Felicidades a las empresas que han comprometido la neutralidad en emisiones de CO2 al 2050
Octaviano Couttolenc

Cambio y fuera

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Estas tecnologías son aún algo ineficientes y caras para explotarse en gran escala, pero se espera que en el futuro cercano sean soluciones viables.

Lectura: ( Palabras)

Nuestro planeta requiere de grandes esfuerzos para evitar que la tendencia de deterioro ambiental se mantenga y de ahí que el proceso de reducción de emisión de gases de efecto invernadero (“GEI”) a la atmósfera sea tan relevante.

En esta batalla, tenemos a grupos de interés buscando actuaciones muy concretas y decididas, mientras que otros grupos con posiciones antagónicas, promueven la no actuación, ya sea por intereses creados alrededor de los combustibles fósiles, por no considerar la criticidad del tema, o por considerar que el daño es ya es irreversible y presentan escenarios catastróficos que invitan a la parálisis.

La suma de los pequeños esfuerzos que hoy hacemos a nivel de los individuos, de las organizaciones y de los países, considero será la que contribuya a que la humanidad rompa la tendencia de deterioro actual y pueda aún dejar un planeta sustentable para el desarrollo de las futuras generaciones.

A través de este artículo quiero reconocer y aplaudir el grandísimo liderazgo que han mostrado los capitanes y lideres de muchas empresas a nivel global, para definir una estrategia sustentable y trazar el rumbo para sus empresas, comprometiéndose ante sus “Stakeholders” para volverse empresas neutras en emisiones de carbono (“Net Carbon Zero”) para el año 2050.

¿Qué significa para una empresa ser neutra en emisiones de carbono? Cuando una empresa hace esta declaración, no significa que la empresa por sus actividades dejará de emitir GEI a la atmósfera (tales como dióxido de carbono, metano, o de otros gases), ya que eso sería lograr cero emisiones, sino se compromete a lograr un balance entre sus emisiones y la recuperación o remoción de un monto igual de las mismas, de tal suerte que el balance sea cero.

reduccion de emisiones de carbono

Los esfuerzos y recursos que están destinando muchas empresas para el cumplimiento de sus metas, son monumentales, aunque a algunos les pueden parecer poco agresivas y de cumplimiento lejano. Hoy en día, las metas se establecen con las tecnologías disponibles, pero existe confianza que en el futuro seremos capaces de tener acceso a mejores tecnologías, y sobre todo más eficientes, escalables y de menor costo, para lograrlo.

Los sectores económicos que hoy contribuyen en mayor medida a la emisión de GEI incluyen por orden de magnitud a: i) generación de electricidad, ii) actividades industriales variadas, iii) medios de transporte, iv) agricultura y v) los hogares, y son patentes los esfuerzos que se están dando en muchos de estos sectores para lograr la meta de descarbonización.

En estos párrafos citaré algunos ejemplos del tipo de estrategias que se están dando a nivel empresarial, para la reducción de la huella de carbono. Son solo ejemplificativos y pido perdón de antemano a todos aquellos que no nombraré a pesar de sus grandes esfuerzos. 

En el sector de generación de electricidad, y poniendo como muestra los casos de Iberdrola o Enel Green Power, cuentan con metas muy específicas para reducir el CO2/Kwh producido, principalmente a través de incrementar los kilowatts provenientes de energías renovables disminuyendo la generación térmica (para Iberdrola los renovables representarán 85% de su generación en 2050). Asimismo, están llevando a cabo inversiones muy relevantes para mejorar la eficiencia de los sistemas de transmisión y distribución, instalando puntos de carga de electricidad en ciudades para ayudar a la electrificación del transporte, y participando en muchas iniciativas a nivel Europeo para lograr almacenamiento más eficiente de electricidad, a través de hidrógeno verde, entre otras.

