CELAC Argentina 2023, consenso vs disenso
Manfredo Martínez

Sociedades del Siglo XXI

94 opiniones • veces leído

Estos espacios deberían ir orientados a la prevención de eventos de crisis de las instituciones democráticas.

Lectura: ( Palabras)

En medio de los lamentos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) –por la invitación a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) de representantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela–, por ser los tres países en los que hay “mayor represión de las libertades de prensa y expresión en la región”, se ha desarrollado en Buenos Aires, capital del país suramericano se ha realizado el VII cónclave de esta comunidad de naciones este 24 de enero, con la notable ausencia de los presidentes de México, “por tener mucho trabajo”; Venezuela, “por razones que escapan a su propia voluntad” y, Nicaragua.

A mi parecer, es evidente que estos foros siempre están precedidos por el posicionamiento de visiones “particularizadas” por parte de cada uno de los representantes de los países del subcontinente, en torno a la lectura que se hace sobre la gestión de los asuntos democráticos a lo interno de cada nación latinoamericana-caribeña; ejemplo de ello es la postura de países como Honduras, México y Colombia, entre otros que han condenado abiertamente la situación peruana pedido liberación inmediata del expresidente Pedro Castillo, en cambio, otro grupo de países se decantó por una convocatoria “rápida” a nuevos comicios en la nación andina.  

Y esto tiene que ver con una permanente lucha ideológica que ciertamente ha neutralizado toda posibilidad de encuentros duraderos y fructíferos en pro de la gestión del bienestar sociodemográfico de las grandes mayorías de la región. Se observa por ejemplo en el discurso del presidente argentino Alberto Fernández al afirmar que “creemos que la democracia está en riesgo después de la pandemia. Los sectores de ultraderecha se están poniendo de pie y amenazando a nuestros pueblos. Esa derecha recalcitrante y fascista pone en riesgo la institucionalidad de nuestros pueblos”. Es el perenne maniqueísmo en el discurso político, posicionado en el espacio público, lo cual realmente no hace más que mantener incólume la frontera entre el bien y el mal y perpetúa la segmentación de nuestras sociedades contemporáneas en términos de adoctrinamientos particularizados.    

Ya lo decía en su momento el pensador brasileño Paulo Freire, en el sentido que “la ideología tiene que ver directamente con el encubrimiento de la verdad de los hechos, con el uso del lenguaje para ofuscar u opacar la realidad al mismo tiempo que nos vuelve miopes”.  

En definitiva, pienso que estos espacios deberían ir orientados a sentar las bases para llegar a acuerdos sustantivos que permitan apuntar a la prevención de eventos de crisis de las instituciones democráticas como el actual caso peruano, pues es evidente la volatibilidad en la que se ha venido gestionando la actividad pública en la región. Es decir, apuntar al blindaje de los períodos para los cuales son elegidos los presidentes de nuestros países, pero además, tutelar la alternabilidad en el poder de los estados-naciones de los 33 países que forman parte de esta organización.

Posdata: Es de hacer notar que, el documento final “Declaratoria de Buenos Aires”, firmado por delegados de los 33 países participantes en el evento proyecta el trabajo en 100 puntos de consenso y 11 declaraciones especiales, en donde se potencia el trabajo en la recuperación post pandemia y la reducción de la pobreza, entre otros. Cabe recordar que la VI cumbre de esta mancomunidad de países fue realizada en Ciudad de México el 18 de septiembre de 2021.

Más columnas del autor:
Todas las columnas Columnas de

Deja un comentario

Lo que opinan nuestros lectores a la fecha