Nuevo rector de la UNAM
Gerardo Gil Valdivia

Pensar el futuro

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El Rector de la UNAM es el jefe nato de la misma y se le requiere el más alto nivel de compromiso ético con la excelencia intelectual y con el respeto de la autonomía universitaria.

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El jueves 9 de noviembre de 2023 la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), designó a Leonardo Lomelí, economista e historiador, nuevo Rector de la Universidad para el periodo 2023-2027. El Doctor Leonardo Lomelí tiene una larga trayectoria de trabajo en la institución, de la que ha sido director de la Facultad de Economía, (2010-2015) y secretario general de la UNAM durante la gestión del Rector Enrique Graue Wiechers, entre otras responsabilidades.

La UNAM tiene una enorme relevancia en el presente y en el futuro del país. Tiene además una importante repercusión en la región latinoamericana y el Caribe, así como proyección y presencia global. Sus actividades en la docencia, la investigación y la difusión de la cultura le han dado un relevante papel en el desarrollo de México, pero uno de sus valores fundamentales ha sido la defensa de las libertades de cátedra, investigación y expresión. La UNAM es representativa del respeto a la pluralidad del pensamiento y ha sido el refugio natural de académicos e intelectuales de otros países que han llegado a la Universidad de la Nación perseguidos por tiranías y dictaduras. Un ejemplo particularmente destacado fue la llegada de distinguidos científicos, humanistas y en general de académicos de distintas disciplinas que llegaron a México, para enriquecerlo culturalmente, a raíz de la guerra civil española. Lo mismo ocurrió algunos años después con intelectuales y profesores víctimas de las dictaduras latinoamericanas.

La Universidad de la Nación es heredera de la que fue instituida en el siglo XVI, como la Real y Pontificia Universidad de México en 1521 y fue refundada por Justo Sierra en 1910. Obtuvo su autonomía en 1929. Desde entonces, su trayectoria ha sido compleja y objeto de numerosos ataques desde el poder, y por parte de grupos extremistas que la han usado como terreno para sus confrontaciones políticas. Pero frente a estos peligros siempre ha habido distinguidos universitarios, maestros, investigadores y alumnos que han procurado la excelencia académica, el desarrollo científico y tecnológico, así como el respeto de la pluralidad y la defensa de la libertad.

El Rector de la UNAM es el jefe nato de la misma y se le requiere el más alto nivel de compromiso ético con la excelencia intelectual y con el respeto de la autonomía universitaria. Es importante su conducta antes, durante y después de ocupar el cargo.

En los últimos setenta años han ocupado la rectoría de la UNAM personas con perfiles muy diferentes. En 1953 fue electo rector Nabor Carrillo Flores, ingeniero civil egresado de la propia Universidad, doctor en ingeniería de la Universidad de Harvard, especialista en mecánica de suelos y miembro sin duda de las élites científicas internacionales de su época. Le sucedió en la rectoría el Dr. Ignacio Chávez, eminente cardiólogo de fama mundial, fundador del Instituto Nacional de Cardiología. Su gestión se caracterizó por el importante esfuerzo de lograr la excelencia académica de la Universidad. Su esfuerzo se frustró al ser objeto de un violento ataque desde el poder político. Le sustituyó el Ingeniero Javier Barros Sierra, quien había sido secretario de Obras Públicas en el Gobierno del Presidente Adolfo López Mateos. A Barros Sierra le tocó enfrentar la represión del movimiento estudiantil de 1968. Lo hizo con responsabilidad, prudencia y dignidad. Después, llegó a la rectoría el sociólogo Pablo González Casanova, de la entonces joven Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la universidad, uno de los más importantes precursores de los estudios políticos en México.

Nuevamente, la Universidad fue objeto de la agresión externa. Ante su renuncia asumió la rectoría Guillermo Soberón, médico con un doctorado en química fisiológica de la Universidad de Wisconsin. Después de dos periodos en la rectoría fue un decidido impulsor del desarrollo y la consolidación de la salud pública en México. Le sucedió el médico Neumólogo Octavio Rivero Serrano.

Jorge Carpizo fue Rector de la UNAM en el periodo 1984-88. Abogado de formación, retomó la tradición de especialistas en Derecho que habían regido a la Universidad en el pasado como José Vasconcelos, Antonio Caso, Manuel Gómez Morin, Mario de la Cueva y Alfonso Caso entre otros. Carpizo consciente del compromiso de la UNAM con México intentó una reforma universitaria para elevar el nivel académico de la misma. Después de su gestión fue designado ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; presidente fundador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; Procurador General de la República y Secretario de Gobernación en el último tramo del gobierno de Carlos Salinas.

