Actualización del Avance de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Gerardo Gil Valdivia

Pensar el futuro

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La Agenda 2030 de Naciones Unidas es un esfuerzo serio y consistente por resolver la problemática global, enfocada integral y holísticamente.

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La Agenda 2030 de Naciones Unidas, aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en septiembre de 2015 es la respuesta más consistente y amplia emitida por la comunidad internacional organizada para afrontar los más urgentes y graves problemas a nivel global. Es una hoja de ruta, suscrita por los 193 países miembros de la Organización, para la solución de un conjunto de problemas, en tres vertientes económica, social y ambiental. Es un ambicioso plan que busca una prosperidad respetuosa con el planeta y sus habitantes.

Este plan se denominó ‘Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’, que pretende erradicar el hambre y la pobreza, fortalecer la paz mundial, el acceso a la justicia y lograr el desarrollo sostenible en las tres dimensiones mencionadas, económica, social y ambiental sin comprometer los recursos de las futuras generaciones y con el principio de que nadie se quedé atrás.

La Agenda 2030 de Naciones Unidas da continuidad a la Declaración del Milenio del año 2000 mediante la cual, los 189 países que integraban dicha organización se comprometieron a realizar acciones en ocho temas, a los que se les denominó los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) 2000-2015. Estos fueron: 1.) Erradicar pobreza extrema y hambre; 2.) Enseñanza Primaria Universal; 3.) Igualdad de Género; 4.) Reducir la mortalidad infantil; 5.) Mejorar la salud materna; 6.) Combatir enfermedades; 7.) Sostenibilidad del medio ambiente y 8.) Fomentar una alianza global para el desarrollo. En septiembre de 2015 se decidió dar continuidad a este esfuerzo, a través de la Agenda 2030, con los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible. Estos son: 1.) Fin de la pobreza; 2.) Hambre cero; 3.) Salud y bienestar; 4.) Educación de calidad; 5.) Igualdad de género; 6.) Agua limpia y saneamiento; 7.) Energía asequible y no contaminante; 8.) Trabajo decente y crecimiento económico; 9.) Industria, Innovación e Infraestructura; 10.) Reducción de las desigualdades; 11.) Ciudades y comunidades sustentables; 12.) Producción y consumo responsables; 13.) Acción por el clima; 14.) Vida submarina; 15.) Vida de los ecosistemas terrestres; 16.) Paz, justicia e instituciones sólidas; 17.) Alianzas para lograr los objetivos. Para lograr los ODS de la Agenda 2030, se establecieron 169 metas, de las cuales 21 se comprometieron para 2020, 3 para 2025 y las restantes 145 para 2030.

La Agenda 2030 de Naciones Unidas es la culminación de un largo proceso de acuerdos e instrumentos internacionales, en diversos ámbitos, que tienen su origen en la fundación de la ONU en 1945. En materia ambiental, uno de los antecedentes más importantes es la primera cumbre del Medio Ambiente, convocada por la ONU, en Estocolmo, en 1972. Cabe referir que este es el año también de la publicación de ‘Los límites del crecimiento’, el Informe que elaboró el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), para el Club de Roma, estudio que marcó un antes y un después en la historia intelectual internacional sobre la forma de precisar y resolver la problemática global, con una visión multisectorial, interdisciplinaria y holística de largo plazo.

La percepción de un buen número de ambientalistas fue que la Agenda 2030, a pesar de sostener que los aspectos del cuidado de la naturaleza, los ecosistemas y la biodiversidad, así como la mitigación y adaptación al cambio climático eran temas transversales a todos los ODS, el planteamiento era muy débil desde la perspectiva de la sustentabilidad ambiental.

Por otra parte, el año 2015 también fue muy trascendente desde el punto de vista de la evolución de los acuerdos e instrumentos internacionales, en materia de cambio climático, al aprobarse el Acuerdo de París, para limitar el calentamiento global a no más de 1.5°C, o cuando más, 2°C durante el siglo XXI, medido desde la etapa preindustrial. Este Acuerdo también fue el resultado de una larga evolución normativa internacional.

