En el contexto de la emergencia climática global, el Club de Roma continúa muy activo en la búsqueda de soluciones. En el 50 Aniversario de la publicación de ‘Los límites al crecimiento’, el Informe del Instituto Tecnológico de Massachussets, (MIT) al propio Club de Roma, se publicó recientemente ‘Earth 4 All. A Survival Guide for Humanity’, (La Tierra para Todos, una guía de supervivencia para la humanidad).
Sandrine Dixson-Declève, Co-Presidenta del Club de Roma, informó que hace cuatro semanas presentaron el proyecto ‘Earth 4 All’, en la Bolsa de Valores de Nueva York, en Wall Street. El planteamiento es el cambio de paradigma de ‘El ganador se lleva todo, a la Tierra para todos’. Se trata de construir sociedades que valoren la prosperidad para todos en lugar de optimizar las ganancias para unos pocos, en un planeta finito apto para el siglo XXI. Es claro, una sociedad más igualitaria beneficia a todos, incluso a los muy ricos.
El hecho de que se le diera oportunidad a los promotores del proyecto de presentarlo en la bolsa de valores de Nueva York, (NYSE) puede ser una señal del cambio de los tiempos. El mensaje parte del supuesto de que los mercados libres sin trabas y el crecimiento económico sin dirección son un camino hacia la catástrofe. Pero, por otra parte, los mercados, como una de las fuerzas más poderosas de nuestro planeta, pueden ser también una herramienta para acelerar la inversión dirigida a la articulación de soluciones para estabilizar el planeta y proporcionar bienestar a todos.
En ‘La Tierra para Todos’ se describen dos escenarios: ‘Demasiado poco, Demasiado tarde’, por una parte, o el ‘Salto Gigante’, por la otra.
Con el sistema económico actual, que incluye mercados no regulados que destruyen la naturaleza y fallan a la gente nos precipitamos hacia el escenario ‘Demasiado poco, Demasiado tarde’. El mundo continuará de crisis en crisis y nunca va a invertir en la resiliencia a largo plazo de las sociedades. Se está transformando el sistema energético, pero demasiado tarde para evitar que crucemos peligrosos puntos de inflexión. Por otra parte, a medida que avanza el siglo, la creciente desigualdad y concentración de la riqueza en pocas manos sólo hace más difícil enfrentar los riesgos existenciales.
En el escenario del ‘Salto Gigante’, se propone un modelo diferente. La promoción de la energía limpia, los sistemas alimentarios regenerativos, las economías circulares, la educación y la salud. También se propone retirar las industrias redundantes, el uso de energías fósiles, y los modelos de negocio de tomar y generar residuos. Se trata de optimizar nuestras economías para el bienestar humano. Es claro que cambiar el rumbo requiere inversión, pero el costo es relativamente pequeño, entre el 2 y el 4% de los ingresos globales, inferior al costo de hacer frente a la pandemia. Requerimos hacer inversiones en infraestructura, investigación e innovación, así como en las personas, en educación y salud.
El sistema económico debe cambiar para hacer frente a los desafíos de nuestro tiempo. Es posible repensar nuestro sistema económico para que los países de altos ingresos reduzcan el uso y el consumo de materiales y aumenten la eficiencia y el valor, en tanto que los países de bajos ingresos crezcan y erradiquen el hambre y la pobreza. Debemos generar esperanza, que es el verdadero oxígeno para la acción.
Refiere Dixson-Declève las palabras Ban Ki-moon, exSecretario General de las Naciones Unidas y padre de los ODS: ‘un nuevo movimiento de mentes y almas dispuestas a salvar a nuestra preciosa humanidad’. Agrega Sandrine Dixson-Declève que esto afecta nuestros valores más profundos: ¿Cómo dejamos el planeta a las futuras generaciones?; ¿Cómo valoramos nuestra vida y la de los demás seres humanos?; ¿Cuánto valoramos las tierras, las aguas, el aire que nos han dado y nos dan vida?; ¿Respetamos a las demás especies del planeta?; ¿Podemos ser buenos antepasados?
Debemos construir un movimiento de movimientos desde abajo, apoyando a las personas con la voluntad y el compromiso personal para salvar a la humanidad y al planeta. Es necesario promover la transformación económica mediante una recalibración de nuestras sociedades y crear un nuevo equilibrio de humanidad, ecología y economía. Pero, necesitamos que los gobiernos actúen ya.
Los siguientes pasos son:
- 1.- COP 27 de la Convención Marco de Naciones Unidas para el cambio climático, (Egipto en noviembre), financiamiento climático real, más ambición hacia cero emisiones de carbono.
- 2.- Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, (COP15): Un nuevo marco más ambicioso. Cero pérdidas de naturaleza y biodiversidad.
- 3.- FMI: Una reforma al Fondo Monetario Internacional y a los organismos financieros multilaterales, como el Banco Mundial, para crear un espacio de políticas públicas para que los países de bajos ingresos eliminen la pobreza y combatan al cambio climático.
- 4.- Convención Fiscal: Desarrollar un organismo fiscal global que contribuya a reducir la desigualdad.
Tenemos los instrumentos para salir de la emergencia en este decenio. Los mercados, los responsables políticos y todos debemos actuar hoy, antes de que sea demasiado tarde.
En suma, vivimos una profunda crisis a nivel global, derivada de la acelerada destrucción de la naturaleza, la creciente contaminación, la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. Esta crisis esta agravada por la persistente pobreza, hambre y desigualdad de amplios sectores de la población mundial. Esta crisis se vio agravada por la pandemia del COVID-19, la invasión rusa a Ucrania, otras fuentes de riesgo bélico en Asia, la amenaza de recesión económica mundial, la presión inflacionaria, ente otros problemas.
En este contexto, se presente este proyecto. Cabe referir que los planteamientos de búsqueda de soluciones a la problemática global, requiere de mucho desarrollo conceptual, para plantear respuestas a los problemas que nos aquejan. Además, el camino es muy complejo y lleno de dificultades porque hay que enfrentar a los intereses particulares que dominan y tienen capturados a numerosos gobiernos, lo cual impide privilegiar el interés general. Además, un claro ejemplo es la influencia de la especulación financiera sobre la economía real, a nivel global, o las dificultades para descarbonizar el medio ambiente, ya que muchos gobiernos nacionales están sometidos a los intereses del sector de los hidrocarburos. Sin embargo, las evidencias del deterioro ambiental, a nivel mundial, genera una situación que ya no admite demoras para su solución.
El proyecto ‘Earth 4 All’, (La Tierra para Todos), es un buen comienzo para poner en la mesa de discusión global, el análisis de las soluciones a la problemática que nos afecta.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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