Minimizar el uso del efectivo como medio de pago, el gran reto para México
Octaviano Couttolenc

Cambio y fuera

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El desarrollo de un sistema de pago mucho más eficiente no hubiera sido posible sin la disrupción tecnológica y la muy alta penetración de los teléfonos celulares en manos de los usuarios.

Lectura: ( Palabras)

Este fin de semana intenté pagar mi cuenta en un par de restaurantes, heladerías y cafeterías utilizando “CoDI” sin haberlo podido lograr; para mi sorpresa en ninguno de estos lugares lo conocían. Al preguntarle a un par de jóvenes si lo utilizaban, sólo con ver sus caras de sorpresa, me di cuenta de que no sabían de que les hablaba. Debo confesar que yo mismo lo he usado poco, pero en los casos que he realizado transferencias de persona a persona “P2P” debo confesar que funciona muy bien, y de ahí mi sorpresa con su casi nula adopción.  

CoDI es un mecanismo de pago mediante transferencias electrónicas a través del celular, lanzado por Banxico al mercado en 2019, y el cuál utiliza tecnología de QR (código de barras) y NFC (traspaso por aproximación de 2 celulares para llevar a cabo transferencias persona a persona (P2P) o persona a negocio (P2B). Este mecanismo es de muy fácil uso, seguridad, disponible 24×7 y tiene nulo o muy bajo costo. Puedes usarlo desde la app de tu banco o desde la de CoDI de Banxico, ya sea para realizar cobros o hacer pagos, mediante el escaneo o envío de un código de barras “QR”.

México entró a esta tendencia de pagos digitales P2P y entre negocios “B2B” en 2004 con el lanzamiento del sistema de pagos electrónicos interbancarios (SPEI), a través del cual hoy en día muchos de nosotros realizamos la gran mayoría de nuestras operaciones de transferencias entre personas y entre negocios, a muy bajo costo y con gran eficiencia y seguridad.

Sino fuera por lo anterior, es muy probable que muchos de nosotros seguiríamos utilizando como principales medios de pago, aquellos inventados hace miles de años como el efectivo, o hace 75 años como las tarjetas de crédito, que en su momento vinieron a revolucionar el mundo de los sistemas de pago y de crédito para las personas, y que han venido a sustituir la necesidad de traer efectivo.

En las últimas décadas, hemos observado avances muy relevantes en los medios de pago que han hecho que cargar con un plástico sea innecesario, pudiendo realizar nuestras operaciones en forma electrónica y digital desde nuestro teléfono. A principios de los años 2000, comienzan a darse las primeras modalidades de pagos electrónicos a través de distintas plataformas vía wallets (Apple pay, Android pay, Paypal, etc.) y hoy vemos que, en países como China, entidades no bancarias como Alipay y WeChat Pay controlan el mercado de transferencias personales, pagos móviles y pago de servicios, entre otros, contribuyendo en forma muy relevante a la inclusión financiera.

Es claro que el desarrollo de un sistema de pago mucho más eficiente no hubiera sido posible sin la disrupción tecnológica que han impulsado varios nuevos jugadores en el mercado y la muy alta penetración de los teléfonos celulares en manos de los usuarios, lo que está logrando reducir la utilización del efectivo, y mejorar la eficiencia, tiempo y costos de llevar a cabo pagos digitales.

Mercados que antes eran dominados exclusivamente por bancos y empresas de procesamiento de pagos, hoy presentan amplia competencia con la entrada de nuevos jugadores no bancarios al sector, y al mismo tiempo van dando frutos, los esfuerzos de gobiernos y bancos centrales por alentar esquemas de pago electrónicos inmediatos.

A pesar de todo lo anterior, en México el pago en efectivo sigue representando 81% de las transacciones y los pagos digitales/transferencias sólo el 19% mientras que, a nivel global, lo digital representa ya el 66% vs 34% del efectivo; y dentro de lo digital destacan los wallets seguidos por las transferencias. A pesar de que la pandemia aceleró en México la adopción de los medios de pago digitales, sin duda seguimos con grandes brechas en su adopción, a pesar de ser un país con muy alta penetración de dispositivos móviles.  

