Sin duda estamos frente a una de las jornadas electorales que harán historia en nuestro país por diversos motivos, entre estos, las de mayor violencia, pues ya suman 88 políticos asesinados desde septiembre del año pasado, entre ellos aspirantes y candidatos de gobiernos estatales y federal. También son las elecciones más atacadas por el Ejecutivo, si su candidato de partido bajó en las encuestas, entonces entra en la descalificación de los punteros, les avienta el aparato gubernamental y sin pruebas contundentes ataca a los opositores.
El presidente al descalificar el actuar del INE y con la amenaza de desaparecerlo, nos obliga a retroceder varias décadas del camino democrático que hemos construido y aceptado; ¿dónde están las autoridades?, ¿por qué no se le obliga a respetar la ley? Está en juego el futuro de México. La actual crisis económica ha sido peor (-9% del PIB como lo ha reportado el INEGI) que en los periodos neoliberales.
No se aceptará el mal manejo que se le ha dado a la pandemia ni el escenario catastrófico al que llegamos (223,833 muertes por Covid, según Reforma); y pese al avance en la vacunación de la población, no se le ve una solución al corto plazo.
Tampoco se rendirán cuentas del despilfarro de recursos en obras como la Refinería de Dos Bocas, que nos costará cerca de 8,995 millones de dólares, algo así como 179,900 millones de pesos mexicanos (14 veces lo que costó la adquisición del porcentaje restante de Deer Park en Houston), que además va en contra de la tendencia de las energías renovables que afectan a la ecología no sólo nuestra, sino del mundo entero.
La corrupción galopante que hay tanto en la familia del Ejecutivo (los videos de su hermano Pío, los contratos de su prima Felipa, el puesto de su sobrino y el crédito de su otro hermano Pepín, aportaciones en el primer caso, ¿y los demás?). La descalificación y ataque a todo periodista y comunicador que no comulgue con las ideas de López Obrador y se atreva a exponerlas a la opinión pública.
La política de excusa, en vez de rendición de cuentas por la tragedia de la línea dorada 12 realizada por el ex jefe de gobierno Marcelo Ebrard y la falta de transparencia en las compras-rentas de los trenes por parte de Mario Delgado y la complicidad absoluta del sucesor Miguel Ángel Mancera, quien en lugar de denunciar los hechos prefirió darle “una manita de gato” a la misma, reabrirla y dejarla en el olvido cuando requería un zarpazo de tigre para garantizar su funcionamiento.
Los ahorros malentendidos de la jefa de gobierno actual y de la “sólo” directora del metro, pasando por alto los mantenimientos tanto preventivos como correctivos, así como las denuncias de los choferes de este transporte; oídos sordos como en el caso del colegio Rebsamen que su tragedia no afectó para nada las aspiraciones de quien le dio el visto bueno a la ampliación del mismo y que luego culpó sin temor alguno a la dueña de éste.
¿Cuántas muertes pesan sobre las administraciones de Claudia Sheinbaum?, ¿qué repercusiones le han traído?, ¿habrá justicia o se pasará por alto nuevamente?
No se tratan de preferencias, antipatías o de estar a favor o en contra, sino de hacer la evaluación correcta y que nos demos cuenta de la realidad que estamos viviendo, no puede ser que no haya dinero para lo esencial, medicamentos, tratamientos para el cáncer de niños, pero sí para comprar una refinería “quebrada”, la Refinería Deer Park, en Texas, comprando el porcentaje restante de 586 millones de dólares, pero con una deuda interna de 980 millones de dólares, según lo documentado por el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza.
Cada año, Pemex debe entregar un informe ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos de América, la Securities and Exchange Commission (SEC), y ahí están los registros de pérdidas con Deer Park. En 2020 Pemex reportó pérdidas de 4,056 millones de pesos (mdp); y de 1,438 mdp durante 2019. Seguimos con el empeño de ver al petróleo como el arma salvadora de Pemex y le damos la espalda a las energías limpias (estamos contra el mundo), y la tendencia que hay de la transportación eléctrica, en lugar de la de utilización de fósiles.
Se nos dijo que no se endeudaría al país, basta ver los últimos resultados de la página del Banco Mundial:
A 30 meses de administración de la autollamada Cuarta Transformación (4T), el gobierno de Andrés Manuel López Obrador suma un total de 3 mil 855 millones de dólares; mientras que, durante toda la administración de Enrique Peña Nieto, los créditos contraídos fueron por la cantidad de 2 mil 331 millones de dólares.
Lo anterior equivale a 1,524 millones más que la pasada administración. Cabe señalar que “Desde el inicio de su administración, en diciembre de 2018, por lo menos, en 179 ocasiones, el Presidente López Obrador ha criticado a los expresidentes de México por la contratación de deuda, reiterando que su administración no lo había hecho”. Según el Banco Mundial, el préstamo más reciente que pidió el gobierno federal fue de 750 millones de dólares, en febrero de 2021, con número de proyecto P174150, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), mientras que el primero fue el 28 de marzo de 2019, por un monto de 400 millones de dólares a la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, con el número de proyecto P169156.
Recordemos que somos más del 60% los que desaprobamos este gobierno, pero en nuestras manos está revertirlo.
Ustedes tienen la última palabra. Nos seguimos leyendo…
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