Porfirio Muñoz Ledo
Gerardo Gil Valdivia

Pensar el futuro

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Siempre fue un innovador e impulsor de enormes cambios. Muñoz Ledo fue un político con perspectiva histórica, al tanto de la modernidad y sobre todo con visión de Estado.

Lectura: ( Palabras)

Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega nació el 23 de julio de 1933 en la Ciudad de México. Estudió en la Facultad de Derecho de la UNAM y desde muy joven destacó como brillante estudiante de Derecho Público. En la Facultad fue miembro de la generación 1952 (año de ingreso a la Universidad) y se formó, en buena medida, bajo la tutoría de Mario de la Cueva, distinguido jurista, profesor de Teoría del Estado y especialista en Derecho Laboral. Desde estudiante tuvo una intensa actividad como orador y promotor cultural. Le tocó una interesante época con profesores muy distinguidos y compañeros estudiantes que fueron protagonistas de primera línea en la política del país. Entre sus contemporáneos en la Universidad destacan Mario Moya Palencia, Carlos Fuentes, Miguel Alemán Velasco, Pedro Ojeda Paullada, Enrique González Pedrero, Víctor Flores Olea y Miguel de la Madrid, su compañero de generación y amigo de juventud. Fue secretario de la revista universitaria ‘Medio Siglo’. También, desde muy joven participó en política. Trabajó en la Presidencia de la Republica como redactor de discursos del Presidente Adolfo López Mateos (1958-64) y fue también un joven funcionario público, al ser designado Subdirector de Educación Superior, durante la gestión de Jaime Torres Bodet, como titular de la SEP, uno de los más brillantes secretarios de Educación que ha tenido el país. Más tarde fue Agregado Cultural en Francia. En París desarrolló una intensa actividad de promoción cultural y estudió Ciencias Políticas y después regreso a México, como Secretario General del IMSS.

Participó en la campaña presidencial de Luis Echeverria y fue designado Subsecretario de la Presidencia. Más tarde fue el titular de la Secretaría del Trabajo y se le consideró precandidato a la Presidencia. Al designarse como candidato a José López Portillo, Muñoz Ledo ocupó la presidencia del PRI, durante la campaña política. En el gobierno de López Portillo ocupó por corto tiempo la titularidad de la Secretaria de Educación Pública. Posteriormente fue representante permanente de México ante Naciones Unidas. En ese cargo desarrolló una intensa labor en ese foro multilateral. Fue Coordinador del Grupo de los 77. Durante su gestión en Naciones Unidas, México participó en el Consejo de Seguridad. Al regresar al país participó en la corriente democrática dentro del PRI que aspiraba a una mayor apertura política durante el proceso de sucesión presidencial en el gobierno de Miguel de la Madrid y sobre todo que dicho partido no perdiera el carácter social en la gestión de gobierno. Acompañó en ese esfuerzo a Cuauhtémoc Cárdenas, Rodolfo González Guevara e Ifigenia Martínez, entre otros. Finalmente, la corriente democrática se separó del PRI y apoyó a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la presidencia de la República, en la compleja y controvertida elección presidencial de 1988, que le permitió a Carlos Salinas llegar a la Presidencia de la República. Muñoz Ledo resultó electo Senador por el Frente Democrático Nacional y como tal interpeló públicamente al Presidente de la Madrid durante su último Informe de gobierno. Más tarde, fue Presidente del recién fundado Partido de la Revolución Democrática (PRD). En 1997 fue electo Diputado Federal y por primera vez en décadas fue presidente de la Cámara un líder de la oposición. Después se separó del PRD y fue precandidato presidencial en el año 2000 para después apoyar a Vicente Fox, cuando se dio la primera alternancia partidista en la presencia de la Republica. Encabezó el proyecto de la Reforma del Estado. Durante el gobierno de Fox fue Embajador de México en Bélgica y la Unión Europea. Posteriormente regresó al país para desarrollar numerosas actividades políticas y académicas. Fue promotor y Diputado constituyente en el Congreso que estableció la primera Constitución Política de la Ciudad de México. En la elección de 2018 fue electo Diputado Federal por Morena y presidió el Congreso de la Unión en el acto de toma de protesta del Presidente López Obrador con quién más tarde rompió políticamente.

Al referirme a Porfirio Muñoz Ledo, lo primero que lo describe es su brillantez intelectual y su enorme capacidad de trabajo, así como, desde luego, su absoluta pasión por la política. Fue también un político culto y cosmopolita a quien frecuentemente se le identificó con la social democracia. Abogado, politólogo, escritor, editorialista, conductor de televisión, profesor, fue presidente de dos partidos políticos, dos veces también secretario de Estado, Embajador ante la ONU y más tarde ante Bélgica y la Unión Europea, legislador en varias ocasiones. Tenía un enorme conocimiento de la historia y la política del país, pero también una impresionante red de relaciones internacionales en todo el mundo que articuló durante décadas. Sólo destaco sus vínculos con Willy Brandt, Mario Soares, Fernando Henrique Cardoso, Felipe González, Ricardo Lagos, entre muchos otros. Tuvo relación con todos los presidentes de México desde López Mateos hasta la fecha. Tuve la oportunidad de tratarlo en numerosas ocasiones, pero destaco sólo algunas para mi significativas. Las primeras veces cuando fui Delegado al Grupo de Trabajo sobre ‘Los aspectos jurídicos del Nuevo Orden Internacional’, de la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL) por sus siglas en inglés, cuando esta Comisión tenía sesiones en la ONU Nueva York. Más tarde cuando fui Director General-Presidente de Latinequip, un proyecto diseñado por Helio Jaguaribe, economista y sociólogo brasileño, amigo de Muñoz Ledo y que buscaba promover la integración industrial latinoamericana, apoyada por bancos de desarrollo de México, Argentina y Brasil, pero sobre todo en numerosas sesiones de la Sección Mexicana del Club de Roma en las que participó Muñoz Ledo quién tenía visión de Estado, claridad de ideas y una enorme energía para servir al país. Porfirio Muñoz Ledo fue un hombre muy intenso. En los cargos públicos que ocupó fue siempre un innovador y en los proyectos políticos que encabezó fue impulsor de enormes cambios. Muñoz Ledo fue un político de alianzas y rupturas, con perspectiva histórica, al tanto de la modernidad y sobre todo con visión de Estado. Deja un espacio difícil de llenar.

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