En la medida que somos capaces de ser empáticos con la discapacidad y quienes la padecen, aprendemos cada día a sobreponernos para vencer nuestras propias adversidades y a imaginar nuevas formas de abordar retos cotidianos que nos permitan alcanzar nuestros objetivos.
Las personas con discapacidad merecen nuestro respeto por el esfuerzo adicional que les implica realizar actividades que para otros son sencillas como abrir una puerta o cruzar una calle, pero, ante todo, merecen nuestro reconocimiento, como ejemplo de adaptación y desarrollo.
Recientemente se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, establecido por la ONU hace 29 años,uno de cuyos objetivos es hacer visible la situación que enfrentan para que los ciudadanos miren la necesidad de apoyo y colaboración necesarios para que el mundo sea habitable para todos.

Conmemoración, significa recordar en comunidad. Y si le agregamos la empatía, podremos entender que organizaciones, gobiernos y ciudadanos debemos reflexionar y trabajar en mejorar las condiciones de accesibilidad, inclusión plena, respeto a derechos humanos y combate a la discriminación, entre otros.
En mi agenda pública y en mi contacto con mujeres y hombres de colonias populares, he visto las dificultades que puede significar la discapacidad, pero al mismo tiempo la decisión para vencerla con voluntad individual y el apoyo de la familia.
En la Ciudad de México hace tiempo se aprobó la primera ley de los derechos de las personas con discapacidad. Si bien aún hay mucho por avanzar, en accesibilidad en vía pública, instalaciones laborales y lugares de esparcimiento, la tarea central sigue siendo sensibilizar a la población sobre el tema.

En el rubro presupuestal, durante 2021 se autorizaron recursos para el Programa Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, 16 mil 614 millones de pesos. Y para el ejercicio 2022, se tiene proyectado 20 mil 37 millones, 518 mil pesos. Es decir, un aumento de 20.6%, esto es, 3 mil 423 millones 518 mil pesos.
Impulsar una agenda efectiva a favor de las personas con discapacidad, y seguir la lucha constante es tarea que también corresponde a las nuevas autoridades en las Alcaldías. De acuerdo a cifras de la ONU, se estima que, en el mundo, el 10% de la población padece algún tipo de discapacidad.
Si consideramos, por ejemplo, la Alcaldía Miguel Hidalgo ‒de altos contrastes‒ con una población según el Censo de INEGI al 2020, de 414 mil 470 habitantes, la proyección indicaría que alrededor de 41 mil 500 miguelhidalguenses tiene algún tipo de discapacidad.

En todo caso, los diferentes niveles de gobierno deben coordinarse, para realizar un diagnóstico serio y actualizado que permita establecer número de personas, lugares en que se encuentran y tipo de discapacidad, para el diseño e instrumentación de políticas públicas para el sector.
En la busca de oportunidades, es relevante además establecer vinculación con organismos especializados, por ejemplo, con la Dirección de los Centros de Rehabilitación Integral-Teletón (CRIT), para que ciudadanos interesados en cursar alguna de las licenciaturas que imparten su universidad, puedan hacerlo a través de convenios con becas o a costos preferenciales.
Las vías para pensar y proponer apoyo están abiertas y todos tenemos voz. Pensemos en que es un reto de todas y todos, y colaboremos con mayor decisión a favor de las personas con discapacidad. Aún es tiempo.