Estamos atrapados en la zona de confort
Alejandro Zertuche

Observador Auto-Referente

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Una gran mayoría de mexicanos se encuentran atrapados en un ciclo que no les permite vivir con ilusión.

Lectura: ( Palabras)

La zona de confort no tiene nada que ver con que estemos “a gusto”. Lo que realmente representa es como nos hemos acostumbrado a vivir; ¿Resuena en tu mente el nombre de un país en donde la gente sigue viviendo más de lo mismo de formas distintas?

En México hemos vivido una historia que nos ha llenado de paradigmas que han quedado tatuados en nuestro inconsciente. Nos posicionan en colectivo dentro de un sistema incoherente en donde, por un lado creemos que el orgullo de ser mexicano es nuestro estandarte y por otro, constantemente vivimos desvalorizándonos entre nosotros.

Una gran mayoría de mexicanos se encuentran atrapados en un ciclo que no les permite vivir con ilusión y actúan desde esa zona de confort que les “dicta” lo que es posible para cada uno. Gracias a esto hemos creado lo que hoy vivimos y que no nos gusta. Recurrimos a buscar culpables para no tomar la responsabilidad de hacer los cambios desde cada uno de nosotros sin darnos cuenta de que toda esta “realidad” ha sido creada en la suma de nuestras actuaciones individuales como parte de una sociedad dormida. Hemos perdido la brújula de la vida dejando que lo que sucede en el exterior controle nuestro interior; viviendo con miedo, tensión, preocupación, angustia y ansiedad que nos llevan a una depresión colectiva inconsciente.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el 90 % de las enfermedades tienen un principio psicosomático, y esto se debe a la influencia de la mente sobre el funcionamiento del cuerpo y los sistemas que lo integran. Si entendemos bien y hacemos consciente como es que lo que creemos y pensamos nos refleja emociones que se convierten en nuestro estado físico del día a día, tendríamos la llave para salir de la disfuncionalidad emocional que nos controla y enferma.

salir de confort

Mientras no estemos conscientes de cómo es que funciona nuestra biología humana, estaremos con los ojos vendados creyendo que las situaciones que vivimos son las culpables de cómo nos sentimos. En este espacio es dónde tenemos la oportunidad de reinventarnos para salir de este ciclo que nos mantiene atrapados desde el inconsciente colectivo. Es momento de liberar al ser humano de los ansiolíticos que han sido la salida fácil de la medicina para atender hoy a cualquier problema de sueño, estrés y ansiedad que vive más de un 80% de la sociedad después de la pandemia.

Se requieren liderazgos genuinos que abran esta nueva consciencia colectiva para encontrar formas de re-humanizarnos, de regresar a la colaboración y valorizarnos más desde lo individual para formar una mejor sociedad. Es momento de iniciar una conversación más profunda que nos permita llegar a la raíz y entender que podemos reinventarnos desde el poder que tenemos como seres humanos; identificando claramente lo que hoy está disminuido por los paradigmas y el confort que nos mantienen al límite inferior de nuestras capacidades.

Si queremos un México que se transforme, no requerimos de un paquete político de ideales que vienen de intereses de unos cuantos, ya que esto nunca nos generará una mejor calidad de vida para todos. Lo que sí podemos crear son lazos ciudadanos que vayan creciendo de forma celular para ir conectando a nuestro país a una nueva red que sea capaz de tomar el control de lo que queremos que suceda para todos.

Iniciemos desde lo personal preguntándonos ¿Cómo me siento? ¿Cuáles son los pensamientos recurrentes que me separan de un estado de paz? ¿Qué máscaras uso para salir a convivir con otros? ¿Tengo idea de quién puedo ser más allá de lo que creo que soy? ¿Estoy consciente de ser responsable de lo que sucede a mi alrededor? Todas las respuestas nos dirán la ubicación exacta de donde nos encontramos en este momento; desde ahí podemos asumir esta realidad y crear una nueva que nos permita abrir la puerta para salir de la zona de confort.

Es necesario aceptar que estamos atrapados en la zona y si algo te dice que no lo estás, puede ser el ego cuyo objetivo es insistir en que lo que sabes y haces es siempre lo correcto, además de hacerte sentir que es mejor que lo que hacen los demás. Analizando conscientemente tu posición ¿Ya sabes en qué zona te encuentras?

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