En el sector de transporte, nos ha tocado ver la irrupción de los autos eléctricos vía Tesla o Rivian, y que han revolucionado a la industria, y acelerado el proceso de transformación de marcas líderes en motores de combustión interna. Por nombrar a algunos, Volkswagen, Toyota, Ford, GM, etc. han lanzado plataformas de autos eléctricos con varios modelos para buscar lograr que al menos 30-35% de sus ventas en 2025 sean de autos híbridos o eléctricos. El auto eléctrico poco a poco desplazará al de combustión interna, de la mano de la inversión necesaria para la electrificación de la red y mejora en fabricación y disposición de baterías.

Asimismo, en el transporte aéreo o marítimo se van dando iniciativas como aquella impulsada por Maersk quien decidió que la única manera de descarbonizar su flota era mediante el cambio de combustibles fósiles a combustibles neutrales en carbono, tales como el hidrogeno verde, amoniaco o metanol. Recientemente ordenó 12 barcos que se entregaran en 2024-2025 propulsados por metanol verde proveniente de biogás/biomasa o hidrógeno renovable. Esto permitirá una reducción muy importante de su huella de carbono y es un gran precedente en la industria.

En el sector industrial, podemos encontrar asimismo casos muy emblemáticos; en México, destacaría los esfuerzos de empresas como Cemex y Bimbo por mencionar a algunas. Debo confesar que es una gozada meterse a sus páginas de internet y husmear por sus reportes de sustentabilidad, ya que es palpable los avances logrados gracias al impulso de su liderazgo.

reduccion de emisiones de carbono

Cemex ha reducido en 23% el CO2/ton de cemento producida, desde 1990 a la fecha, gracias a la utilización de energías renovables que representan ya el 30% de sus fuentes, al uso de Clinker de menor huella de carbono, al uso de combustibles provenientes de residuos que representan ya el 29.2% de su mezcla, y al desarrollo de sumideros naturales de carbono, entre muchas otras medidas. Bimbo por su parte, hoy genera cerca del 80% de su electricidad de plantas renovables, redujo sus emisiones de CO2 en 9% tan solo en 2020, ha logrado una tasa de reciclaje del 95% en sus operaciones, trabaja con esquemas de agricultura sustentable, 24% de su flota de transporte utiliza combustibles sustentables, entre muchas otras medidas. Asimismo, estas empresas participan en varias iniciativas de desarrollo tecnológico para lograr avances que beneficien a sus empresas y sectores en estos rubros.

Sabemos que, con todas estas medidas, será posible que muchas de estas empresas reduzcan sus emisiones de GEI, pero eso no les permitirá conseguir un balance cero, para lo cual tendrán que llevar a cabo asimismo acciones que les permitan recuperar o remover CO2 de la atmósfera. 

Pero, ¿es esto técnicamente posible? En la naturaleza todos los días, a través de la fotosíntesis que realizan las plantas y árboles y el plancton marino, se lleva a cabo el ciclo natural de remoción de CO2 de la atmósfera. El hombre ha diseñado tecnología para la captura y almacenamiento de CO2 denominada ,por sus siglas en inglés, Carbon Capture and Storage (“CCS”), y existen hoy en Norteamérica y Europa varios proyectos operativos que llevan a cabo esta labor. El CO2 es capturado en procesos industriales o en plantas de generación de electricidad, es transportado y posteriormente inyectado al subsuelo donde es almacenado en antiguas minas o pozos, formaciones salinas o rocosas, entre otras.

Estas tecnologías son aún algo ineficientes y caras para explotarse en gran escala, pero se espera que en el futuro cercano sean soluciones viables. Es muy posible que los esfuerzos que están realizando todas estas empresas logren su objetivo de neutralidad de carbono en forma parcial, y requiera completarlo a través del uso de nuevas tecnologías para el secuestro y captura de CO2 en forma eficiente.

Aplaudo de vuelta el compromiso y liderazgo de todos esos lideres empresariales que ya trabajan incansablemente por esta meta, sin importar las críticas, o los costos que esto suponga, ya que los beneficios estarán ahí hoy y siempre. Hay muchas voces que pregonan que en tanto no exista un mercado de carbono ($ ton/CO2), no existirán los incentivos adecuados para invertir o en su caso dejar de contaminar, pero eso ya lo comentaremos en otra ocasión.

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