“Agradecido con Dios” es el mantra diario del cual se vale para desempeñar sus funciones el novel director de la Empresa de Correos de Honduras (HONDUCOR), David Zelaya Flores, un reflexivo y dinámico egresado de periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Y es que Zelaya Flores, como parte de sus ejecutorias lidera el esfuerzo por emitir un sello postal con el rostro impreso de la actual mandataria hondureña Iris Xiomara Castro Sarmiento de Zelaya –aunque el actual que proyecta el escudo nacional no perderá vigencia–.
Creo que estas iniciativas son importantes, en tanto –se trabaja por primera vez en el país–, pero por otra parte, esta empresa estatal necesita reinventarse para mantener “a flote” y garantizar la sostenibilidad. Y parte de ello es que este profesional de la comunicación social tiene un vasto recorrido en dicha institución hondureña y conoce a la perfección su funcionamiento.
Hemos ido viendo en el transcurso del tiempo como parte esencial del éxito de las instituciones tiene que ver con la armonía y la comunicación horizontal entre jefes y subalternos y sin lugar a duda es una virtud que se observa a cabalidad en el trabajo de Zelaya Flores.
Ahora bien, esta podría parecer una especie de “culto a la personalidad”, no obstante es importante remarcar que Honduras se encuentra “en un punto de quiebre”, pues la dignataria hondureña entraña las diversas aspiraciones y esperanzas –clamor popular– de una sociedad que se ha hastiado de los antivalores, mismos que han impedido que haya una gestión ética del estado y que ha venido teniendo un impacto “brutal” en las condiciones de vida de amplios sectores reflejado cotidianamente en el éxodo de miles de nacionales que se embarcan en la “apocalíptica” travesía del american dream (sueño americano).
Es importante subrayar que la incorporación de nuevas tecnologías digitales a esta institución “catracha” garantizan el competir por recuperar y mantener la fidelidad de aquellos reductos sociales que le apuestan a lo tradicional. Veamos analógicamente por ejemplo medios periodísticos impresos vs digitales (los dos tienen sus nichos de mercado) y se mantiene el consumo tradicional de sectores de la hondureñidad.
Decía Ihara Saikaku en “Vida de una mujer amorosa” (1686) que “el correo es el mejor medio para expresar los verdaderos sentimientos. El pincel expone todos nuestros pensamientos. Los plasma en el papel para, posteriormente, trasmitirlos a la gente, incluso a la que se encuentra en lugares lejanos”. Añadía que “cuando el pincel es portavoz de la verdad, el mensaje se grabará, de forma natural, en la mente del destinatario y el remitente se presentará vivamente en sus recuerdos”. Y es que no cabe duda de que la nostalgia viaja en cada encomienda a través de este medio que reivindica la comunicación sincera y me parece que hay más espacio para el pensamiento reposado.
En definitiva, el liderazgo y empoderamiento joven en la institucionalidad es una apuesta que debe ir instalándose en las diversas instituciones para “desmarcarse” de los “vicios” del “padrinazgo” político y con nuevas ideas se puede recomponer la ética pública.
Posdata: HONDUCOR opera a nivel nacional en las 18 demarcaciones territoriales a través de 93 agencias y a nivel global en 192 países (debido a convenios internacionales). Es de destacar que los sellos postales constituyen testimonios gráficos de eventos históricos, fechas memorables, personajes ilustres –Castro Sarmiento de Zelaya es la primera mujer en llegar a la presidencia hondureña–, muestra del patrimonio cultural o natural de un país que “gracias a los coleccionistas perduran en el tiempo y contribuyen al conocimiento de la historia”. Aquí rescato por ejemplo la filosofía de trabajo de Correos de México, que observa en la “capacitación constante” como base histórica para su consolidación.
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