#Crecer
Ya el domingo 6 de junio triunfó la democracia una vez más. La gente votó en paz (salvo por penosas excepciones), las fuerzas políticas recibieron sus votos y el mapa de la Cámara de Diputados varió un poco. Ahí en el Congreso, Morena perdió espacio. Sin embargo, el espacio lo ganó en las gubernaturas; 11 de 15 se quedaron. Así, con las que ya habían ganado antes, ya gobiernan prácticamente la mitad de los Estados del país. El INE fue respetado por todas las partes y creo que fue el gran ganador. ¿Ahora qué sigue? Crecer.
Crecer en participación ciudadana. Que la apatía no vuelva a ser protagonista, algo se avanzó en participación ciudadana en estas votaciones. El número de personas que salieron a votar el domingo 6 de junio ha sido el más importante en una votación intermedia. ¡Qué bueno! Es un primer paso, sin embargo, si hay más participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, fortaleceremos a la democracia y tendremos un país mas igualitario.
CRECER en educación de calidad; el renglón más importante para que un país evolucione y se desarrolle. Aquí CRECER se debe poner en mayúsculas. Si seguimos retrasando esa deuda histórica que tenemos con los niños y jóvenes, para darles la mejor educación, estamos condenando a México a seguir siendo un país conformista, mediocre y donde se premie más al pasado de listo, que al preparado. Un país que no se educa adecuadamente, se deteriora. El tejido social se quiebra y la delincuencia crece. Nada es más peligroso que un país de ignorantes, porque pueden ser manipulados fácilmente y llevados a crisis profundas sin que se den cuenta.
Crecer en generación de empleos y nuevos empresarios. Los empresarios generan empresas y, a su vez, necesitan empleados para poder trabajarlas. Sin empresarios, por ende, no hay empleo. Los burócratas lo deben entender. El sector empresarial debe ser quien genere la mayoría de los empleos y, sólo por eso, debe ser respetado y aplaudido. La gente que arriesga su dinero para echar a andar su negocio, tiene todo mi respeto. Crecer el número de empresarios debe ser un objetivo de gobiernos estatales, de legisladores y del gobierno federal. El sector público debe ser un facilitador para que se hagan empresas, para promover inversión de los privados mexicanos y extranjeros y que creen el ambiente de seguridad física y jurídica para que los negocios puedan expandirse y ser más productivos.
Crecer en el número de personas que se integran a la clase media. La desigualdad claramente es una característica en la sociedad mexicana, por eso debemos apostar a hacer una sociedad más igualitaria. En la medida que sumamos a más personas a la clase media, ganamos terreno contra la pobreza, el abuso, la inseguridad, la corrupción y la ignorancia. Las políticas públicas deberían estar diseñadas para proteger y hacer crecer a la clase media de este país, para que más personas que hoy están en la base de la pirámide se integren a la parte media y ya no se vea a nuestro país como una pirámide donde hay un puñado de ricos, un poco más de clase medieros y una mayoría pobres.
Crecer en la digitalización del país. Un país que no invierta en las nuevas tecnologías digitales, se quedará estancado y no tendrá futuro. Digitalización en todo y para todos. No hay un sector que no se beneficie de un mundo digital, donde se aproveche el talento creativo para diseñar programas modernos que mejoren la vida a los mexicanos. Estamos en la era de la Inteligencia Artificial, del Big data, del Internet de las Cosas, y a unos cuantos pasos de la computación cuántica. O aprendemos todo esto, o nos quedamos atrás. Ahora más que nunca, el talento, la innovación y la investigación, son pilares para el desarrollo de los países, crecer en esos rubros es imperativo para México.
Crecer en la generación de riqueza integral para todos. Eso significa diseñar las mejores políticas públicas para que todos ganen, el rico y el pobre; pero que esa ganancia sea el resultado del trabajo, del esfuerzo y del mérito, y no de componendas, de cochupos o de dádivas. Crecer en riqueza no sólo en el ámbito económico, sino en el ambiental y sobre todo en el moral. No se trata de ser más rico a costa de los demás, o de generar riqueza mal habida o que por el otro lado se levante la mano para que el gobierno me dé dinero; en todos esos casos no hay riqueza, sólo ingreso. También, generar cualquier beneficio a costa de afectar el medio ambiente, destruye al país en el largo plazo. El cuidado del medio ambiente es fundamental para crecer en riqueza.
Crecer en responsabilidad. Que cada uno de nosotros nos hagamos responsables de nuestros actos. Nadie es responsable de los actos de alguien más. Eso también debe trascender a las instituciones, públicas y privadas. Crezcamos en esa responsabilidad que a cada uno nos toca desde lo individual y en lo colectivo, desde el rol que nos toque jugar. Hagámonos responsables en vez de responsabilizar a los demás. Eso va, desde el presidente de la República y el empresario más acaudalado, hasta el más humilde campesino u obrero. Todos tenemos que crecer en ser responsables. Uno de los defectos más grandes de los mexicanos es que nos encanta culpar a los demás de todo y no hacernos responsables de nada. Es tiempo de hacer conciencia si queremos realmente tener un país mejor.
Por último, y creo que es lo más importante, crecer en actitud. La actitud es personalísima, no depende de nadie más, tan sólo de uno mismo. Eso es una buena noticia porque está en nosotros mismos, todos los días, la decisión de si tendremos una buena o mala actitud ante la vida. Todos tenemos condiciones diferentes de vida. Muchos no escogimos la vida miserable o maravillosa que nos tocó, tampoco muchas de las cosas que nos han pasado, pero lo que sí podemos escoger es qué actitud tomamos. Cuando hablo de crecer en actitud, es convertirnos en seres positivos, creativos, que busquemos ser la mejor versión de nosotros mismos y para los demás. Si nos enfocamos en ese crecimiento, todos los crecimientos anteriores se facilitarán mucho. La actitud personal se permea a una actitud colectiva, que permea a una actitud de país. Busquemos que sea buena y, seguro, el país será el mayor beneficiado.
Les deseo buena semana, y que el crecimiento positivo sea una constante en su vida.