Los riesgos globales y el contexto demográfico. Su impacto en México
Gerardo Gil Valdivia

Pensar el futuro

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Vivimos una época de crisis hídrica, pandemias, epizootias, calentamiento global causado directa e indiscutiblemente por la acción humana.

Lectura: ( Palabras)

La humanidad enfrenta una realidad llena de contradicciones. Por una parte, estamos en el momento de mayor innovación científica y tecnológica en la historia, vivimos la cuarta revolución industrial que se caracteriza por la Inteligencia Artificial, el Internet de las cosas, el Big Data y la nube de almacenamiento entre otros aspectos, lo cual a su vez potencia los avances científicos. Ha habido un progreso material sin precedentes.

Nunca antes tantas personas habían salido de la pobreza en un periodo de tiempo tan corto, como es el caso de varios países del área del Asia-Pacífico en las últimas décadas. Pero, por otra parte, de los poco más de 8 mil millones de personas que habitamos el planeta, casi la mitad, cerca de 4 mil millones viven bajo una intensa presión como resultado de la persistencia de la pobreza, el incremento de la desigualdad, la destrucción de la naturaleza, la pérdida masiva de la biodiversidad, la degradación de los ecosistemas, el cambio climático, con todas sus consecuencias para la vida, la alimentación, la salud y la supervivencia de cientos de millones de seres humanos en todo el mundo.

Vivimos una época de crisis hídrica, pandemias, epizootias, calentamiento global causado directa e indiscutiblemente por la acción humana. Nuestros modelos de crecimiento económico vigentes en los últimos dos siglos han causado la destrucción y la devastación de la naturaleza al grado de poner en riesgo la civilización como la conocemos y aun la vida humana misma en el planeta. Ya no vivimos en una época de cambio climático sino de la catástrofe climática. Aunado a esta problemática vivimos numerosas guerras, conflictos armados internos y fenómenos políticos de creciente polarización tanto a nivel interno como internacional.

En este panorama es importante referirnos al contexto demográfico en el que vivimos tanto a nivel global como en el caso de México. El mundo llegó a mil millones de habitantes a finales del siglo XVIII, en la época de la primera revolución industrial. Alcanzó los dos mil millones de habitantes a finales del siglo XIX y los tres mil millones de habitantes alrededor del año 1960.

En noviembre de 2023, el Fondo de Población de las Naciones Unidas registró 8 mil millones de personas en la Tierra. Sin embargo, llegamos a este nivel de población con varias características. En primer lugar, con un importante envejecimiento de la población. Vivimos más años que nunca antes, gracias a los avances científicos y tecnológicos en materia de salud.

También la población mundial es crecientemente urbana. Pero, en la actualidad el ritmo de crecimiento de la población ha disminuido en casi todas las regiones en el mundo. La tasa de fecundidad ha decrecido y en numerosos países, tanto desarrollados como en economías emergentes, estamos abajo de la tasa de remplazo de la población.

En fechas recientes he tenido la oportunidad de participar en varias exposiciones de la Dra. Silvia Giorguli, distinguida demógrafa y presidenta de El Colegio de México, sobre el futuro demográfico del mundo y de México.

Con Dra. Silvia Giorguli en el análisis del futuro demográfico en México y el mundo.

Presento algunas consideraciones sobre el tema. Entre los aspectos generales cabe destacar que, como lo señalamos, el mundo llegó a los 8 mil millones de habitantes. Además, China dejó de ser el país más poblado del mundo, ahora lo es India.

En la proyección para 2050, se prevé que la India alcance los 1,668 millones de habitantes, en tanto que China ocupe el segundo lugar en términos de población con 1,317 millones de personas. El distante tercer lugar lo ocuparía los Estados Unidos con 375 millones de personas seguido por Nigeria, Pakistán, Indonesia, Brasil, la República Democrática del Congo, Etiopia y Bangladesh. Esto es, de los 10 países más poblados del mundo 8 están en Asia y África. En el caso de México se pronostica que pase de los 130 millones en 2024 a 144 millones de habitantes. Nuestro país pasará del lugar 11 al 15 en términos de población en el mundo en 2050.

A nivel global se prevé que la población en 2050 será de 9 mil 700 millones de personas y que, a finales del siglo en 2100, la población mundial se estabilice en menos de 11 mil millones de personas y que deje de crecer. En 1950 la esperanza de vida, en promedio, era de menos de 50 años y actualmente es de más de 70 años. El país con la esperanza de vida más alto es Japón, con 85 años para las mujeres y 82 años para los hombres. De igual forma, otro gran cambio es la fecundidad. En 1950, las mujeres, en promedio, en el mundo tenían casi cinco hijos y ahora es de 2.3 hijos por mujer.

