Prestar atención a los demás para evitar suicidios
Luis Wertman

Construcción Ciudadana

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Empieza con un saludo, una pregunta bien intencionada y la voluntad de escuchar para saber qué pasa dentro de la otra persona. No olvidemos que compartimos la…

Imagen: Teen Vogue.
Imagen: Teen Vogue.

Lectura: ( Palabras)

El simple ejercicio de escuchar a otras personas sirve muchas veces para comprender lo que nos ocurre a nosotros y funciona como un espejo emocional en el que podemos reflejarnos con precisión y resolver problemas que no entendemos o no compartimos. 

Prestar atención a los demás es también la forma de preocupación social más directa que tenemos a la mano y la que podemos practicar todo el tiempo que sea posible. Tener problemas forma parte de la vida, pero soportarlos solo no; por eso formamos comunidades que tienden a compartir los que les son comunes.

Sin embargo, hay muchos problemas cotidianos que son individuales o se quedan en los círculos inmediatos como la familia. Estamos en una época, y en un momento, en el que es difícil involucrarnos hasta con quien vive en el mismo piso de nuestro edificio. No obstante, en conectarnos reside el valor organizativo de una sociedad.

El domingo fue otro aniversario del Día Mundial de Salud Mental. Tal y como se esperaba, el planeta registra aumentos en los suicidios y estos han sido provocados, en gran parte, por los efectos que ha tenido esta emergencia sanitaria que todos hemos padecido.

Para México, el aumento es de un 9 por ciento, lo que se traduce en vidas que pudieron salvarse si hubieran tenido acceso oportuno a un profesional y a la atención que puede brindarse en una institución pública o privada.

problemas mentales
Imagen: Sphere Digital.

Pero, aunque tuviéramos los especialistas suficientes (que no es el caso) y las instituciones contaran con mayor capacidad para estos, faltaría la colaboración de nosotros los ciudadanos para identificar solidariamente a quienes están pasando por malos momentos y ayudarles a que consigan los medios para tratarse.

Hagámonos una pregunta: ¿hace cuánto que hablamos con cierta profundidad con la gente que nos rodea? No me refiero a las conversaciones casuales que por lo regular iniciamos con la afirmación de que estamos bien para no preocupar a nuestro interlocutor y seguir intercambiando algunos datos personales, sino a una plática profunda, que tome más de diez minutos, en la que podamos conocer bien qué nos ocurre. 

Nos sorprenderíamos de lo que podemos alcanzar a compartir si escuchamos solamente y después compartimos nuestros sentimientos sin dar consejos, enjuiciar o tratar de convencer de algún punto en particular. 

La psicología utiliza este método como uno de los más eficaces para entender al paciente clínico y saber cuáles son los caminos que lo han llevado a pedir ayuda (manifiestos o no), además de las vías de tratamiento adecuadas.

Si alguna persona que queremos tiene cambios de humor, se aísla, sabemos que pasa por un episodio complicado en lo económico o en lo emocional y no comparte mucho al respecto, podemos estar frente a un caso potencial de daño a la salud mental. 

salud mental niño con flores
Imagen: Meafn.

En ocasiones se puede identificar una modificación al comportamiento con alteraciones en hábitos como dormir adecuadamente o comer. Incluso en actitudes vecinales como caminar en la madrugada o dejar de salir a tirar la basura.

Estar atentos a nuestro alrededor es una de las condiciones que hemos aprendido si queremos vivir en grandes concentraciones de población como lo es una ciudad moderna; esa misma, aplicada a quienes están cerca, puede convertirse en una poderosa herramienta de ayuda y construcción de tejido social.

Una persona que considera atentar contra sí misma no lo hace de inmediato, pasa por un proceso de convencimiento interno que la lleva a concluir que no hay otras opciones y cualquier intento de compartir su situación ya es inútil. Particularmente en los jóvenes, esta suposición puede acrecentarse porque pierden el sentido de propósito que es indispensable para establecer una vida plena y satisfactoria, con metas y objetivos personales que tienen que ver más con uno mismo y poco con las expectativas de los demás, una presión que nos llega a agobiar cuando crecemos. Detectar a tiempo es clave para evitar que la salud mental se deteriore y sea demasiado tarde.

Y empieza con un saludo, una pregunta bien intencionada y la voluntad de escuchar para saber qué pasa dentro de la otra persona. No olvidemos que compartimos la misma incertidumbre, las mismas dudas, los mismos conflictos internos y externos que presentan los tiempos que corren.

He insistido que vamos hacia otra etapa de esta pandemia, podemos prevenir y hacer que el siguiente paso no sea uno que nos meta de otra crisis, una que tenga que ver con la salud mental que necesitamos mantener hoy más que en cualquier otro momento de nuestra vida reciente.

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