Si al pasar por la Avenida Cuauhtémoc y el Eje 4-Xola en la Ciudad de México, prestas un poco de atención a las señalizaciones del metro y Metrobús, observarás junto al nombre original “Etiopía”, el agregado de “Plaza de la Transparencia”.
Esta denominación, incluida a finales de 2008, fue resultado de la aprobación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a una propuesta realizada por los integrantes del llamado Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal (INFO-DF), con el propósito que la gente identificara que, a unos cuantos pasos de dicha estación, se encontraba el órgano garante de transparencia capitalino, al cual podrían acudir sí querían ejercer su derecho a saber.
El entonces INFO-DF se instaló formalmente como Instituto, el 30 de marzo de 2006, tras un proceso legislativo ocurrido entre septiembre de 2004 y abril del siguiente, por medio del cual se publicó el 28 de octubre de 2005, un decreto de reformas significativas a la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública del Distrito Federal.
Desde 2006 al 2021, el INFO-DF, hoy Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO-CDMX), con el compromiso de las personas que han sido parte del mismo, y de quienes actualmente lo integramos, ha trabajado por construir una cultura de transparencia y de privacidad.
A lo largo de este tiempo, se han presentado importantes cambios en el desarrollo de este órgano garante de acceso a la información pública y de protección de datos personales en favor de la ciudadanía respecto de las instituciones capitalinas.
En julio de 2007, se reformó el artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para homologar las leyes estatales de transparencia, estableciendo pisos mínimos que aseguraran que la población gozara de su derecho a saber en igualdad de condiciones, sin importar en dónde viviera.
Un año después, en 2008, el entonces Distrito Federal armonizó su legislación en acceso a la información con la emisión de una nueva ley el 28 de marzo; y adicionó lo conducente a la protección de datos personales con la publicación de un ordenamiento específico el 3 de octubre.
En 2014, tuvo lugar una reforma constitucional de gran envergadura, que, entre otros avances, consagró la autonomía de los organismos garantes especializados de estos dos derechos a nivel nacional y en las entidades federativas.
En el caso de la capital, en mayo de 2016, se aprobó la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México; y en abril de 2018, la respectiva ley de protección de datos personales en posesión de sujetos obligados, las cuales han sufrido modificaciones para seguir su proceso evolutivo.
Este 2021, el INFO-CDMX cumple 15 años de contribuir en el empoderamiento de la sociedad mediante la exigencia de rendición de cuentas y la práctica de dos derechos fundamentales en la ciudad; así como de fortalecer al servicio público a través de la transparencia en la gestión pública local.
Este número de años se dice fácil, pero representa toda una historia de lucha para romper inercias de opacidad y combatir resistencias contra la apertura, para intentar internalizar una cultura de transparencia y privacidad, batalla que aún sigue.
Sirva esta columna para homenajear a quienes han aportado su granito de arena en la edificación de tan noble Institución. El mayor reconocimiento a los diversos actores que han apoyado en el cumplimiento de su misión: instituciones públicas, privadas y sociales; periodistas y medios de comunicación; academia; organizaciones de la sociedad civil; y a cada una de las personas servidoras públicas que laboró o que hoy colabora en el INFO.
Quienes estamos convencidos del poder de estos derechos, nos corresponde estar a la altura de preservar estos órganos guardianes del “árbol del saber ciudadano” de la información pública y de aquella personal, que tanto ha constado que crezca.
Nos toca cuidar, con un actuar responsable e institucional, su funcionamiento independiente y autónomo, si queremos que siga dando frutos.
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