Convergencia global contra el cambio climático
Manfredo Martínez

Sociedades del Siglo XXI

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La organización Fridays For Future organizó este 24 de septiembre una “Movilización Internacional por el Clima” con el fin de exigir…

Imagen: El Norte.
Imagen: El Norte.

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Estas dos últimas semanas han estado cargadas de bastante material informativo para la cobertura, tanto para la prensa regional como para el periodismo global. La celebración “formal” del bicentenario de independencia del “yugo” español en varias naciones latinoamericanas –entre ellas México y Honduras–; la celebración en Palacio Nacional de México de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) el reciente 18 de septiembre –con la presencia de presidentes cuestionados en sus países–; la semana de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas; y la erupción terrible del volcán “Cumbre Vieja” en la Palma, España.

No obstante, hay un tema que quiero abordar por su importancia y “urgencia” de iniciar una verdadera y “auténtica” alianza contra los desastrosos efectos que ha generado en el planeta: el cambio climático, producto de una irracional y “cómplice” tolerancia hacia los depredadores de la ecología medioambiental a escala planetaria. En ese sentido, la organización Fridays For Future organizó este 24 de septiembre una Movilización Internacional por el Clima (o “Huelga Global por el Clima”) con el fin de exigir pasar de una “timorata” gestión en los procesos de amortiguamiento de los daños provocados por la adversidad climática, a una frontal contención de ésta y acelerar los esfuerzos de restauración de la corteza terrestre.

Me parece que el principal problema que no se ha podido solventar, al respecto de “movilizar” y unificar todas las energías y recursos posibles, ha sido la negación hacia el fenómeno por parte de élites político-económicas globales, lo cual evidentemente se traduce en fraccionamiento de lo que debería ser una respuesta absoluta en contra del calentamiento global. Esto lógicamente sólo contribuye a la continua degradación de la tierra, “casa común” de la humanidad, pues mientras no haya una respuesta estándar global en los diversos frentes desde donde se gestiona y toma decisiones sobre el particular, se está posibilitando negligencia “interesada” al incremento de la temperatura global –según proyecciones actuales el mundo superaría el límite de 1.5°C en doce años–. Como ejemplo se podría observar la determinación de una cadena trasnacional de supermercados de desechar bolsas plásticas –progresivamente y en los países donde opera– y “trabajar” con bolsas ecológicas.

huelga ambiental
Imagen: Punto Noticias.
fridays for future

El problema, a mi parecer, con tal iniciativa verde debería “reproducirse” en todos aquellos espacios donde habita un ser humano, y podría lograrse a través de lo que yo denomino “constitución ecológica”, que obligue a actuar en consonancia con los principios de protección, en primera instancia, y restauración, en segundo momento, de las “heridas” que ha venido sufriendo el planeta Tierra. Éstas aún no han cicatrizado, más bien se han multiplicado exponencialmente a partir de la revolución de los medios de transporte en la segunda mitad del siglo XIX, dando comienzo a efectos “apocalípticos” ya más recurrentes en los últimos cincuenta años, producto de la interrelación continua de personas, pero también, a raíz de las lógicas de explotación sin regeneración de los nichos geográficos aprovechados –ejemplo de ello, el trabajo deleznable de las industrias extractivistas–. En ese orden de ideas me remito a la apreciación del líder hindú, Mahatma Gandhi,quien sostenía que “la tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de cualquiera”.

En definitiva, el triunfo contra la debacle que ha provocado hasta el momento el calentamiento global requiere de legislarnos cada uno de nosotros, para orientarnos con base a la ética de la sensibilidad para poner nuestro “grano de arena” y contribuir a salvaguardar la Tierra. Pienso que es hora de pasar de los dobles discursos a los pragmatismos medioambientales, quizás bajo un enfoque ético utilitarista. Al parecer los buenos anuncios al respecto empiezan a llegar esta semana cuando en su intervención pregrabada y proyectada ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente Xi Jinping prometió que “China intensificará el apoyo a otros países en desarrollo de energía verde y baja en carbono y no construirá nuevos proyectos de energía a carbón en el extranjero”.

septiembre huelga por el clima
Foto: Economía Sustentable.

Posdata: Este viernes 24 de septiembre (#24S) fue la Movilización Internacional por el Clima, inspirado en el acontecimiento de desobediencia civil a favor de la protección medioambiental de 2019; organizado por Extinction Rebellion al paralizar durante días el centro de Londres, pues a partir de ahí se amplificó localmente el debate al respecto, lo cual ha provocado que el país tenga una de las legislaciones climáticas con más ambición del mundo.  

“La realidad suprema de nuestro planeta es su vulnerabilidad” (John F. Kennedy).

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