La confidencialidad de los datos del paciente
Manuel Ramiro Hernández

Visión Integral

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Los asuntos médicos son un asunto del enfermo y su médico, sí el enfermo los quiere dar a conocer, es su derecho y responsabilidad.

Lectura: ( Palabras)

El pasado jueves 29 de septiembre empezaron a surgir noticias acerca del posible robo de información de los archivos electrónico de la Secretaría de la Defensa Nacional. Una organización autodenominada Guacamaya, que se atribuye una lucha contra los ejércitos que dominan ciertos países, sustrajo, al parecer una gran cantidad de información. En los últimos días ha ido lanzando información de los archivos confidenciales de varios ejércitos, entre ellos del de Chile. El viernes pasado le hizo llegar a un periodista, comentarista política parte de la información sustraída a las fuerzas armadas mexicanas, inicialmente nos enteramos de algunos de los padecimientos del señor presidente y de su familia así como de las dificultades para el abasto de medicamentos a Sanidad Militar, la organización terrorista (cuando menos terrorista informática) ha ido poniendo restricciones al acceso a la información, haciéndolo solo con algunos periodistas e historiadores, a los que les da una clave de acceso al repositorio donde han guardado toda la información (al parecer es enorme hay quien habla de seis Tb y otros hasta de siete, periódicamente va cambiando la clave, según ellos para observar el uso que se hace de la información. Aducen que así evitan que organizaciones criminales se apropien del contenido del nuevo fondo informático.

El señor presidente ha minimizado el hecho, hasta manifestar que no tiene ninguna importancia, incluyendo los datos de su historia clínica que se han dado a conocer abiertamente, un poco la Secretaría de la Defensa ha dicho que tampoco era tanta la información, aunque no se conoce el alcance de ella. En contraste el presidente chileno llamó a su secretaria de la defensa (una civil) que estaba de viaje de trabajo, destituyó al jefe de Estado Mayor y ordenó una investigación exhaustiva tanto del material que pudo haber sido sustraído, así de quien pudo haberlo hecho, inmediatamente se aumentó la seguridad informática del Estado chileno. Aquí todo ha sido minimizar el hecho y tratar de hacerlo intranscendente. Como pasan los días han ido saliendo más datos que son algunos escandalosos y otros preocupantes. Sin que hasta ahora se hay informado de la búsqueda de los responsables ni de los causantes, por falta de seguridad informática.

Yo me voy a referir a la información médica de Andrés Manuel López Obrador. Debo decir que para los médicos, la confidencialidad de los datos de un enfermo es un compromiso ético fundamental, lo ha sido a lo largo de los tiempos y ello ha quedado en todos los decálogos éticos del médico. En el Juramento Hipocrático, se encuentra inscrito: “o que vea o escuche en el curso del tratamiento, o aun al margen de éste, en relación con la vida de los hombres, que de ninguna manera debiera difundirse, lo mantendré en secreto y consideraré vergonzoso hablar de ello”. En el más reciente que se llama Profesionalismo médico en el nuevo milenio, que se trabajó de manera conjunta entre la Sociedad Europea de Medicina Interna y el American College of Phisician, publicado en el 2002 y después aceptado y por difundido por muchas agrupaciones entre ellas el Colegio de Medicina Interna de México, se tratan los compromisos y los retos éticos médicos de una manera mucho más contemporánea, pero no falta el Compromiso de confidencialidad del paciente.

A través de las filtraciones ocasionadas por el robo de Guacamaya, nos enteramos del estado de salud del presidente, que tuvo una crisis coronaria, clasificada como angina intestable, por lo que tuvo que ser traído de Palenque en Chiapas a la Ciudad de México urgentemente, también sabemos que su estudio y tratamiento tuvo que ser pospuesto porque tuvo Covid, después le realizaron una angiografía coronaria, que se informó como normal, también supimos que tuvo un ataque agudo de gota y que su hijo tuvo una infección respiratoria.

Me parece que esta información no debía haber estado en los archivos generales de la Secretaría de la Defensa Nacional, a salvaguarda de su expediente clínico, que él haber estado en el archivo permitía no sólo que fuera sustraído si no que mucha gente lo viera, los asuntos médicos son un asunto del enfermo y su médico, sí el enfermo los quiere dar a conocer, es su derecho y responsabilidad. Ya que la información se volvió pública, haré algunas consideraciones. Las declaraciones del presidente y su entorno minimizando la fuga de información, han conseguido también desvirtuar el problema médico. Sí realmente tuvo angina inestable, su cardiopatía isquémica se encuentra en una condición muy grave y seguramente requiere tratamiento invasivo más importante, ya sea por vía percutánea o inclusive a través de la realización de un By pass por vía quirúrgica, no sabemos si esto se ha retrasado por decisión de sus médicos o indicación del enfermo, que nos hayamos que además tiene gota es intrascendente, aunque es un factor que agrava junto con la hipertensión arterial la cardiopatía. A no ser que él hubiera querido dar la información completa, no tendríamos que saberlo, y es una responsabilidad suya y de sus médicos las consecuencias que pueda acarrear.

