Santa Lucía, el otro problema con el agua
Alejandro Ramos Magaña
94 opiniones • veces leído

Las autoridades de Sedena estiman que ya en operaciones el aeropuerto y para sus instalaciones militares necesitarán 12 mil metros cúbicos diarios de agua; es decir, 12 millones de litros de agua por día.

Foto: Expansión.
Foto: Expansión.

Lectura: ( Palabras)

El proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, ubicado en el municipio de Zumpango, Estado de México, enfrenta problemas por disponibilidad de agua y que una vez que inicie operaciones la situación será más complicada.

El impacto no sólo es en esa región, sino también le impactará a la Ciudad de México, Hidalgo y al propio Estado de México. Estudios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelan que el acuífero Cuautitlán-Pachuca –uno de los cuatro acuíferos que abastecen al Valle de México–, se encuentra sobreexplotado en 800%.

Las autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) estiman que ya en operaciones el aeropuerto y para sus instalaciones militares necesitarán 12 mil metros cúbicos diarios de agua; es decir, 12 millones de litros de agua por día.

Acuífero Cuautitlán-Pachuca
Acuífero Cuautitlán-Pachuca (Foto: agua.org).

Cabe precisar que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de este proyecto, que la Sedena entregó en 2019 a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y cuyo estudio fue elaborado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, se advierte de daños colaterales en materia hídrica en las regiones de las tres entidades limítrofes, ya que los tres pozos (abastecidos por el acuífero Cuautitlán-Pachuca) que se ubican en el predio de la Base Aérea Militar 1, sólo han podido satisfacer las etapas de la construcción del aeropuerto.

Hay efectos adversos de alto impacto en disponibilidad del agua y en la recarga del acuífero, advierten los expertos de la UNAM.

Pese a que la MIA señaló que durante los trabajos de construcción se emplearía agua tratada, proveniente de plantas de tratamiento de aguas residuales de Hidalgo mediante pipas, no hay aún un plan que garantice la disponibilidad del agua a medio y largo plazo.

Sin embargo, en la misma MIA se indica que una alternativa es traer agua del acuífero del Valle del Mezquital, en Hidalgo, a través de un acueducto (que se deberá construir a cargo de la Conagua), el cual se formó a lo largo de más de 100 años por las descargas de aguas negras de la Ciudad de México y Zona Metropolitana.

sobreexplotacion acuiferos México
Foto: El Sol de Hidalgo

A partir de la construcción del Canal del Desagüe en 1900 (en la época de Porfirio Díaz), y con la apertura del Emisor Central (Drenaje Profundo), en 1975, las aguas residuales y pluviales han sido enviadas a Hidalgo.

Estas aguas del drenaje metropolitano han servido, por décadas, para regar cultivos en el Mezquital, y los escurrimientos al subsuelo, al paso del tiempo, la naturaleza se encargó de limpiarlos. Y la Conagua mantiene el proyecto de que ese acuífero aportará el caudal potable para la operación del aeropuerto. 

Ahora bien, esta alternativa del acuífero del Valle del Mezquital, que refiere la MIA, no sólo se trata de tubos y acueductos para trasladar agua potable, deja de lado el entorno social.

Este columnista fue testigo, durante los trabajos del Túnel Emisor Oriente (TEO) recién terminados, de que los pobladores del Valle del Mezquital rechazan el proyecto de extraer el agua limpia de su acuífero para regresarla al Valle de México.

valle del mezquital, escasez agua,
Valle del Mezquital (Foto: Milenio).

“Por años nos han enviado sus descargas de aguas del drenaje, y ahora que la naturaleza ya las limpió, entonces ahora las quieren de regreso. Eso no lo vamos a permitir”, me advirtieron los pobladores durante una visita que realicé a la zona de cultivos del Valle de Mezquital.

Si bien la Conagua tenía entre sus proyectos que el acuífero del Mezquital fuera una de las fuentes de abasto para el Valle de México, ante la escasez del líquido en la región, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con tal de no alterar la obra insignia del presidente, descartó que la Ciudad de México utilizaría el agua limpia de ese acuífero.

Durante su campaña a la jefatura de Gobierno de la CDMX en 2018, Sheinbaum planteó en varias ocasiones traer el caudal del Mezquital para mitigar la escasez del líquido en alcaldías como Iztapalapa.

aeropuerto San Lucía y agua
Foto: Héctor Téllez (Milenio).
Río Temascaltepec
Río Temascaltepec (Foto: El Monitor).

Recordemos que la guerra por el agua está muy activa, y hechos significativos dan muestra de ello: en 1998, un movimiento campesino se opuso al proyecto de Temascaltepec (que sería la ampliación del Sistema Cutzamala para dotar más agua al Valle de México) y hasta la fecha se mantiene la resistencia; en 2004, el Ejército Zapatista de Mujeres Mazahuas en Defensa del Agua ocupó la planta Los Berros (donde se potabiliza el agua del Sistema Cutzamala) exigiendo indemnizaciones por los impactos ambientales; y desde 1970 ejidatarios de la Cuenca de Lerma se han mantenido en lucha contra el envío de agua al Valle de México.

El Aeropuerto Internacional de Santa Lucía –cuyo costo total será de 82,136 millones 100,000 pesos–, tendrá un serio reto con el agua que no será sólo temporal, será prolongado y generacional.

El agua es un gran tema en esta obra, que tanto presume el presidente, y por la falta de planeación también habrá impactos adversos muy significativos en el tráfico vehicular y en contaminación por ruido y por las emisiones a la atmósfera.

El capítulo del agua no está cerrado ni resuelto. Ya veremos qué otras alternativas tiene el gobierno federal que no sea a billetazos o con represión sistemática contra los defensores de los bosques y el agua. 

Mientras, el presidente dice que este aeropuerto será inaugurado el 21 de marzo de 2022.

Más columnas del autor:
Todas las columnas Columnas de

Una respuesta a “Santa Lucía, el otro problema con el agua”

Deja un comentario

Lo que opinan nuestros lectores a la fecha