La pandemia entre sueños, juegos infantiles y videojuegos
Laura Montes de Oca

Coordenadas de realidad

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Se acercó un niño y les dijo: “¿Puedo jugar?”. Más o menos le explicaron lo siguiente: “tenemos que atrapar al coronavirus para estar libres”.

Imagen: The Atlantic.
Imagen: The Atlantic.

Lectura: ( Palabras)

Vida cotidiana: sueños y juegos

Más de un año ha pasado desde que se decretara de manera global la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19. Parece que ya hemos interiorizado nuestra nueva condición de vida. Los niños juegan al coronavirus y parten piñatas también del coronavirus; la gente se sueña con tapabocas, con enfermarse o con besar y abrazar a sus seres queridos. He aquí algunas reflexiones al respecto.

Entre sueños

Hace unos meses escuché la siguiente conversación entre un par de colegas en una reunión virtual:

—Hoy tuve una pesadilla: soñé que salía a la calle y no llevaba tapabocas.

—Ay, yo también he soñado algo así: estaba en un supermercado lleno de gente, todos muy juntos y yo era la única con tapabocas, tenía mucha angustia.

Otros testimonios apuntan el mismo hecho:

Finalmente ocurrió: en mis sueños ya aparecen los cubrebocas. […] He soñado en dos ocasiones que estoy en la calle sin cubrirme el rostro como lo ordenan la lógica y las autoridades (Baeza, 2021).

[…] yo, alguien a quien en el contacto físico le da reparo y lleva practicando el distanciamiento social desde hace lustros, sueño a menudo que abrazo y beso (Alonso, 2020).

Los expertos dicen que cuando alguien sueña en otro idioma es porque ya está pensando en esa lengua; también asumen que los sueños denotan interiorización de la vida social además de que es la forma en que manifestamos o resolvemos problemáticas de esa vida. ¿Qué nos dice el hecho de soñarnos con tapabocas, caer enfermos o tener cercanía física con las personas que queremos? Acaso indica que ya estamos asimilando e interiorizando nuestra nueva vida social. O será que nuestros sueños y pesadillas indican el estrés y la angustia que estamos viviendo.

Una psicóloga especializada en sueño, Paula García Casanova, afirma que el sueño y la vigilia son “un tándem indisociable e inseparable”. La también profesora del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante plantea que lo que “vivamos, sintamos y hagamos durante el día influirá en nuestro sueño y viceversa. Existe gran cantidad de evidencia de que el contenido de los sueños refleja los problemas emocionales de la persona” (citada en Alonso, 2020). Por ello no es raro pensar que en estos momentos difíciles nuestros sueños reflejen las problemáticas no resueltas, la incertidumbre, el miedo y la angustia que vivimos cotidianamente.

De hecho, retomando las palabras de una investigadora de los sueños y profesora en la Universidad de Harvard, Deirdre Barrett: “Ahora mismo hay un repunte en los sueños cotidianos, lo que sucede siempre después de cualquier crisis” (citada en Watson, 2020). Compartimos con todas las personas que habitamos el planeta la misma crisis; aunque en circunstancias y condiciones distintas, todas estamos en un proceso estresante. Por ello no es raro que haya más pesadillas, que tengamos sueños más vividos o que tengamos sueños extraños.

suenos pandemia
Imagen: Sona Lee.

Con la pandemia se generaron o agudizaron las problemáticas individuales y sociales; a la par, incrementaron nuestras pesadillas. De acuerdo con algunas investigaciones, las pesadillas “crecieron un 26% respecto a la época prepandémica”. Anu-Katriina Pesonen, investigadora de la Universidad de Helsinki indicó que, por ejemplo, en Finlandia “los niveles de estrés percibido aumentaron en el 56% entre los [4.275] encuestados” (citada en Viciosa, 2020). Las pesadillas revelan cómo estamos viviendo y manejando la vida cotidiana. Entonces, ¿cuál es la función de nuestros sueños en esta época? ¿Es posible controlarlos de alguna manera?

Según la psicóloga Violeta Alcocer, lo que recogemos de los sueños es “el mensaje emocional que nos traen sus contenidos. ¿Es un sueño de alivio, de angustia, liberador, euforizante, triste, extraño? Y también lo que ese mensaje significa para cada uno de nosotros según el momento de la vida que estemos transitando” (citada en Alonso, 2020). Por ello, hay especialistas que sugieren controlar nuestros sueños. En particular, García Casanova sugiere “encontrar durante el día alguna forma de elaborar las cuestiones afectivas; por ejemplo, a través de la terapia o de la escritura, […] con la realización de actividades placenteras, yoga u otro tipo de ejercicio físico. Y hay que tener presente que el sueño y la vigilia son un contínuum que debemos intentar cuidar no solo cuando vayamos a dormir sino durante todo el día” (citada en Alonso, 2020).

Otros especialistas coinciden en la idea de vencer a los sueños. Erin Wamsley, profesora adjunta de psicología en la Universidad Furman, y Julie Carrier, profesora de psicología en la Universidad de Montreal, sugieren reescribir el sueño: “Intenta cambiar o terminar tus sueños de forma positiva” es la recomendación de Carrier. “Ya sea en tu mente o en una hoja de papel (una buena técnica para los niños), desarma el sueño y resuelve el problema, derrota al monstruo o supera la ansiedad. Ensayar la pesadilla mientras estás despierto podría ocasionar un resultado más positivo la próxima vez que tengas el mismo sueño”, confirma Wamsley (citadas por Watson, 2020).

