A partir de las Olimpiadas de Tokio 2020 –que se llevaron a cabo en el 2021–, el tema de la salud mental comenzó a tener mucho interés debido a las historias que diferentes deportistas, actrices, cantantes, comenzaron a contar. Uno de los más sonados, por ser un año dedicado al deporte, fue el caso de Simone Biles, quien decidió no competir en diferentes pruebas y con ello dejar a su equipo sin el apoyo de una de las mejores gimnastas del momento, la razón, su salud mental, el hecho de haber vivido un año de pandemia, el encierro y las dificultades personales que vivió. Recordemos también el caso de Ryan Reynolds, el famoso actor de películas como Linterna verde, Deadpool, entre otras; en este año también confesó tener problemas de salud mental y que incluso lo habían llevado a crisis nerviosas, de ansiedad y depresión. Pero, este tipo de dificultades no suceden sólo a personas famosas, hace unas semanas me di cuenta de que este problema nos está afectando a todos.
En una reunión en línea con jóvenes entre 20 y 25 años, me platicaban de las circunstancias que están viviendo actualmente, por ejemplo, el tener que vivir encerrados por más de un año, el vivir con miedo de contagiarse o de que alguno de sus seres queridos lo hiciera y, finalmente, el hecho de que alguno de sus seres queridos muriera; esto es algo real, la mayoría de ellos, diría yo que un 70%, ha experimentado la muerte de un familiar muy cercano, incluso padres o hermanos. Esta situación es muy distinta a todo lo que se ha vivido en otros años, si había problemas, en realidad eran de tipo económico, social o político, las enfermedades ya no eran tan graves como la pandemia actual; los jóvenes, además, eran los más fuertes, los que podían enfrentar cualquier cosa, pero con el COVID-19, la pérdida que se tiene es mucho mayor, no es tu casa, tu trabajo o tu gobierno, eso lo puedes superar, pero, perder a tu familia, a tus hijos, a tus hermanos, eso es muy difícil, y esto es precisamente lo que nos quita la estabilidad, sobre todo a la gente joven, pues ellos están apenas madurando, tratando de salir adelante a través del estudio, del trabajo y de pronto todo esto se detiene por una enfermedad silenciosa y que una vez que llega puede provocar la muerte.
Hoy en día no es posible estar tranquilos porque tememos contagiarnos y, más que esto, contagiar a otros, por esa razón la salud mental es un tema importante de abordarlo. Si bien antes nos preocupábamos por tener un buen trabajo, amigos para salir a divertirnos, dinero, viajes, etc., hoy lo más importante es la familia, la pandemia nos ha regresado a las bases, la sociedad deja de tener relevancia porque lo que importa no es el dinero para gastar, sino el tiempo para estar con los seres que queremos. La pandemia nos ha dado muchas lecciones, hemos vuelto la mirada a los seres más importantes que tenemos, nuestra familia, nuestros amigos, nos hemos dado cuenta de que lo demás, es lo de menos, porque la diversión, el trabajo, queda en segundo término; si no tenemos con quien compartir nuestras alegrías, nuestros fracasos, el éxito tiene poco sentido.
Por otra parte, nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene la estabilidad emocional; como padres, hermanos mayores, tíos, jefes, nos damos cuenta de que necesitamos ayudar a aquellos que necesitan proveerlos de esa estabilidad que nos han quitado y sin la cual no pueden seguir adelante. Sin duda vivimos en una época de incertidumbre, pero en la que nos queda algo muy importante, ¡la vida! Y esto es más que suficiente para seguir adelante, para dar pasos fuertes y seguros, para confiar, para amar, para construir.
Tenemos que darnos cuenta de que aun cuando todo se venga abajo, nosotros tenemos la fuerza para resurgir, dar ejemplo y ayudar en la medida de lo posible a otros que pueden estar en peores situaciones. La pandemia nos ha dejado con una salud mental débil, pero a su vez nos ha mostrado la capacidad que tenemos como seres humanos de salir adelante porque para ello hemos sido creados, para construir, transformar y crear mejores condiciones para nosotros y para las generaciones futuras.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.