Don Benito Juárez falleció estando en el poder como Presidente de la República, había estado enfermo durante ya varias semanas hasta que el 18 de julio de 1872 falleció en sus habitaciones de Palacio Nacional, venía enfermo desde un año antes y recibía tratamiento, el propio de su época, de manos de distinguidos médicos, entre ellos Gabino Barreda y Rafael Lucio, se atribuyo a neurosis del gran simpatico, pero que aclaro que fue un infarto del miocardio consecuencia de cardiopatía isquémica, él había sido informado de su problema y de su gravedad pero siguió adelante. En aquella época las leyes que en casos como la del fallecimiento de Benito Juárez, el presidente de la Suprema Corte de Justicia tomaba el cargo, don Sebastián Lerdo de Tejada fue presidente provisional, convocó a elecciones y resulto electo Presidente Constitucional, el gran sobresalto fue sorteado con éxito porque había reglas claras, se vivía una época, ya, de relativa estabilidad, y don Sebastián era un personaje patriota, institucional e inteligente. El único otro presidente que falleció siéndolo fue don Venustiano Carranza, pero fue asesinado.

El señor presidente, López Obrador, tiene una gran actividad, durante muchas horas está sometido a grandes presiones y largas jornadas de trabajo, todas las mañana aparece y se le ve muy bien, pero tiene un grave problema de salud, que espero que con la ayuda de sus médicos mejore y viva muchos años, el pronóstico de una angioplastia (como la que le hicieron hace años) es bueno, pero se requiere de un gran apego al tratamiento, y de una vigilancia médica que permita tomar decisiones. a veces urgentes e invasivas. En el moderno código ético (Profesionalismo médico en l nuevo milenio) se destaca como uno de los valores principales el Principio de autonomía del paciente, por lo que sus decisiones, una vez que ha sido suficiente y claramente informado,  son las que determinan el curso del tratamiento

La sustracción de información valiosa e incluso confidencia es muy grave y puede tener consecuencias políticas, sociales y económicas trascendentales, veamos que pasa con el robo informático de Guacamaya, proporción guardada, hasta ahora, es parecida a lo que hizo Assange, quizá como el gobierno mexicano lo ha justificado y defendido, ahora a Guacamaya no la pueda sancionar, perseguir y criticar, como se debe.


Lecturas recomendadas:

-Fajardo-Ortiz G, Salazar A. Muerte y acta de defunción, Benito Juárez murió de neurosis del gran simpatico en 1872. Rev Fac Med UNAM.206;49(4):172-173.
-Martínez-Palomo A. Hacia una declaración de normas universales de bioética. México: El Colegio Nacional, 2005.
-Murillo-Godinez G. Las enfermedades mortales de los presidentes de México. Med Int Mex 2019; 35(3);406-424
-Profesionalidad médica en el nuevo milenio. un fuero médico. Med Int Mex 2003;19:42-45.
-Ramiro M. ¿Es necesario un código de ética más? Med Int Mex 2006;22(1):1-2.
-Ramiro M. Profesionalismo. en: Ramiro M, Halabe J, Lifshitz A, López-Bárcena J, editores. El Internista. Medicina interna para internistas. México: McGraw-Hill, 2002; pp:20-22.
-Ramiro M. Un nuevo código de ética. Med int Mex 2003;19:129- 30.
-Sox HC. medical professionalism in the new millennium: a physician charter. Ann Intern Med 2002;136:243-6.

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Una respuesta a “La confidencialidad de los datos del paciente”

  1. Muy interesante conocer el Compromiso de confidencialidad del paciente y el Principio de autonomía del paciente. Que bueno que lo menciona y claro que es una violación de la privacidad del presidente, esto no lo hubiéramos visto en otros sexenios, pero como estamos sometidos a un bombardeo de información y de noticias falsas diariamente, el presidente que sabe manejar muy bien la información y para evitar especulaciones prefirió dar a conocer sus dolencias y padecimientos de manera muy natural.
    Saludos

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