Sin embargo, la pandemia del COVID-19, que puso claramente de manifiesto la ausencia de una sólida arquitectura institucional, a nivel internacional, para poder enfrentar riesgos globales de carácter sanitario, representó un importante contratiempo en todo el mundo, para el logro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, así como para otros instrumentos internacionales como el Acuerdo de París.

La pandemia del COVID-19 tuvo efectos en la economía, las finanzas, el comercio, el empleo, la educación, la equidad de género, la seguridad alimentaria y otros importantes aspectos de la vida económica y social. De igual forma, puso de manifiesto la necesidad de una pronta recuperación económica a nivel internacional, por lo que se dejaron de lado numerosas medidas en materia de la urgente reducción en la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) afectando profundamente un aspecto fundamental para la reducción y mitigación del cambio climático, lo cual también impactó las metas del Acuerdo de París.

Este atraso en el cumplimiento de las metas de la Agenda 2030 de Naciones Unidas se vio también profundamente afectado por la invasión rusa a Ucrania, que alteró de manera sustantiva la estabilidad internacional, amenazando la seguridad europea, la estabilidad alimentaria internacional, así como dañando el sistema energético del viejo continente.

La Agenda 2030 de Naciones Unidas es un esfuerzo serio y consistente por resolver la problemática global, enfocada integral y holísticamente. Como todo documento de este tipo es claramente perfectible, y cada país debería aplicarlo de acuerdo a sus circunstancias y contextos históricos y culturales. Se trata de diseñar un piso mínimo para todos. Sin embargo, a 8 años de su aprobación aparece como claramente insuficiente y enfrentando severos obstáculos que le impedirán lograr las metas establecidas.

En materia de medio ambiente la situación global empeora muy aceleradamente a pesar de que después del Acuerdo de París de 2015, han seguido las Cumbres de Glasgow y de Sharm El- Sheikh, así como el marco Kunming-Montreal para la protección de la biodiversidad, y el llamado Tratado de Alta Mar, así como la aprobación del Desafío del Agua Dulce, pero la situación empeora.

Vivimos una emergencia climática global, como lo plantea el Club de Roma. Asimismo, como sucede con el proyecto ‘Earth for All’ del propio Club de Roma, con el Instituto Potsdam para el Cambio Climático, la Universidad de Oslo y el Centro de Resiliencia de Estocolmo, para lograr plenamente la sustentabilidad ambiental, es necesario, entre otras cosas, erradicar el hambre y la pobreza, así como disminuir drásticamente las desigualdades en el mundo.

En cuanto al tema ambiental, basta recordar el aceleramiento del calentamiento global. Este mes de julio de 2023 ha sido el más caluroso desde que se tiene registro. De igual forma, la temperatura de los océanos se sigue incrementando y como señala António Guterres estamos pasando de la época del calentamiento global al de la ebullición global.

Los efectos del cambio climático están afectando a todo el mundo, mayores temperaturas e incendios forestales, así como ciclones, huracanes y lluvias torrenciales más frecuentes e intensas, enormes alteraciones en los ciclos agrícolas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, daños en la salud, la alteración del ciclo alimentario marino, con profundas repercusiones costeras, crisis hídrica, migraciones y enormes efectos sociales. Un aspecto fundamental en la materia para limitar el calentamiento global es la transición energética, hacia fuentes limpias.

Esto afecta enormes intereses de las industrias de los hidrocarburos que están poniendo poderosas resistencias, así como muy activas y agresivas campañas de desinformación. La industria petrolera fue una de las más poderosas políticamente durante todo el desarrollo internacional del siglo XX. Numerosos gobiernos nacionales están capturados por los intereses corporativos, políticos, sindicales del sector de los hidrocarburos. La lucha será larga, pero al final no pueden seguir prevaleciendo los intereses particulares sobre el interés general, porque esta en riesgo el futuro de todos.

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