Se publicó en septiembre de 2022 el libro ‘Earth4All. A Survival Guide for Humanity’. Se trata de un importante texto resultado de una iniciativa internacional para explorar como lograr en este siglo el bienestar para todos dentro de los límites naturales del planeta, esto es, respetando las condiciones de la naturaleza que permiten la vida humana en la Tierra. Esta iniciativa fue fundada en 2020 por el Club de Roma, la Escuela de Negocios de Noruega, el Centro de Resiliencia de Estocolmo y el Instituto Potsdam para la investigación sobre el impacto del Cambio Climático. Este libro se ubica en el legado conceptual de los ‘Los límites al crecimiento’, y los límites planetarios. En el núcleo del análisis hay dos aspectos fundamentales, la Comisión de Economía Transformacional y el modelo de dinámica de sistemas Earth4All.

Se parte de la base de que las crisis siguen llegando. A pesar de que el mundo disfruta de una riqueza sin precedentes, nuestras sociedades siguen siendo extremadamente vulnerables a las crisis económicas, sanitarias, humanitarias, geopolíticas y medio ambientales. Durante este siglo las sociedades se enfrentarán a amenazas existenciales a largo plazo de una escala desconocida hasta ahora.

Antonio Guterres, el Secretario General de Naciones Unidas, lo ha expresado con toda claridad: ‘seguir como hasta ahora podría provocar la ruptura del orden mundial, abocarnos a un mundo de crisis perpetua en el que el ganador se lo lleva todo. O podríamos decidir cambiar de rumbo, provocando un avance radical hacia un futuro más verde, mejor y más seguro para todos’.

Como lo señaló Antonio Guterres: El mundo se dirige hacia el retroceso o el avance. Frente a esta situación se plantean dos escenarios: El primero, es ‘Demasiado poco, Demasiado tarde’. En este escenario se explora que pasaría si la política económica continúa por la misma senda por la que ha ido durante los últimos 40 años. El segundo escenario, el ‘Salto Gigante’, analiza que pasará si las sociedades toman decisiones extraordinarias e invierten en la construcción de sociedades más resilientes.

En el primer escenario se explora la evolución tanto de la economía global como del sistema terráqueo, asumiendo una acción política a niveles similares a los de los últimos 40 años. La economía seguirá creciendo, pero a expensas de la cohesión social, el bienestar y un planeta estable. Se dará una caída del bienestar; aumento de la desigualdad; las emisiones de gases de efecto invernadero sobrepasarán los límites y aumentarán las tensiones sociales y el riesgo de colapsos regionales. En el escenario 2, el ‘Salto Gigante’, se privilegia la cooperación y se toman acciones extraordinarias en esta década. En este escenario se logra el fin de la pobreza absoluta, se acelera la inversión en energía limpias y aumenta la seguridad alimentaria sostenible. Se plantea la seguridad energética y la abundancia, pero se requiere el apoyo de los ciudadanos para garantizar una transición justa y equitativa, se modera el crecimiento demográfico y la temperatura se estabiliza por debajo de los 2°C, esto, se apunta, evita amenazas existenciales más graves para las sociedades, pero requiere adaptación ya que traerá dificultades económicas serias.

De no efectuarse un profundo cambio a nivel global, que comprenda a todas las sociedades organizadas, a toda la comunidad internacional, tendremos que hacer frente a amenazas para las que la humanidad no está preparada: polarización disfuncional, seguridad alimentaria y energética, cambio climático y colapso ecológico. De seguir por el camino por el que vamos, en los próximos 30 años, el mundo experimentará una pobreza prolongada, un aumento de la desigualdad, crecientes tensiones sociales y crisis climáticas. En ese escenario, no se puede descartar el colapso social en naciones y regiones vulnerables. Además, sin un esfuerzo para mejorar la cohesión social es probable que continúe la tendencia de retroceso democrático en todos los continentes, con un riesgo cada vez mayor de caer en el autoritarismo.

A medida que aumentan las tensiones nacionales y regionales, será más difícil afrontar las crisis climáticas y ecológicas. Pero, es posible conducirnos hacia economías del bienestar en un planeta finito. Para instrumentar el escenario del gran salto se requieren de cinco cambios extraordinarios que aumenten la cohesión social. Si actuamos ahora, con el mayor esfuerzo e inversión en esta década podremos lograr en una sola generación muchos de los objetivos del desarrollo sostenible y construir sociedades que respeten los límites naturales del planeta. Se añade que un punto de partida fundamental es que los gobiernos adopten nuevos indicadores económicos que pongan en valor el futuro. Se trata de construir sociedades democráticas justas, responsable y resilientes que puedan enfrenar las crisis y las amenazas existenciales que nos afectan. Los mensajes claves son los siguientes:

