Cuando las normas y el orden se ausentan
Luis Latapi

El Riesgo en la Cotidianidad

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Estas líneas nos ayudan a definir lo que buscamos, cómo lo vamos a realizar y qué marco de actuación vamos a ejecutar.

Lectura: ( Palabras)

Es muy difícil que una persona sin objetivo guíe a otra, la razón es sencilla: si no se sabe a dónde ir, cualquier camino es bueno… o malo.

Puede parecer una afirmación reduccionista y obvia, pero la mayor parte de los líderes se caracterizan por la facultad para definir objetivos, y se espera que esta facultad sea una constante en ellos. Sin embargo, la inteligencia no es uniforme: se puede ser sobresaliente en algunas áreas del pensamiento, y en otras no; de igual forma se puede poseer experiencia y habilidades de gestión en ciertas disciplinas, y en otras no tanto.

Para resolver esto, las organizaciones integran equipos multidisciplinarios de trabajo, donde eligen integrantes complementarios para cubrir aspectos específicos que podemos categorizar de la siguiente forma:

  • – Supervivencia
  • – Crecimiento
  • – Contención de Riesgo

En todo proyecto, desde el desarrollo de una persona hasta la más grande organización que podamos imaginar, los pasos son los mismos: asegurar la supervivencia, impulsar el crecimiento y contener el riesgo que pueda poner el peligro los dos primeros puntos. Para lograrlo, debemos establecer tres líneas base:

  • – Objetivo
  • – Vía
  • – Normas

Estas líneas nos ayudan a definir lo que buscamos, cómo lo vamos a realizar y qué marco de actuación vamos a ejecutar. Asimismo, podemos sumar una cantidad importante de variables, pero en esencia estas tres líneas son la base de cualquier acto en nuestras vidas. Y con sobresaltos a cada momento, esta ha sido la forma en que la humanidad se vuelve consciente de tales pasos o no evoluciona.

En forma individual para situaciones sencillas o en equipos de diferentes dimensiones, la humanidad avanza bajo este modelo de trabajo, el cual adquiere multitud de sofisticaciones e ingenierías de procedimientos, funcionando razonablemente bien y haciendo al ser humano el rey de la creación, hasta que “alguien” decide hacer algo “diferente” y todo se trastoca. Al elegir romper las 3 bases de actuación, existen 2 caminos:

  • – Que las cosas salgan bien y se convierta en un innovador
  • – Que las cosas salgan mal y se convierta en un quebrantador

En ambos casos se afectarán el patrimonio, la seguridad de los equipos de trabajo y las buenas prácticas. Eso es algo que debe ser tomado con mucho cuidado, porque la tasa de actos constructivos es mucho menor a la de actos destructivos. Por lo tanto, a pesar de que ambas acciones afectan el modelo de supervivencia, crecimiento y normas, los resultados son diametralmente opuestos, alterando el futuro estimado.

Entender por qué existen personas que trastocan el orden establecido y por qué en algún momento sucede, es algo muy complejo, derivado de la naturaleza inconforme de algunas personas, sin embargo, hay causas que lo disparan. Por lo tanto, hay que entender que para que esto suceda tiene que haber la “voluntad consciente de romper las normas”, de pensar diferente.

Émile Durkheim (1858 – 1917) filósofo y sociólogo francés, a quién se le reconoce por ser el precursor de la Sociología como una disciplina académica, nos da una explicación en un término que denomina “anomia”, que se refiere a la falta de normas o la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad. Esto es, “en un estado sin normas que hace inestables las relaciones del grupo, impidiendo así su cordial integración, las estructuras sociales ejercen una presión definitiva en ciertas personas de la sociedad, de tal manera que producen una conducta inconformista en vez de una conformista”.

Lo anterior significa algo tan grave como que, cuando a nivel individual o en cualquier sociedad las normas y el orden se ausentan, el individuo no puede encontrar la forma de satisfacer sus necesidades y los individuos se inconforman, siendo capaces de elegir por encima de lo establecido.

Cada uno de nosotros somos responsables de asegurar que las normas no se trastoquen o vulneren; que las personas evolucionen y tengan oportunidades de desarrollarse; que las instituciones se vuelvan guardianes de las garantías de los individuos para que puedan crecer en el orden y concierto; que alentemos las conductas evolutivas por el afán de crecer dentro del del marco social. Porque lo contrario ocasiona daño y dolor.

Crezcamos, alentemos que la gente se inconforme para el bien y el desarrollo, porque lo contrario es el riesgo descontrolado y no olvidemos que el riesgo “siempre tiene nombre y apellido”.

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