Tribunal desacreditado
Eduardo López Betancourt
94 opiniones • veces leído

Es evidente que tanto el INE como el TEPJF deben desaparecer como se encuentran actualmente integrados. Es urgente dar paso a nuevos organismos…

Imagen: Revista Perfiles.
Imagen: Revista Perfiles.

Lectura: ( Palabras)

Al igual que el INE (Instituto Nacional Electoral), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se ha convertido en instrumento político ajeno a la democracia; sus componentes actúan pasionalmente, atentan contra la voluntad popular, se convierten en tribunales de conciencia y actúan cual si fueran señores de horca y cuchillo.

En el caso particular del Tribunal Electoral, bien sabemos que en los últimos tiempos sus integrantes han dado mucho de que “hablar”, simplemente están divididos sus magistrados y obedeciendo a intereses ajenos a la justicia, entre ellos mismos se desconocen y al final carecen de respetabilidad social.

Es evidente que tanto el INE como el TEPJF deben desaparecer como se encuentran actualmente integrados. Es urgente dar paso a nuevos organismos que cuenten con aceptación social y con la seguridad de que su comportamiento será imparcial y oportuno.

Precisamente en lo de “oportuno” debemos destacar que la conducta del Tribunal es lenta, ello de manera inexplicable, cuando se presentan impugnaciones ante tal organismo para resolverlas, pasa un tiempo que implica inseguridad de lo que fue el proceso electoral y se vuelven protagónicos, ya que faltando unos cuantos días para que, por ejemplo, un gobernante tome posesión de este cargo, es cuando el tribunal electoral resuelve, creando una situación de inseguridades excesivamente incorrectas.

INE y TEPJF
Foto: Línea Directa.

Es en este sentido que los términos largos para resolver impugnaciones no es el mejor camino, la misma debe tener una solución pronta y expedita, tal como lo marcan los lineamientos en el ámbito jurídico.

Lo que también debe analizarse es si hay necesidad de que el Tribunal Electoral funcione todos los días del año y no sólo ello, sino también todos los años; aquí es claro que hay elecciones cada 3 o 6 años, y es sólo cuando entonces debe funcionar este organismo y de esta manera, se evitarán gastos excesivos y sueldos ofensivos que son cotidianos en este Tribunal.

Analizando este aspecto, las funciones electorales bien puede efectuarlas una de las salas o las dos salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por otro lado, tengamos presente que hay tribunales electorales en cada entidad federativa y resulta verdaderamente costoso sostener a una burocracia para que sólo funcione cada 3 años realizando las mismas actividades; un Tribunal Federal Central sólo deberá atender las impugnaciones para el Presidente de la República.

Los tribunales electorales de cada entidad deberán tener competencia para resolver todo lo relativo a los representantes de esa entidad, como lo son los gobernadores, presidentes municipales, diputados federales y senadores de la República.

Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
Foto: TEPJF.

Dentro de estas urgentes reformas electorales, también deberá contemplarse la necesidad de desaparecer a los diputados y senadores de partido. Así, sólo deben darse una Cámara con 300 diputados federales y una Cámara de senadores con 64 integrantes. Resulta absurdo el número por demás pernicioso de miembros de estas dos Cámaras.

Volviendo al tema de lo lento con que trabaja el actual Tribunal Electoral, es que, en el caso del municipio de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, la decisión de cancelar las elecciones la tomó el Poder Judicial, después de que, por cierto, la candidata triunfadora en el recuento de votos ya había tomado posesión. Sin más, el Tribunal Electoral aceptó las impugnaciones y simplemente comunicó fuera de tiempo su decisión.

Es sumamente oneroso, insistimos, y nada eficaz el Tribunal Electoral del país, que al igual que el INE y otros cabios en materia electoral, se hacen imprescindibles.

Más columnas del autor:
Todas las columnas Columnas de

Deja un comentario

Lo que opinan nuestros lectores a la fecha