Algunos datos duros que nos ayudan a comprender mejor la realidad demográfica que estamos viviendo: 1) 2/3 de la población mundial vive en países con tasa de fecundidad abajo del reemplazo. 2) La Tasa General de Fecundidad será menor de 2.1 alrededor del año 2050; un factor que explica el crecimiento demográfico es el aumento en la esperanza de vida; 3) en los próximos 25 años, 2/3 del crecimiento poblacional se deberá a la ‘inercia demográfica’, los cambios en la fecundidad tendrán poco peso en el aumento. Cabe señalar que el remplazo poblacional significa que el promedio de fecundidad fuera 2.1 hijos por mujer.

Ya están por debajo del reemplazo incluso países como India y China, los países más poblados del planeta. También son los casos de los Estados Unidos y de México, así como desde luego de los países europeos. Así, lo que va a llevar al crecimiento demográfico en las próximas décadas es el aumento en la esperanza de vida no la fecundidad. En general los países que aún tienen una alta tasa de fecundidad son africanos, algunos países árabes y también varios países en América Latina.

Algunos países preocupados por su baja tasa de fecundidad son Rumania, Polonia, Checoslovaquia, Italia, Japón, Corea del Sur. Varios de estos y otros países angustiados por la baja fecundidad se cuestionan si habrá suficientes trabajadores para mantener la economía incluyendo las pensiones y los programas sociales o bien se cuestionan quién va a cuidar a los adultos mayores.

Como señala Giorguli se tienen ya varias décadas en la que los países que han intentado hacer políticas asertivas para estimular la fecundidad, pero en general no han funcionado. Esto plantea preguntas de cómo se organizará el mundo del trabajo. Es común leer en la prensa europea y escuchar de numerosas personas de países europeos su preocupación por el riesgo de perder su identidad cultural nacional sobre todo frente a la migración. Sin embargo, no debemos olvidar el rechazo de los jóvenes de esos países a tener hijos.

En materia de salud reproductiva, encontramos que a nivel global cerca de la mitad de todos los embarazos son no intencionales; hay medio millón de nacimientos de madres entre los 10 y los 14 años; entre 1/4 y 1/3 de las mujeres en regiones de ingresos bajos y medios logran sus ideales de fecundidad; las necesidades de cuidado y la falta de políticas que promueven la conciliación familia-trabajo son las principales razones de la baja fecundidad y disminución de las uniones.

En suma, las barreras económicas y las desigualdades en los sistemas de género son las principales razones por las cuales las personas no logran sus preferencias en número de hijos. Es decir, las mujeres siguen enfrentando muchos obstáculos para su realización personal.

La doctora Giorguli en varias de sus investigaciones y de las exposiciones que comento se refiere a la migración. Hay muchos mitos y prejuicios en este tema. De los 8 mil millones de habitantes del planeta menos de 300 millones son migrantes, esto es, el 3.6% de la población mundial. También debemos recordar que hay migrantes en todo el mundo. Una de las características del ser humano a lo largo de su historia es su carácter de migrante.

En el caso de México, debemos recordar los antecedentes demográficos para tener la perspectiva adecuada. Nuestro país llega a su independencia, en 1821, con alrededor de 8 millones de habitantes y más del doble del territorio nacional actual. En el censo de 1900, México contaba con 13 millones de habitantes. En 1950, el censo registró una población de 25.6 millones de personas. Actualmente somos 130 millones y se prevé que en 2050 lleguemos a 144 millones de habitantes.

En cuanto a la tasa global de fecundidad, en nuestro país, en 1970 era arriba de seis hijos por mujer. Esta tasa fue bajando y ya entre 2015 y 2020 quedó abajo del remplazo y se podría suponer por lo que sucede en el mundo que se va a mantener así, aunque no vamos a llegar a nivel nacional a lo sucede en Hong Kong y Corea del Sur que tienen tasas de 0.8 hijos por mujer. Se considera que derivado del modelo familista de México quedará abajo de 2, pero arriba de 1.5 y que en esos niveles se estabilizará.

En 1970, México tenía 50 millones de habitantes, ahora (2024), llegamos a 130 millones. La tasa de crecimiento está bajando, la tasa global de fecundidad también. En este marco, es fundamental la composición del tamaño de la población por edades, para la adecuada planeación y diseño de las políticas públicas. Es una base también para entender las tendencias culturales de los diferentes segmentos de la población de acuerdo con las edades, características socioeconómicas, culturales y regionales.

En suma, el país y el mundo enfrentan retos inéditos. Pero la ciencia nos da las respuestas cada vez más claras y contundentes. Debemos detener la destrucción de la naturaleza, enfrentar el cambio climático y evitar la vulneración de los 9 límites naturales del planeta. En ese contexto debemos actuar con el adecuado diseño de las políticas públicas para los distintos segmentos de la población, los diferentes requerimientos de salud, empleo, cuidados a los adultos mayores por mencionar sólo algunos de los aspectos a atender.

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