De igual forma, la psicóloga Violeta Alcocer comenta que “Los sueños cumplen una función similar a la del juego simbólico en los niños y niñas”. La especialista explica que los sueños, al igual que los juegos infantiles, nos “permiten elaborar e integrar las experiencias vividas. Mediante el uso de metáforas y símbolos, los sueños articulan un discurso que refleja nuestros estados internos. Estas producciones, por así llamarlas, cumplen diversas funciones: en ausencia de estimulación, se incrementan los sueños vívidos y de contenidos bizarros y estimulantes” (citada en Alonso, 2020).

Ello nos lleva ahora a pensar ese otro universo que también se ha transformado a causa de la pandemia: el juego infantil.

Jugando al coronavirus

La vida de niñas y niños también se ha visto afectada con la pandemia. En distintas magnitudes según el lugar donde habitan, infantes juegan en casa o, ahora, en aquellos lugares públicos que ya están abiertos. Algunos juegan con tapabocas o con caretas, por muy incómodo que esto pueda parecerles; otros evitan el contacto con sus semejantes. Un día de la semana pasada me tomó por sorpresa ver cómo unos niños jugaban en un parque público cercano a mi casa, donde suelo ir a caminar. Una niña le decía a otra: “es el coronavirus”. Me quedé observando y vi cómo estaban jugando a las atrapadas. Se acercó un niño que parecía venir en el mismo grupo y les dijo: “¿Puedo jugar?”. Ellas dijeron que sí. Más o menos le explicaron lo siguiente: “tenemos que atrapar al coronavirus para estar libres”. Vaya, pensé, los niños ya juegan al coronavirus. Entonces me puse a buscar en línea y encontré lo siguiente:

El «juego del coronavirus» fue creado por Santiago Santana, abogado y enfermo español. El objetivo es que las niñas y los niños tomen precauciones, lavándose las manos frecuentemente para eliminar el Covid-19 (Claro, 2020).

suenos ninos en pandemia
Imagen: Axios.

Este juego, de manera didáctica e ingeniosa, consiste en dibujar un coronavirus en la mano de los pequeños. El reto es lavarse las manos varias veces durante el día para que al final del día se borre el dibujo. Entonces los niños consiguen un premio.

El juego de los niños en el parque no era el mismo, pero de alguna manera refleja la resignificación de los cambios que ha tenido su vida cotidiana. El juego es, como los sueños de los adultos, la forma en que los pequeños tienen para procesar su entorno. Recuerdo que los primeros meses de la pandemia se publicaron múltiples recomendaciones de cómo explicarle a los más pequeños lo que estaba pasando; pero, más allá de cómo se lo explicamos –o no–, niños y niñas son personas inteligentes y entienden su entorno, a un grado tal que lo traducen en su lenguaje más común: el juego. Eso también lo saben quienes diseñan videojuegos. De hecho, podemos pensar que los videojuegos son una mezcla de juego infantil y sueños.

Apelando a las habilidades de los jugadores de videojuegos para resolver rompecabezas visuales, Adrien Trouille, científico y CEO en Streamlit, creó dos videojuegos, Foldit y EteRNA, en los cuales los jugadores, según sus palabras, además de “sumar puntos y pasar pantallas, contribuyeran con su capacidad intelectual a la comunidad científica” (citado en López, 2020). Al poder “predecir la estructura tridimensional de las proteínas y su plegamiento” los jugadores están ayudando a buscar una vacuna “diseñando moléculas que podrían usarse para tratar al Covid-19. Si encontramos una molécula que pasa nuestras pruebas iniciales en el laboratorio, podría convertirse en un fármaco candidato y realizar más pruebas en cultivos celulares, animales, y posteriormente, humanos” (palabras de Brian Koepnick, investigador de la Universidad de Washington, que lidera el proyecto para Foldit; citado en López, 2020).

Además de los juegos infantiles y los videojuegos también están las piñatas que tienen forma de un coronavirus. Obviamente, con la pandemia también han disminuido o cambiado la forma en que celebramos a los niños: desde reuniones virtuales hasta pequeñas celebraciones al aire libre o en espacios controlados, usando todos tapabocas y distancia social. Hace una semanas cuando iba a una visita médica, vi en una tienda de piñatas una figura del coronavirus. Me hubiera gustado bajar del auto y preguntar a los vendedores qué tanto la compran. No lo hice, pero imagino que, si la hacen, seguramente algunos padres la comprarán. La idea tal vez no sea de los niños, pero sí de los padres que quieren, mediante un elemento lúdico (muy similar al onírico), vencer al virus.

En suma, sueños y juegos nos están mostrando la forma en que nuestras vidas cotidianas se han modificado y la forma en que nosotros estamos interiorizando esos cambios y tratando de resolver las emociones y problemas que nos generan.


Referencias:
Alonso, Guillermo (2020), “Si estás teniendo sueños rarísimos durante el confinamiento, no estás solo”, El País, 28 de abril de 2020.
Baeza, Manuel (2021), “Soñar con cubrebocas”, Milenio, 15 de enero de 2021.
Claro (2020), “Surge ‘el juego del coronavirus’ para prevenir a las niñas y niñosMarca Claro, 15 de marzo de 2020.
López, Olivia (2020), “Videojuegos que combaten al coronavirus, descubren exoplanetas o desmienten a Einstein”, El País, 23 de abril de 2020.
Viciosa, Mario (2020), “¿En tus sueños ya hay mascarillas? Las pesadillas crecen un 26% en pandemiaNewtral, 15 de octubre de 2020.
Watson, Galadriel (2020), “¿Tienes pesadillas por el coronavirus? Esto es lo que puedes hacer”, The Washington Post, 28 de mayo de 2020.

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