Hay dichos, hechos y afirmaciones que son falsas, pero que por una u otra razón se siguen aceptando como reales, como si fueran, aunque no son.
Una persona muy cercana a mí, me dice, “Octavio al único que le quita el sueño o le preocupa ese tema es a ti”… pues no me importa, les quiero compartir mis preocupaciones.
Empiezo: Los españoles no conquistaron México, ni ningún país de América Latina, por el simple hecho de que España no existía en 1492 cuando llegó Cristóbal Colón a “América”, ni tampoco en 1521, sino es hasta el 24 de febrero de 1556 cuando oficialmente nace España con la abdicación de Carlos I en favor de Felipe II. Hay generosos historiadores que dicen que España nació en 1492, pero la verdad es que eso no es cierto. Durante esos 64 años, lo que hoy es España era un polvorín en el que los diferentes reyes de lo que ahora son algunas de las comunidades que se pelearon entre sí, hacían y deshacían alianzas con propios y extraños (franceses, austríacos, portugueses y demás).
En lo que hoy es América en 1492 y hasta la creación de los virreinatos o lo que correspondía en los distintos territorios, lo que había eran centenas de tribus que en algún momento llegaron a América seguramente al cruzar el estrecho de Bering y que muchas de ellas se peleaban entre ellas, mañana, tarde y noche.
Las guerras entre reinados mayas fueron terribles y eso explica en buena parte los abandonos de grandes ciudades para la época (hoy espectaculares zonas arqueológicas), sumado a los abusos sobre la tierra, por poner un ejemplo… lo que hoy ya se acepta en México es que a los aztecas no los quería nadie y por ello, unos cientos de soldados y mercenarios “españoles” conquistaron Tenochtitlan, ayudados por decenas de miles de soldados y combatientes indígenas de una docena de tribus que querían acabar con los abusos de los aztecas, y lo lograron.
La traición de los españoles, de la mano de la iglesia católica, a los gobernantes de esas tribus que los ayudaron a acabar con los aztecas, es otra historia.
A lo que hoy es América llegaron soldados, mercenarios, y un montón de gente que fueron pagados para hacer esos primeros viajes por los Reyes Católicos (Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, en ese orden). Por cierto, Isabel I murió en 1504 y Fernando en 1516. Así que vieron muy poco de lo que luego sucedió.
Es un mito, entonces, que España nació en 1492 con la salida de los musulmanes de la Península Ibérica.
Sigo, la Independencia de México, la cual se celebra el 15 de septiembre, nada tiene que ver con ese hecho. Ese día el cura Hidalgo inició un movimiento que fue controlado y sofocado muy pronto y durante varios años no pasó prácticamente nada en lo que era la Nueva España. Hay que decir que la primera vez que se celebró “el grito” fue en 1812 por iniciativa de Andrés Quintana Roo e Ignacio López Rayón, y esto se siguió haciendo hasta 1843, cuando fue interrumpido el hecho por la invasión norteamericana a México y luego continuó. Así que también es un mito que fue Porfirio Díaz quien lo estableció el 15 de septiembre para juntarlo con su cumpleaños.
La independencia de México la realizó Agustín de Iturbide el 21 de septiembre de 1821 y ésa tendría que ser la única fecha que deberíamos celebrar. Ésa sí es la fecha de la consumación de la Independencia de México.
Lo del grito es muy romántico, pero es prácticamente intrascendente en términos reales. Baste recordar que Miguel Hidalgo fue fusilado en 1811. Recomiendo enormemente leer a Juan Miguel Zunzunegui para dejar esto en claro.
Otra “celebración” o fecha que tiene simbolismos no tan verídicos es la “Noche triste”, la cual sucedió entre el 30 de junio de 1520 y el 1 de julio de 1521. Esa noche murieron miles de indígenas tlaxcaltecas, aliados a Hernán Cortés, así como cientos de soldados españoles a manos del “ejército” mexica. Lo “victorioso” de esa noche es que fue la única batalla que ganaron los mexicas a los españoles y los tlaxcaltecas. Lo que se sabe en realidad es que los españoles decidieron hacer una retirada táctica, que fue muy costosa en su intento por tomar el “tesoro de Moctezuma”. Como se sabe, el 13 de agosto de 1521 los españoles, otra vez de la mano de miles de combatientes indígenas, tomaron Tenochtitlán para siempre.
De estos mitos de la historia de la época de la Colonia y previamente, hay varias decenas que podrían ya quedar eliminadas y hablar con la verdad. Ya pasaron 500 años.
Historias y mitos mucho más recientes nos llevarían a “la masacre de Tlatelolco” del 2 de octubre de 1968. El mito es que hubo primero miles, luego cientos de muertos. La realidad es que el número de estudiantes muertos es de alrededor de 30. Yo sé que cada vida humana es muy importante y que 30 muertos son muchos. Lamentablemente en México podemos hablar de decenas de acontecimientos donde han muerto ese mismo número de muertos o más. Y honestamente se hace mucho menos ruido al respecto. Sólo en la línea 12 del metro de la Ciudad de México este pasado mes de mayo murieron 26 personas. ¿Hablaremos de la masacre del metro o la masacre del 3 de mayo de 2021?
Hay que desmitificar a Benito Juárez que se reeligió en varias ocasiones violando la Constitución y que no lo hizo la última vez porque murió. ¿Y qué decir de sus pactos con los norteamericanos?
Yo siempre digo que ni Juárez fue tan bueno, ni Porfirio Díaz, tan malo.
El emperador Maximiliano de Habsburgo tenía ideas mucho más liberales que las de los liberales que luego gobernaron México.
La mayor parte de los presidentes-generales de México tienen unas historias de horror que siempre se han ocultado. Álvaro Obregón mandó a matar al general Serrano y a sus más cercanos porque podía haber ganado la presidencia contra él. Obregón fue un despiadado asesino que tiene calles, avenidas, escuelas, una alcaldía en la Ciudad de México, etc. ¿Y andan preocupados por Colón?
Y así podría seguirme con muchos más ejemplos. ¿Cuándo nos vamos a sentar y acabar con los mitos que nos hacen mucho y tanto daño?, mitos que nos impiden construir el país que realmente queremos y podemos ser. ¿Cuándo vamos a aceptar la realidad?
Y acabo diciendo que no existe la Selva Negra en Alemania, se llama Bosque Negro; seguramente hubo un idiota que tradujo mal la palabra y, desde hace décadas, la gente le dice “selva” a algo que es un bosque. En Alemania no puede haber selvas.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
- Nunca había sido tan difícil ser líder: Habilidades gerenciales para el 2023 (Parte II)
- Nunca había sido tan difícil ser líder: Habilidades gerenciales para el 2023 (Parte I)
- El futbol mexicano es muy poco accountable
- Cuatro trágicos años de gobierno para México
- Militarizar más México es muy, muy peligroso
Estoy abierto a escuchar otros mitos de nuestra historia. ¿los niños héroes?