El sucesor de Carpizo fue el eminente especialista en temas ecológicos, José Sarukhán Kermes, biólogo de formación, doctor en Ecología por la Universidad de Gales en el Reino Unido, fundador de la CONABIO. Sarukhán miembro de El Colegio Nacional, ha hecho contribuciones fundamentales para el conocimiento y la protección de la biodiversidad en el país y en el mundo. Después vino el rectorado de Francisco Barnés de Castro, Ingeniero Químico, quién fue director de la Facultad de Química, doctor en ingeniería, especializado en energía de la Universidad de California en Berkeley. Su rectorado se vio interrumpido por una huelga, en buena medida impulsada desde el exterior, en el contexto de las campañas políticas por la sucesión presidencial de 2000.

Después se dio el periodo de 24 años de rectores médicos, que habían pasado por la Dirección de la Facultad de Medicina de la UNAM. Primero el Dr. Juan Ramón de la Fuente, psiquiatra, quien fue secretario de Salud en el gobierno del Presidente Zedillo y que encabezó la UNAM en dos periodos de 1999 a 2007. Después de su gestión fue el Representante Permanente de México ante la ONU-Nueva York en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador; José Narro Robles, también médico, especializado en Salud Pública, con una amplia trayectoria en la administración pública tanto en áreas de Salud, como de Educación. Después de su gestión en la UNAM fue Secretario de Salud en el gobierno de Enrique Peña Nieto y finalmente Enrique Graue Wiechers, médico oftalmólogo.

Entre los rectores de la UNAM ha habido perfiles muy diversos, algunos con trayectorias intelectuales con proyección internacional como Carrillo Flores, Chávez o Sarukhán, otros con fuerte impacto en la sociedad y en la construcción de un mejor país como Barros Sierra y Soberón importante promotor de la Salud Pública en el país. A varios de ellos les ha tocado defender la libertad, la pluralidad y la dignidad de la institución como a Antonio Caso, a Mario de la Cueva y desde luego a Barros Sierra.

La UNAM tiene 373 340 alumnos, 42 190 miembros del personal académico, a nivel de licenciatura cuenta con 133 carreras con 241 opciones educativas para cursarlas; 42 programas de posgrado con 95 planes de estudio de maestría y doctorado, así como 42 programas de especialización con 268 orientaciones. A nivel de la educación media superior cuenta con tres planes de estudio de bachillerato. En el ámbito de la educación superior tiene 16 facultades, 5 unidades multidisciplinarias y 9 escuelas nacionales. Un aspecto fundamental de la UNAM es su actividad en materia de investigación, con 35 institutos, 14 centros y 13 programas universitarios. También realiza una intensa labor en materia de extensión universitaria, con actividades de difusión y divulgación de la cultura, entre otros.

Entre los servicios nacionales que presta están el Servicio Sismológico Nacional, el Observatorio Astronómico Nacional, el Jardín Botánico Nacional, la Biblioteca Nacional, la Hemeroteca Nacional, la Red Mareográfica Nacional, el Herbario Nacional, tres reservas ecológicas, el monitoreo del Volcán Popocatépetl y 40 laboratorios nacionales reconocidos por el CONACYT. Dentro de su amplia gama de actividades, quiero destacar el Centro de Ciencias de la Complejidad, para entender y solucionar la compleja problemática global y su impacto en México, a través del enfoque multisectorial, interdisciplinario con visión holística y de largo plazo.

Ahora, la UNAM enfrenta enormes retos, como es su papel en la época de mayor innovación científica y tecnológica de la historia, ante el reto de la creciente y acelerada destrucción de la naturaleza, degradación de los ecosistemas, pérdida masiva de la biodiversidad, el cambio climático y la contaminación en todos los ámbitos; ante la necesidad de erradicar la pobreza y disminuir las desigualdades, en el marco de la preservación de las libertades, la pluralidad, la construcción del Estado de Derecho y el respeto de la autonomía. Le deseo el mayor de los éxitos a Leonardo Lomelí en su gestión al frente de la UNAM. Buena parte de lo mejor de México ha estado y está vinculado a la UNAM. Sé que en la defensa de la autonomía y de las libertades estará acompañado por una comunidad académica activa y digna. Quiero finalizar este artículo con profunda emoción: ‘Por mi raza hablará el espíritu’.

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