La semana pasada el señor presidente estuvo expresando su disgusto ante la posibilidad que se realizara una marcha en contra de las reformas electorales que él plantea. Durante las conferencias mañaneras estuvo manifestando su inconformidad a la expresión popular en contra de la reforma electoral que ha enviado al poder legislativo. Utiliza lo que él mismo ha convertido en la máxima tribuna de la nación para marcar sus planes e intenciones gubernamentales si no sus lineamientos políticos futuros.
Finalmente la marcha se llevó a cabo con una asistencia que podrá ser llamada como numerosa, muy numerosa o multitudinaria, según quien cuente a los asistentes, eso si todo transcurrió en santa paz. Al día siguiente el señor presidente descalificó a los asistentes llamándolos de muchas formas despectivas, a algunas las descalificó por un tío que tiene a otra por su esposo y así al final para hacer una descripción general llamo que habían hecho un striptease político, por decir que se habían mostrado como enemigos de su proyecto
Hace unos días en un programa radiofónico uno de sus voceros expresó el avance democrático que significa que el titular del poder ejecutivo aparezca cotidianamente a rendir cuentas cuando el interlocutor le hizo notar que la aparición matutina del presidente parecía más que una rendición de cuentas, una expresión en búsqueda de popularidad entre sus partidarios, hubo una respuesta airada e incluso molesta ante los cuestionamientos, afirmando que era la máxima prueba del restablecimiento democrático y la recuperación de la honestidad y sobriedad gubernamental.
No hay duda que la conferencia matutina es uno de los instrumentos fundamentales del gobierno de la 4T, en ella se dictan las indicaciones a subalternos, se ataca a los contrincantes y sobre todo se busca la afirmación de la popularidad del señor presidente y se obtiene el beneplácito de sus seguidores. A mi no me queda que es el instrumento fundamental de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el curso de esta semana han surgido versiones, a través de filtraciones de Guacamaya, que pudiera ser el único.
El caso es que la pasada semana utilizó la mayoría del tiempo en insultar, no solo a los organizadores si no a los que asistirían a la marcha, todos los días se refirió ellos en plan insultante, utilizó cada día calificativos insultantes, algunos que se referían a la honestidad y honradez de los que insultaba, desde luego no mostró ninguna prueba al respecto. En mi opinión dos de los adjetivos son absolutamente inapropiados, me referiré a que los llamó cretinos y aspiracionistas desclasados.
Cretinismo es una forma con la que se conoce al hipotiroidismo neonatal, padecimiento que entre otras manifestaciones tiene el déficit intelectual, afortunadamente no la frecuencia pero si las consecuencias han disminuido considerablemente con la realización del tamiz neonatal (que por cierto ha faltado en varias ocasiones a lo largo de esto gobierno) la enfermedad se detecta en los primeros días, con lo que se puede establecer un tratamiento, que permite un desarrollo absolutamente normal de los niños. De tal manera que utilizar cretino para llamar a quien se considera tonto o incluso pendejo, es una victimización para los que sufren el hipotiroidismo neonatal; él no es necesario que lo sepa, pero sus asesores médicos y no médicos si que se lo debieron hacer notar.
Es como si los hubiera llamado mongoles (por síndrome de Dawn) o cualquier otra causa de déficit intelectual. Utilizando aspiracionista desclasado se equivoca, parece un reproche de los años 50 del siglo pasado, utilizado por la izquierda extrema a todos sus enemigos. El señor presidente tiene un problema con la clase media, quedo plenamente manifestado después de las elecciones intermedias, cuando su partido y él dice que la jefa de gobierno perdieron algunas de las alcaldías de la Ciudad de México, como fueron las que sus habitantes tienen una mayor capacidad económica, lo atribuyó al voto contario a su partido de lo que él llamó aspiracionistas, haciendo del insulto una burla, todavía no utilizó el complemento de aspiracionista que ahora agregó, para referirse al mismo grupo socioeconómico.