1.) La Tierra para todos es factible. Es posible que todos tengamos un nivel de vida alto dentro de los límites naturales del planeta; 2.) El actual sistema económico está desestabilizando a las personas y al planeta. A pesar de disponer de una riqueza sin precedentes, las sociedades siguen siendo extremadamente vulnerables a las crisis sanitarias, humanitarias y económicas. En el curso de este siglo se enfrentarán crisis existenciales; 3.) La brecha entre ricos y pobres seguirá creciendo cada vez más a menos que se tomen medidas para reducirla. Esta desigualdad creciente continuará generando tensiones sociales; 4.) Si continuamos por el camino en el que vamos, es probable que la temperatura promedio global alcance los catastróficos 2.5°C este siglo. Esto conlleva graves riesgos para todas las sociedades. Si el calentamiento llega a superar los 1.5°C existe un alto riesgo de sobrepasar múltiples puntos críticos imparables, que se refuerzan entre sí; 5.) Cuanto más rápido actuemos, será mejor. Si los esfuerzos actuales no se aceleran drásticamente, en esta década, la pobreza continua y el aumento del cambio climático se incrementará el riesgo de profundos problemas sociales en varias regiones del mundo; 6.) Es probable que la transformación hacia ‘economías del bienestar sean disruptivas ya que requieren esfuerzo y adaptación; 7.) Se necesitan cinco cambios extraordinarios relacionados con la pobreza, la desigualdad, el empoderamiento de la mujer, la alimentación y la energía; 8.) La transformación económica es factible. Se requieren del 2 al 4% de los ingresos mundiales por año para promover la seguridad energética sostenible y la seguridad alimentaria; 9.) Se requieren gobiernos fuertes y activos para remodelar los mercados e invertir en obras de infraestructura a largo plazo; 10.) El consumo excesivo en los países de altos ingresos debe contenerse y los patrones globales de consumo deben evolucionar hacia modelos circulares y regenerativos; 11.) La riqueza debe redistribuirse de manera más justa para abordar la desigualdad. Esto mejorará la cohesión social y generará confianza en los gobiernos para remodelar los mercados e invertir en el futuro. Se plantea instrumentar políticas para que el 10% más rico obtenga menos del 40% de los ingresos nacionales alrededor de 2030; 12.) Es el momento de la inflexión social positiva con base en una encuesta global en los países del G-20, el 74% de las personas apoya una reforma de los sistemas económicos que promueva la equidad distributiva. Para la consecución de todos estos logros, es necesario apelar a la sociedad civil, a la ciudadanía organizada.

Los impresionantes niveles de desigualdad son expresión del fracaso de los sistemas económicos. Han desestabilizado las sociedades, también han desestabilizado el planeta y han mostrado la incapacidad de poner en valor el futuro. Pero, también han generado crecientes riesgos para la democracia. Las democracias ya están bajo presión debido a los fallos en el manejo de los riesgos sistémicos en el pasado. Dos tercios del mundo viven en regímenes no democráticos o en democracias en retroceso. Se requiere la transformación de los sistemas económicos que reflejen la dignidad y el progreso humano para fortalecer la democracia.

El llamamiento a la acción de ‘Earth4All’, tiene como objetivo general mejorar nuestro sistema económico. Se destaca elegir economías del bienestar, adoptar nuevos indicadores económicos que brinden mejores resultados para las personas y el planeta. Apoyar el abandono del consumo insostenible como motor clave del crecimiento del PIB.

Se plantean 5 cambios: El primero eliminar la pobreza, con la tasa de crecimiento del PIB de al menos el 5% para los países de ingresos bajos, hasta que el PIB por persona sea superior a 15,000 dólares anuales; para lograrlo se trata de reformar los sistemas financieros internacionales y la normativa comercial para apoyar a los países de ingresos bajos, reduciendo la pobreza multidimensional y permitiendo el progreso económico sostenible para todos.

El segundo cambio es reducir la desigualdad para 2030, a través de diversas medidas fiscales; el tercero es el empoderamiento de la mujer, plena igualdad de género en términos de derechos, recursos y poder tanto legalmente como en el empleo; el cuarto es transformar el sistema alimentario para que sea regenerativo y sostenible que funcione para todos dentro de los límites planetarios, deteniendo la pérdida de la biodiversidad y protegiendo los bienes comunes globales para garantizar alimentos para todos sin destruir la naturaleza y la salud. El quinto cambio es transformar el sistema energético, esto es, transformar nuestro ineficiente sistema de energías fósiles en un sistema energético limpio y optimizado para lograr una reducción del 50% en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, (GEI) para 2030 y cero emisiones netas de carbono para 2050. En suma, un libro que provocará polémica, sobre la solución de la problemática global.

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