Nuestro querido Pepe Garfias
Luis Ramón Carazo

Ocio y Negocio

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Hace unos días se fue a la Gloria uno de los ganaderos más destacados en la crianza de toros de lidia que hayan existido.

José Antonio Garfias, empresario y criador de reses bravas mexicano.
José Antonio Garfias, empresario y criador de reses bravas mexicano.

Lectura: ( Palabras)

Hace unos días se fue a la Gloria uno de los ganaderos más destacados en la crianza de toros de lidia que hayan existido; fue hermano de otros dos grandes, Javier y Marcos, del primero obtuvo el pie fundador de semiente Garfias, para sus ganaderías que se ubican en Villa de Arriaga en San Luis Potosí.

José, su nombre de pila, transformado en Pepe con el transcurrir de los años, logró múltiples éxitos en plazas de todo el país, habiendo debutado con una novillada en 1966, en Guadalajara, en la plaza de El Progreso, en el barrio de San Juan de Dios, hoy desaparecida.

En La México se presentó con novillos el 23 de agosto de 1970, en el concurso por su aspecto magiar Adrián Romero y Joaquín Leal, quien fue posteriormente apoderado de David Silveti.

En 1983 envió su primera corrida de toros a La México, para la confirmación de uno de los toreros con más arte de nuestro país, Guillermo Capetillo, con el padrino Rafaelillo y testigo Ernesto Belmont. Pronto, el 5 de febrero siguiente en 1984, envío un encierro para Luis Francisco Esplá, en su confirmación de alternativa, con Manolo Arruza y Ricardo Sánchez, donde obtuvo los máximos trofeos de Capitán.

En poco tiempo se sitúo como ganadero favorito de las figuras del toreo, que buscaban en su toro la fijeza y noble embestida, y que eran sus estándares de comportamiento.

Recuerdo su generosidad, pues el 24 de septiembre de 1995, al ser el debut de la novillera española Cristina Sánchez, en La México, se lidiaron los novillos de Santa Isabel y recuerdo, como si fuera hoy, la entrevista que realicé a su hija Isabel y Cristina, juntas, antes de dar inicio el paseíllo, simbolizando el significado de que una mujer en la crianza y otra en el ruedo, le dieran paso a derribar los tabúes masculinos, inherentes a la práctica del toreo.

pepe garfias e isabel garfias
Pepe Garfias al lado de Isabel Montero, esposa del ganadero.

Él, discretamente esa tarde, dejó los bártulos a su hija.

El hijo de Raquel Martínez y Cristina, Diego, apodado “Rubito”, fue el triunfador con dos trofeos y con uno de regalo consiguió un trofeo la madrileña; el otro actuante, César Alfonso Ramírez, dejó bellos detalles en una tarde en que la entrada fue un lleno y, además, se transmitió por televisión.

Su trayectoria triunfal es muy vasta en todos los lugares donde ha lidiado y como anécdota platicaré que me cupo el honor de narrar el 5 de febrero de 1992, día de la alternativa de Arturo Gilio, la lidia de Genovés, siendo su padrino Roberto Domínguez y el testigo, Jorge Gutiérrez.

El toro fue de regalo y me acuerdo de que el novel Gilio, con esa hazaña, replicó lo que en 1948 había logrado Rafael Rodríguez en su tarde de alternativa y se convirtió, por tanto, en un gran acontecimiento que hasta la fecha no se ha repetido.

La gran despedida de Capea en La México, el 5 de febrero de 1995, en mano a mano con Manolo Mejía, fue con toros de Pepe y el último se llamó, Piropo, del que el salmantino por su gran faena provocó la emotividad de un público desbordado con el torero, para quien exigió los máximos trofeos; difícilmente recuerdo en La México una escena similar que asemejaba la lluvia de pañuelos blancos en su demanda.

Siempre, se queda uno corto en elogios, para quien fue, sobre todo, una persona de valores y sencillez. Estas líneas sirvan para ubicarlo dentro de la actividad que le apasionó y que ahora su descendencia hereda.

Lo vamos a extrañar y gana la Gloria, una persona entrañable, a su familia mi abrazo solidario.

Y curiosamente, uno de los que gustaba de su ganado, es “El Juli” y el domingo 2 de mayo, en Madrid, gran alegría le hubiera dado a Pepe verlo en la cumbre de la inspiración, toreando en el festival del Día de la Comunidad a beneficio de los integrantes del toreo.

Tanto su actuación como el comportamiento del toro de Garcígrande fueron inolvidables. Te vamos a extrañar querido Pepe.

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