Sobre la naturaleza de las cosas eróticas de Francisco González Crussí
Manuel Ramiro Hernández

Visión Integral

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Don Francisco se dedica en este libro a tratar de dilucidar la atracción sexual y el deseo erótico, sin embargo, no consigue dilucidar precisamente esta atracción, este deseo, que sigue siendo un enigma, un misterio.

Lectura: ( Palabras)

Dentro de la clase de medicina y literatura o medicina narrativa decidimos leer este libro de González Crussí: Sobre la naturaleza de las cosas eróticas, (Verdehalago, Puebla. 1999). En el curso de las 12 semanas que dura la materia optativa, nos damos a la tarea de leer un libro a la semana que puede tener diversas características: narrativas de médicos que nos exponen sus experiencias sobre las enfermedades y los enfermos, narrativas de los pacientes sobre el impacto de la enfermedad más allá de lo propiamente físico del padecimiento, experiencias de los familiares ante la enfermedad de un paciente, experiencias o consejos de expertos sobre el manejo del paciente mas allá de lo propiamente físico del padecimiento; novelas que tratan sobre la enfermedad, el sufrimiento de los pacientes y sobre el impacto social de la enfermedad.

También nos acercamos a las obras escritas por médicos y que no son propiamente un texto de medicina. Como en este caso. Todo esto está pensado para que los alumnos observen la enfermedad, los padecimientos, sus consecuencias y sus sufrimientos desde un punto de vista holística, buscando desarrollar una perspectiva humanística y humanitaria más amplia y más profunda. A mí me resulta muy estimulante, conseguir en cada curso que los alumnos se asomen a un libro, a veces más corto, a veces más largo, a veces más profundo, otras no; y que cada semana podamos comentar sus apreciaciones, cada una diferente y particular sobre cada libro leído. Al final, me parece que los alumnos comprenden como la literatura ayuda a ser mejor médico, al ampliar nuestra perspectiva sobre las cosas.

Al proponer el libro de un médico mexicano, seleccionaron éste; como yo lo había leído ya hace mucho tiempo, decidí leerlo nuevamente. Como todos los buenos libros al releerlos aparecen nuevas cosas interesantes y maravillosas. Francisco González Crussí (1936) es un médico mexicano muy importante y muy interesante, estudió en México, pero sí al terminar se trasladó a los Estados Unido dónde se hizo primero patólogo y luego patólogo infantil. Tuvo una exitosa carrera en Canadá y luego en Chicago, donde fue jefe de patología infantil en uno de los hospitales más prestigiados de la ciudad, al mismo tiempo fue editor, durante varios años, de una prestigiada revista de patología infantil. Se retiró en 2001; ya en 1986 había escrito Notas de un anatomista, obra que fue muy exitosa y reconocida, pero a partir de 2001 empieza una carrera literaria muy exitosa y muy larga. Ha recibido muchos premios, tanto en los Estados Unidos, como en Europa y por supuesto en México; la mayoría de sus obras están escritas originalmente en inglés, pero también las hay originalmente escritas en español. Los temas fundamentales de sus ensayos son Eros y Tanathos, (Partir es morir un poco, Mors repentina, Venir al mundo, Las folias del sexo, La enfermedad del amor), pero tiene algunas obras muy entrañables como la Historia de la Medicina, que en una obra no enciclopédica nos muestra el largo camino de la medicina, o Remedios de antaño que nos lleva a épocas de pócimas y ungüentos.

Sobre la naturaleza de las cosas eróticas, es un profundo libro de ensayo, creo que escrito un poco parafraseando De la naturaleza de las cosas eróticas o Sobre la naturaleza de las cosas de Tito Lucrecio Caro, este libro con un enfoque mucho más amplio, de todas formas, tiene apartados sobre la atracción sexual, mezclado con aspectos sensoriales y astrales. Don Francisco se dedica en este libro a tratar de dilucidar la atracción sexual y el deseo erótico, me parece a mí que, aunque profundiza y explica enormemente, no consigue dilucidar precisamente esta atracción, este deseo, que sigue siendo un enigma, un misterio.

Empieza por buscar una explicación para que los seres humanos estemos divididos en dos sexos, que se atraen más allá del deseo puramente reproductivo, como sucede en otras especies animales. Nos habla de cómo el deseo erótico puede ser una sensación casi artística, que poco tiene que ver con la culminación de la cópula, desechando la opinión que se desencadena y culmina con el placer, si no que lo trasciende y ejemplifica esto, con la experiencia frecuente, aunque no muchas veces repetidas, que se tiene ante la presencia de un hombre o una mujer que nos hace sudar, tener taquicardia y estar obnubilado ante su presencia, sin que sólo sea el deseo, la necesidad o meta de tener relaciones sexuales, desafortunadamente, aunque muchos hemos tenido esta experiencia, tiende a dejar de repetirse.

Nos habla como el poder erótico es de los más poderosos, si no también de los más hermosos, aunque también de los más exigentes, tanto que uno de los miembros de la dupla puede convertirse en esclavo. Repasa muchas épocas, visiones de la seducción y de lo erótico, es particularmente interesante, en que la hace varias recomendaciones para la seducción y sus buenos resultados, la que hace una mujer china de gran experiencia a un joven que se inicia en las lides amatorias. Le dice que ha de ser bello y apuesto, tener atribuciones físicas para los juegos sexuales, ser rico y humilde simultáneamente y después tener el tiempo y la disposición de gastarlo en las conquistas amatorias. Historias de toda la vida y todas las épocas.

González Crussí se refiere fundamentalmente a situaciones masculinas, dejando un poco fuera a las mujeres, como si el impulso y deseo erótico, sexual fuera en ellas menor o diferente. Doña Emilia Pardo Bazán en dos de sus novelas escritas antes de 1900, relata como la mujer tiene deseos sin que estén ligadas a relaciones matrimoniales, de compromiso, ni siquiera de largo plazo. Tal como sucede en el hombre, fue criticada por todo mundo, incluso por lo que hasta entonces habían sido sus promotores, pero al final la verdad se impone. Tampoco aborda González Crussí, en este libro, la atracción homosexual, y la actividad homosexual, que deben tener también sus complejidades y explicaciones.

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2 respuestas a “Sobre la naturaleza de las cosas eróticas de Francisco González Crussí”

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