Los excesos del poder absoluto en el país golpean con fuerza a los medios de información. El Presidente Andrés Manuel López Obrador intenta frenar, callar, doblegar y desaparecer toda crítica que ejerce el periodismo libre y profesional.
La libertad de expresión, como nunca, está amenazada por un Presidente que tiene todo el poder a su alcance. Todos los días, y ahora agregó que cada miércoles con inteligencia dictatorial expone como falso lo verdadero, invirtiendo percepciones del público que, apasionadamente, le entregó credibilidad: “Quién es quién en las mentiras”, en el que se dedica a agredir, calumniar y falsear la realidad para hacerla “real” al escuchante.
La libertad de expresión se ha conquistado por siglos a través del ejercicio periodístico comprometido, ético y hasta combativo contra los abusos del poder político.
Quienes ejercemos el periodismo libre y ético y con compromiso social, reafirmamos nuestra convicción de ser libres y no someternos a ninguna fuerza.
Hoy también con la pluma, con voces de opinión y con las voces de los ciudadanos que claman justicia ante los abusos del poder ejercemos el periodismo.
Voces, es libre y México y mexicanos en el extranjero, somos emisores de libertad y paz.
El periodismo de opinión y de investigación genera la energía de la exposición de conocimiento profesional, de energía coadyuvante a la asertividad de su visión compartida con los más y supremos altos valores internacionales de la humanidad, y que sean el territorio de nuestra existencia.
Nuestras voces son las de México y no se callan ni se venden.
Elogio en boca propia es vituperio…