Veo con mucha tristeza que nuestro país está lejos de mejorar, no lo digo únicamente por la crisis económica, la inseguridad, los feminicidios, el mal manejo de la pandemia, los homicidios dolosos, la falta de vacunas, ni por la corrupción galopante que hay con familiares o amigos de López Obrador, sino también por la falta total de respeto a las instituciones, como con el Poder Judicial, al insinuar que los jueces son corruptos y que atienden a intereses extranjeros, y recientemente al INE, institución que tantos años ha costado a México para poder celebrar elecciones pacíficas, justas, apegadas al derecho, porque ahora hasta surgió la propuesta de desaparecerlo. ¿Por qué? ¿Sólo porque no acepta seguir órdenes del Ejecutivo y, por tanto, si estás en mi contra, eres corrupto; hay que investigarte y que caiga todo el peso de la ley?
Se le olvida a López Obrador que ese mismo INE fue el que aceptó su triunfo en las elecciones, pero como eso sí le convino entonces todo estuvo bien en ese momento, y ahora que se acercan las elecciones más importantes de nuestro país, hay que ir preparando el terreno para impugnar, desconocer, y no aceptar los resultados si estos no favorecen al partido en el poder. Se le olvida, entonces, que en su triunfo votaron por él 30% de los mexicanos, por lo que existe una mayoría que no lo hizo, mismos que no estamos dispuestos a seguir aceptando que a la usanza de los años 60, 70 y 80, se haga la voluntad de un solo hombre, desde luego que no. Pero esto lo niega el Ejecutivo, hay una obstinación tal en todo lo que dice y hace que no es entendible para una persona con esa investidura.
¿Cómo puede explicarse que pese al rechazo de las mujeres a la candidatura del Sr. Macedonio a la gobernatura de Guerrero, el presidente haga caso omiso al mismo, lo minimice y aquél reclame al INE que le devuelva su candidatura? Se le olvida el juramento que hizo cuando tomó posesión del cargo. Prometió cumplir y hacer cumplir la Constitución mexicana y las leyes que de ella emanan, ¿dónde quedó esto? López Obrador se justifica ante el presente culpando al pasado, a ese pasado que forma parte de él mismo y que cuando fue oposición criticaba con ahínco la falta de crecimiento, la inseguridad, los feminicidios, etc. ¿Por qué no hacemos una rendición de cuentas de todas esas promesas incumplidas desde su campaña hasta el día de hoy?

¿Se declaró el dinero de su hermano Pío ante las autoridades correspondientes y aclaró su procedencia? ¿Qué de las propiedades de Barlett y su procedencia? ¿Cómo estuvo y en qué acabó el caso de Ana Gabriela Guevara? ¿Los contratos de su prima Felipa? ¿El nuevo puesto que le otorgó a su hijo Ángel Andrés Ramírez Obrador?… ¿Debemos creer que la gasolina no seguirá subiendo como hasta ahora?
¿Para cuándo habrá suficientes medicamentos en el Seguro Social o en el INSABI? ¿Existe un plan real de tratamientos para los niños con cáncer? ¿Por qué el presidente ha considerado como prioridad sus proyectos de la Refinería y el Tren Maya?
¿Qué pasó con las pipas que compró sin licitar para el abasto y suministro de gasolina? ¿Cuántos huachicoleros están en la cárcel? Y al líder sindical de Pemex, Romero Deschamps, se le otorga la jubilación con una pensión estratosférica, ¿es congruente?
Después de tanto alboroto internacional, ¿cómo va el caso Lozoya?, ¿hay más inculpados?, ¿quedará impune?
¿Cuándo los mexicanos podremos transitar libremente por las calles, carreteras, transporte público, sin ser violentados en sus derechos y pertenencias?
Y porque seguimos aún en pandemia, ¿cuándo realmente la población de todo el país estará vacunada en su totalidad?, ¿cuándo los adultos mayores de los estados del interior de la República?
Como podemos ver, hay una lista interminable de montajes reales, de cortinas de humo, y de falta de rendición de cuentas. ¿Hasta qué momento lo vamos a seguir permitiendo?… ¿qué pasará en las próximas elecciones?
Finalmente ustedes tienen la última palabra, aún hay tiempo para corregir el rumbo.
Nos seguimos leyendo.