Lamentablemente, en México hay una actitud inexplicable contra esta fundamental forma de crear electricidad.
Debemos remontarnos a finales del siglo XIX y principios del XX para recordar las primeras manifestaciones.
La impunidad se manifiesta y ellos son poseedores de la “verdad absoluta”; difunden mentiras y castigan a supuestos culpables.
La impunidad se manifiesta y ellos son poseedores de la “verdad absoluta”; difunden mentiras y castigan a supuestos culpables.
La venta descarada de sentencias, el castigar a inocentes y liberar a culpables se volvió una costumbre sin moderación.
La venta descarada de sentencias, el castigar a inocentes y liberar a culpables se volvió una costumbre sin moderación.
Lo que hoy por hoy más reclama México, es trabajo conjunto, solidaridad, escuchar voces legítimas y conocedoras, siempre esperando el buen juicio del Gobernante.
Mantenemos una angustia sistemática que sobrepasa el miedo, todo se ha convertido en un patético drama.