El semáforo verde significa para muchos sectores de la población la posibilidad de reincorporarse plenamente a actividades que durante meses estuvieron prohibidas o su realización no era recomendable.
Para otros no representará un cambio en su rutina cotidiana porque estuvieron necesitados de estar activos para tener medios de subsistencia. En todos los casos es momento de mostrar empatía y plena adaptación a lo que desde hace mucho se denominó nueva normalidad.
Uno de los motivos centrales de diferentes naciones para acelerar el retorno de actividades ha sido recuperar la economía, afectada en empleo, ahorro y cierre de negocios. En México los emprendedores, micro y pequeños empresarios deben retomar su dinámica tras el daño en meses de retroceso durante la mayor crisis de nuestra historia.
El empleo se ha recuperado en forma paulatina, y en la medida en que apoyemos al sector, tendremos la posibilidad de mayor estabilidad doméstica y social. Los gobiernos en todos sus niveles deben mantener e incrementar el apoyo para propiciar el despegue económico.

Después de la pérdida de miles de vidas y secuelas a la salud que muchos padecen, nos queda la experiencia, con ella podremos modificar hábitos desde alimentación, horas de sueño, ejercicio, hasta procurar nuestra higiene mental, para poder expresar nuestras emociones con claridad y libertad.
El reto individual es la comprensión y tolerancia al otro para tener la capacidad de ser empático con el dolor y las necesidades de muchos. Y desde el empoderamiento tener respeto y merecerlo o exigirlo, en nuestra relación con los demás, aun con nuestra familia.
La estabilidad emocional es ese frágil espacio de equilibrio individual que nos permite estar bien con nosotros y con los demás.
Desafortunadamente la violencia doméstica y la agresión sexual en el domicilio se incrementó, de acuerdo con todos los indicadores, y aunque se trata de un tema en el interior de la familia, es una preocupación legítima de organizaciones y autoridades para intervenir en forma asertiva a fin de frenar esa cadena de violencia.
En conjunto la sociedad tenemos que lograr el respeto a los derechos de mujeres y niñas. Ya es tiempo de que cumplamos esa exigencia. Seguiremos desde nuestras tribunas creando las condiciones para una vida social sana.

El semáforo verde se convierte en espacio de responsabilidad ‒de hecho esa responsabilidad siempre es necesaria‒, ahora en busca de una nueva normalidad, que sea funcional, acompañada de cubrebocas, sana distancia y todos los cuidados de salud.
El regreso a las actividades sin bajar la guardia es una amplia llamada a la responsabilidad compartida. Retornar a las aulas será otro episodio para mover la rutina familiar. El esquema híbrido en los planteles no se ha convertido en aumento significativo de contagios, mientras el proceso de vacunación avanza.
Abrir las actividades con semáforo verde tanto en la Ciudad de México como en el Estado de México, en una de las zonas conurbadas del mundo, permitirán reiniciar su funcionamiento. Los mexicanos tenemos el compromiso y la capacidad para defender los derechos de todos.
Excelente análisis de la responsabilidad que implica el semáforo verde, un gran compromiso mutuo entre ciudadanos y autoridades.Gracias Concejal Betty Hernández por tan excelente trabajo a favor de las mujeres y niños.
Ojalá todas las personas entendieran que la responsabilidad es de todos y que el semáforo verde no significa andar sin cubrebocas y amontonado en todas partes
Gracias a la concejal Betty Hernández y a Voces México por el buen trabajo que realizan.
Saludos.