Puntos de no retorno
Gonzalo Rojas-May

La tierra de los espejos

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Nunca se debe olvidar que la percepción del hoy se manifiesta siempre como las secuelas del pasado y el conjunto de expectativas y temores que se visualizan a futuro.

Imagen: Infobae.
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Lectura: ( Palabras)

El borde de las tormentas tiene una forma que, aunque muchas veces difusa, permite predecir su comportamiento futuro y darnos algo de tiempo para evitarlas.

Sean sociales o personales, al igual que los aviones o las naves espaciales, los conflictos tienen un momento límite antes del “punto de no retorno” y su transformación en una situación de peligro. Habitualmente se suele mencionar que, en chino, “crisis” es sinónimo de “oportunidad”, pero la verdad es que ello no es estrictamente así.  Es el contexto, tanto en dicho idioma, como en la propia realidad lo que permite, efectivamente, comprender el verdadero sentido y profundidad del problema. 

La cuestión de fondo es, en todo caso, si la administración de los conflictos vale la pena; si se debe evitar que éstos se transformen en situaciones verdaderamente riesgosas o si se debe asumir que, en algunas situaciones, se debe favorecer que las desavenencias se materialicen y estallen, produciendo el reacomodo de fuerzas que siempre ocurre con posterioridad a ello. La respuesta, evaluada a posteriori, será siempre simple de describir y, aunque pueda ser desafiante de analizar, ofrecerá una posición de confortable perspectiva que el presente nunca otorga.

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Imagen: iStock.

Desde el cambio climático a las crisis de confianza en la democracia y las instituciones en general, pasando por la problemática migratoria mundial y las secuelas de la pandemia; hace ya un buen rato hemos venido cruzando fronteras que, por cotidianas, normalizamos sin ponderar los verdaderos efectos de ello. 

Lo anterior le ha abierto, de par en par, las puertas a políticas populistas, seduciendo a millones por doquier. Nunca se debe olvidar que la percepción del hoy se manifiesta siempre como las secuelas del pasado y el conjunto de expectativas y temores que se visualizan a futuro. Dado que la responsabilidad se ha ido volviendo un bien escaso, urge estar atentos y comprender que lo que hoy parece urgente, no es necesariamente importante. Identificar a tiempo los puntos de quiebre y de no retorno resulta, en el actual escenario mundial, un acto, no ya solamente adaptativo, sino de supervivencia.

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