y la de investigación que se han desarrollado simultáneamente, al área puramente económica se han venido agregando otras: la de administración pública, estudios políticos, estudios internacionales, derecho e historia, estas disciplinas son las últimas que se agregaron en el año 2000. En 1993 se iniciaron los estudios de licenciatura en las diversas áreas creadas.
En el área docente se ha particularizado por la formación de distinguidos profesionales que tienen cabida en muchos sitios, en el gobierno federal y otras áreas gubernamentales, en la iniciativa privada y en organizaciones sociales, hay varios colocados en organismos internacionales muy importantes, no son pocos los que inician y desarrollan carrera como investigadores de las áreas sociales. Las diversas licenciaturas y posgrados tienen una gran demanda y los alumnos son elegidos por exámenes de selección, los porcentajes de efectividad (porcentaje de alumnos que obtienen el grado) son muy altos, los estudios tienen un costo, pero existen sistemas de becas que ayudan ampliamente a los alumnos que lo requieren.
Las áreas de investigación han resultado fructíferas y exitosas, en este momento más del 90% de los profesores e investigadores son miembros del Sistema Nacional de Investigadores y la producción científica es cuantiosa y publicada en revistas de amplio impacto, las áreas de investigación son muy diversas y novedosas. La producción de libros es muy distinguida y el CIDE edita las publicaciones: Latin American Economic Review (revista de Economía): que reemplaza a Economía Mexicana Nueva Época a partir de 2014. Gestión y Política Pública (revista de Administración Pública). Política y Gobierno (revista de Ciencia Política). Istor (revista de Historia Internacional).
Muchas de las investigaciones del centro son publicadas en otras revistas indexadas. El CIDE ha tenido diversas épocas, algunas más productivas que otras, pero siempre caracterizadas por la dedicación y entrega de los profesores e investigadores, ha tenido la participación de muchos personajes distinguidos, en alguna época tuvieron cabida miembros del exilio chileno y argentino.
Por alguna razón el CIDE depende del Conacyt, en su cuerpo de gobierno participan el Colegio de México, el Banco de México, la SEP, la Secretaría de Economía, la Secretaria de Energía, la Secretaría de Hacienda. Tiene un cuerpo directivo que está formado por los profesores e investigadores del propio CIDE. Hasta este momento las elecciones del cuerpo directivo y de las jefaturas de las diferentes áreas se venían dando en concordia y tranquilidad y con el beneplácito de la mayoría de los miembros del CIDE.
Recientemente se inició una campaña que en corto y en largo, públicamente por funcionarios del más alto rango, entre otros el presidente de la República y la directora de Conacyt; en la que se acusa al CIDE de ser de derecha y neoliberal. Me parece que el origen de sus alumnos y el destino de sus egresados desvirtúa estas aseveraciones, muchos de ellos forman parte de los equipos gubernamentales que conforman la 4T; el número, tipo y diversidad de sus publicaciones, en las áreas de políticas publicas, análisis económicos, el análisis de la pobreza, la rendición de cuentas y el estudio de las violencias, entre otras, muestra el enfoque el perfil analítico, formal. Profesional de sus trabajos, muestran con resultados sus más amplias y diversas tendencias.
La campaña intenta nombrar a los directivos fuera de las normas establecidos y modificar los caminos del CIDE. Hace sólo unos días consiguieron variar las reglas para designar al director sin los requisitos que previamente existían. La comunidad académica del CIDE, alumnos, profesores investigadores se oponen a ello, existiendo un gran conflicto que ha llevado a la paralización de las actividades, manifestaciones públicas y quizá una considerable inquietud social. No se ve una posible solución consensada porqué la Dra. Álvarez Buya directora de Conacyt está inflexible en los cambios que quiere establecer, sin tomar en cuenta en absoluto las opiniones de los miembros del CIDE y de otras comunidades académicas.
Suponiendo sin conceder (como utilizan mis amigos los abogados) que hubiera en el CIDE tendencias neoliberales, esto no es ilegal ni motivo para intervenir en el funcionamiento de la casa educativa y de investigación, hacerlo es tan conservador como la actitud que algunas autoridades tomaban, en los años 70 y 80, para intervenir en algunas universidades, por considerar que en ellas se gestaban planes comunistas, al final después de tragedias se vio que la existencia de grupos de izquierda no variaban el rumbo de las instituciones y quizá las haya enriquecido, pero eso si acarrearon muchos inconvenientes algunas veces trágicos.
Digo que lo que sucede en el CIDE puede ser trascendental porque además de los trágico que pueda resultar para esa institución, señalará el rumbo que la 4T quiere marcar en otras universidades, las elecciones para Rector en la UNAM están a la vuelta de la esquina y no sabemos si intentarán hacer variar los caminos normales intentando establecer una línea de pensamiento único, que parece ser lo que les gusta.
Ignoran que en una universidad la coexistencia de diversas corrientes en un ambiente de libertad de pensamiento, de cátedra y de acción enriquece la actividad docente, cultural y de investigación.
Lecturas recomendadas:
Trinidad Martínez Tarrago. Una memoria personal. Del exilio a la creación del CIDE. En: José Carlos Fernández Ramos, Agustín Sánchez Andrés. Tan lejos tan cerca. Mitradas contemporáneas entre España y América Latina Tirant lo Blanch. España. 2018:259-274
Sergio López Ayllón, David Arellano Gault, Guillermo M. Cejudo. Las ciencias sociales y la investigación desde el CIDE. Rev Mex Sociol 2020;82. doi.org/10.22201/iis.01882503p.2020.0.60005
Víctor M. Sosa Godínez. Orígenes y creación del Cide: testimonio de la maestra Trinidad Martínez Tarragó. Análisis Económico. UAM. 2005;20(43):343-366
Mi querido doctor, al dar lectura de los conceptos que bordan este tema, me parece que es importante en todos los ámbitos considerar la génesis del pensamiento, que se pone de manifiesto en las circunstancias que rodean este tema, y que desde luego se observa que se vislumbran campañas que pretenden torcer el genuino espíritu que le dio origen a los atinados y sólidos conceptos que usted a narrado en forma clara y concisa. Los actores que han intervenido en la construcción de lo que hoy conocemos como el CIDE, son personajes de reconocida capacidad, de preparación académica en distintos ámbitos del mundo, y que se dieron a la tarea de ir creando una fortaleza académica que seguramente no se va a vencer por ideas que confunden, la verticalidad de lo que hoy conocemos como CIDE, y que además los actores no se prestarán a ensuciar la magnificencia de un horizonte basto en conceptos y experiencias, que seguramente traerán el nacimiento de seres preocupados por la solidez de una institución que sin duda nos traerá grandes satisfacciones, un abrazo mi querido doctor.
Muy bien Manuel. La dimensión es justa y el riesgo enorme. Están en juego lod valores fundamentales de la educación superior. ¿Podremos hacer algo?
Muy interesante Doctor, un placer como siempre leer sus opiniones