La UNAM en la mira de AMLO…, más allá de la provocación y el ataque

Andrés Manuel López Obrador cada vez muestra que su verdadero interés no está en soló atacar y descalificar a la UNAM, sino en meterse a la estructura de la institución para moldearla y someterla a sus intereses políticos.

FOTO: Cuartoscuro.
FOTO: Cuartoscuro.

Alejandro Ramos Magaña

Hábitat

Lectura: ( Palabras)

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está en la mira del presidente Andrés Manuel López Obrador, y sus descalificaciones no sólo provocan, también anuncian que la quiere controlar a través de potenciales reformas y moldearla a su proyecto político.

Este lunes su pirotecnia mediática se centró en atacar a las facultades de ciencias sociales, y las tildó que se “se llenaron de conservadores”. La pureza moral nuevamente en su máxima expresión, al estilo de los regímenes autoritarios del llamado socialismo.

Aprovechando la plataforma del Palacio Nacional, López Obrador aseveró que está convencido de que la UNAM ha adoptado ideologías de derecha y es dominada por lo más “retrógrada que había y sigue existiendo”.

Aseguró que había neoliberalismo en la UNAM, incluso en el periodo del actual Embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente (quien fue rector por dos periodos que abarcaron de 1999-2007).

“Ahora que hice un pequeño cuestionamiento de la UNAM se pusieron enojadísimos, apenas si los testerié, les dije que se había derechizado la UNAM, estoy absolutamente seguro que eso fue lo que sucedió en todo el periodo neoliberal, se llenaron las facultades de ciencias sociales de conservadores”, señaló.

“¡Imagínense, ay nanita! Como explica (Santiago) Creel dando derecho constitucional, qué le enseña a los alumnos sobre el Artículo 27, si él es contrario al espíritu y a la letra del Artículo 27, si estuvieron en contra de la entrega de la tierra a los campesinos, es lo que plantea el artículo, estuvieron contra la expropiación del petróleo, pobres alumnos, con todo respeto”, añadió al hacer referencia a la planta de profesores de exfuncionarios públicos con los que cuenta la UNAM.

Desde el jueves y viernes pasados, empezaron desde Palacio Nacional las descalificaciones contra la UNAM, al decir el presidente que la máxima casa de estudios perdió su esencia en la formación de profesionales con espíritu de servicio para el pueblo mexicano, volviéndose una institución con cátedras conservadoras al tener egresados individualistas y defensores de proyectos neoliberales.

En su discurso no hay secretos, López Obrador intenta por todos lo medios meterse a la UNAM y ‘domarla’.

¿Qué oculta AMLO?

Ante los ataques desde Palacio Nacional, las autoridades de la UNAM respondieron con ‘timidez’ a través de un comunicado en donde defendieron la libre cátedra que ha mantenido desde su formación, y reafirmaron que “el compromiso y solidaridad de la Universidad con la nación son incuestionables”.

“La universidad sirve a la nación con un compromiso social en permanente transformación. Así ha ocurrido durante años, con millones de profesores formados con responsabilidad social mediante planes y programas de estudio que son actualizados por órganos colegiados internos, en donde convergen y se enriquecen la pluralidad de voces y la diversidad ideológica”, advirtió la UNAM.

Por su parte, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), alertó que todos los gobiernos federales en turno, incluyendo el de López Obrador, ha existido la tentación de “meter la mano” en la universidad.

El líder del STUNAM, Agustín Rodríguez, advirtió que, al inicio del actual gobierno, se intentó esa intromisión a través de la reforma laboral, pero olvidaron la autonomía de los trabajadores, y ahí fracasó la intentona gubernamental.

Rodríguez subrayó que López Obrador está mal informado, y que sus declaraciones no aguantan un debate por falta de información.

El líder del STUNAM bien sabe que varios morenistas que ocupan puestos importantes en estructuras de gobiernos, federal y local, están tras la dirigencia.

A estas alturas bien se sabe que el presidente con el autoritarismo que lo caracteriza, no sólo busca provocar y desviar los temas más importantes del país, como la pandemia, la inseguridad, la economía, él ya tiene un plan para meterse a fondo en la UNAM.  

López Obrador siempre ha sostenido que no debe haber rechazados en la UNAM, y por eso cuando fue jefe de gobierno (2000-2006) fundó sus universidades públicas en la Ciudad de México – por cierto, con niveles académicos muy bajos y que más parecen escuelas de cuadros de su proyecto de izquierda, por eso los egresados tienen problemas para que sean contratados por empresas e instituciones–. Su postura de cero rechazados y de abrir las aulas a los hijos de campesinos y obreros (falsedad pura) han estado presentes en sus planes de reformar a las universidades públicas.

El actual rector de la UNAM, Enrique Graue, terminará su segundo periodo en noviembre de 2023, justo cuando está en marcha el último año del gobierno de López Obrador y cuando ya se tenga más decantado el candidato de Morena a la presidencia del país. Y en caso de que el premio caiga en Claudia Sheinbaum, ella podrá empezar a apuntalar el proyecto de la “izquierda de la 4T” impulsando reformas que sólo beneficiarán a un partido y a una camarilla en el poder.  

No cabe duda que López Obrador y Sheiunbaum ya estén metiendo las manos para lograr un futuro títere de rector, y empezarán a sacudir y a premiar a la burocracia universitaria para que las reformas que impulsen no tengan contratiempos.

Vale precisar, López Obrador siempre ha hablado de que las universidades públicas no deben rechazar a nadie. Por ahí va el tema.

López Obrador no quiere calidad académica, no quiere una universidad de prestigio y competitiva. Le apuesta a todo lo contrario: su fundamentalismo de “izquierda”.


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