El lema fundamental de sus planes de gobierno es Los Pobres Primero; pero no me queda claro hacia dónde quiere que migren los pobres, si no es a la clase media, en donde una familia cuente con los ingresos que no solo satisfagan sus necesidades básicas, entre ellas las alimenticias, que cuente con acceso a un sistema de salud, a un buen sistema educativo, o que tenga la capacidad que sus hijos asistan a uno aunque tenga un costo, y quizá tenga un sobrante, para ahorrar o realizar algunos gastos que satisfagan ciertos gustos; ah y a base de su trabajo ir formando un fondo de pensión y que desde luego tenga posibilidades de acercarse a posibilidades culturales y de distracción, económico y cultural.
Los últimos datos del INEGI nos hacen saber que si bien la pobreza extrema ha disminuido, lo que es muy grato para todos, la población en situación de pobreza se ha incrementado en los últimos tres años, especialmente por no contar con servicios educativos ni de salud y no tener un salario.
La clase media es un espacio muy amplio, desde individuos o familias que satisfacen o que apenas alcanzan los satisfactores que mencionábamos, hasta algunos con un estilo de vida cercano a los ricos o muy ricos, sin que probablemente cuenten con los capitales que tienen los muy poderosos, con un espacio intermedio muy anchuroso y un intercambio constante entre los grupos que conforman. Me parece muy grave, por desmotivador, quizá por insistir en las condiciones, llamar aspiracionista al pobre que aspira a llegar a la clase media y satisfacer sus necesidades básicas o bien al que ya está en ella para ascender en la escala.
Si la gente no tiene el entusiasmo el deseo de vivir mejor, estamos ante una sociedad paralizada y estática condenada al fracaso social. Quizá con el epíteto de desclasado quiera referirse o aspirar a la lucha de clases que caracterizaba o caracteriza a algunos sistemas de extrema izquierda, que por cierto han fracasado en todo el mundo.
Finalmente el motivo del enojo es que un grupo se opone a las modificaciones de las leyes electorales, aduciendo que los sistemas son caros, ineficientes y deshonestos; le enoja mucho que alguien se oponga las reformas que propone, y los que se oponen aducen que las reformas acarrearían un control del gobierno en turno.
Desde luego plantear una reforma electoral a 18 meses que se realicen elecciones para sustituir al poder ejecutivo y al poder legislativo, es cuando menos inoportuno y poco elegante, aunque los que se oponen a ellas piensas que son con la intención de poder manipular los resultados de tal forma de asegurar un presidente simpatizante del actual régimen y un poder legislativo con unas mayorías que se presten a modificaciones que permitan sus cambios, mejor si lo hacen sin pensar y sólo ejecutan las indicaciones que parten del señor presidente o presidenta.
Finalmente a mí me queda la duda si cuando insulta a sus adversarios (enemigos) de forma tan pertinaz, tan intensamente y buscando lastimarlos en muchos sentidos, lo hace porque realmente se enoja o simplemente utiliza su gran capacidad de comunicación, de dramatización e histrionismo, para motivar a sus seguidores, causar divisiones y conseguir sus intenciones que me parece son más ideológicas que realmente pragmáticas en búsqueda de la mejora de todos pero especialmente los pobre. Todo lo expuesto en este párrafo lo digo a título personal, y basado sólo en indicios no en evidencias
Es un hombre enfermo, incapaz de escuchar y, no por sordo, sino porque es un iluminado cuyo pensamiento no está para ser cuestionado: solo para ser tenido en cuenta. Su reiterada manera de insultar a quienes piensan diferente no solo no lo engrandece sino que lo vuelve un ser minúsculo, enfermo. Es berrinchudo y como la manifestación de “los conservadores, hipócritas y sinverguenzas” fue un fracaso, que apenas reunió a 10,000 asistentes, hará la suya, acarreará y llenará “su zócalo”. Recordemos las enormes manifestaciones a las que convocaron Musolini, Hitler y otros déspostas semejantes. Ahora hará lo mismo, acarreará al pueblo bueno y sabio. AMLO convoca al pueblo para que reconozaca a AMLO, para que vitoree a AMLO. No merece que le digan “señor Presidente” porque, para ser Señor le hace falta dignidad, humildad y coherencia”. Sí es el Presidente, pero sin ser Señor.
Ha desgastado ls invedtidura. Los insultados don ciudadanos del país que gobierna y a quienes tendría que proteger y comsiderar. Yo ya no le llamo más “señor” presidente