Minimizar el uso del efectivo como medio de pago, el gran reto para México

Recientemente leí un artículo que hablaba de la alta adopción que han tenido plataformas de transferencias electrónicas desde el celular, tipo “CoDI” en países como la India o Brasil, donde cerca del 30 al 55% de los pagos digitales se hacen ya por este medio., mientras que en México esto no ha sucedido.

Los sistemas de pagos electrónicos en India y Brasil de nombres UPI y Pix se lanzaron en épocas semejantes al lanzamiento de CoDI en México, y han alcanzado cifras de usuarios del orden de 300 millones en India (21% de la población), 140 millones en Brasil (65% de la población), mientras que en México solamente existen 17 millones de cuentas y de éstas son activas tan sólo 2 millones (1.5% de la población).

Las brechas entre estos países, no sólo son muy amplias en términos de adopción por el número de usuarios, sino mucho mayores cuando se ven en términos de número de operaciones y volúmenes transmitidos. Tratando de buscar una explicación para el bajo nivel de utilización en México, pensé que podría explicarse por diferencias en la penetración celular vs estos países, pero no es así; intenté buscar una explicación en los menores niveles de bancarización que tiene México, y que, aunque sin duda es un factor que no ayuda, pareciera ser sólo una explicación parcial al dilema de la baja adopción. 

Pareciera que el éxito en la adopción en India y Brasil ha estado muy relacionado con el nivel de esfuerzo de los gobiernos por establecer regulaciones y políticas favorables para fomentar la misma. Resulta crítico que el Banco central se asegure que los jugadores incumbentes del sistema de pagos (instituciones financieras y otros sistemas de pago) adopten el mecanismo en sus plataformas y procesos para favorecer la adopción, además de vigilar y transparentar los costos; en Brasil pareciera que este esfuerzo fue muy grande y hoy cerca de 700 instituciones lo han adoptado, así como en la India donde también cerca de 358 instituciones lo han hecho, mientras que en México solamente 39.

codi Minimizar el uso del efectivo como medio de pago, el gran reto para México

Es muy posible que también influyan factores culturales y de comportamiento, incluyendo hábitos de pago y nivel de cultura financiera, donde pareciera que en Brasil y la india han hecho mejor trabajo para disminuir el uso del efectivo como medio de pago, mientras que en México ya sea por falta de confianza o por miedo a la fiscalidad, esto no ha sucedido. La india inició una batalla por tener una sociedad “sin efectivo” en forma muy enérgica, y la adopción de UPI sin duda ha sido parte relevante de la misma.

Es curioso ver que los EE.UU., el país donde se lanzó la tarjeta de crédito en 1950 vaya a tener que esperar hasta 2023, para poder contar con un sistema de pagos electrónicos-inmediatos que se denominará FedNow, parecido a los anteriores.

Dado los grandes beneficios que ofrecen las plataformas de pago digitales tipo CoDI, incluyendo: rapidez, facilidad de uso, disponibilidad 24×7, bajo o nulo costo y seguridad, sería de esperarse que fueran adoptadas por todas las personas y negocios que tienen un dispositivo móvil. Los casos de Brasil y la India son claros reflejos de que con voluntad política es posible empujar a la población a tener menor utilización de efectivo en la economía y mediante pagos digitales no sólo hacer más eficiente su actividad, sino tener menores costos transaccionales.

Hago votos porque Banxico y el Gobierno hagan un nuevo esfuerzo por promocionar el uso del CoDI y otros medios de pago digitales, y busquen así disminuir el uso del efectivo; deberán hacerse esfuerzos muy importantes para impulsar a las instituciones financieras y de medios de pago para integrar esta tecnología en sus plataformas y a promover su utilización entre la población. 

“No estamos en una era de cambios, sino en un cambio de era, caracterizado por la digitalización”.

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